Un hotel denuncia al Ayuntamiento de A Guarda por el ruido del auditorio
La Polic¨ªa Local ha medido decibelios que doblan el m¨¢ximo permitido
Hace 27 a?os, Antonia Baz G¨®mez, una empresaria de hosteler¨ªa de A Guarda, compr¨® el antiguo Convento de San Benito, habitado por monjas benedictinas desde su fundaci¨®n en 1588, para convertirlo en uno de los hoteles m¨¢s emblem¨¢ticos de la zona, con 24 habitaciones. El edificio rehabilitado rodea la antigua iglesia de la abad¨ªa, uno de los principales reclamos tur¨ªsticos de la villa, que cuenta con tallas barrocas del artista guard¨¦s C¨¢ndido Sobrido y que sirve de escenario al auditorio municipal al aire libre para todo tipo de espect¨¢culos veraniegos.
Antes de lanzarse a hacer la costosa inversi¨®n, Baz G¨®mez se cercior¨® de que el edificio que iba a comprar estaba vedado a cualquier actuaci¨®n urban¨ªstica futura. Pero un a?o despu¨¦s de abrir el establecimiento, el Ayuntamiento eligi¨® aquel entorno para actuaciones musicales y de entretenimiento -teatro, cine o magia- que se programan desde junio a septiembre y que superan, doblando o en ocasiones incluso triplicando, el umbral del ruido permitido.
La due?a asegura que ninguna de las corporaciones ha tomado medidas
Las denuncias ante la Guardia Civil y la Polic¨ªa Local no han cesado desde entonces. Mientras, han pasado por el consistorio gobiernos de uno u otro color pol¨ªtico y que, seg¨²n la empresaria, han hecho caso omiso de sus reclamaciones. Agobiada por las quejas de la clientela, la empresaria ha recurrido a los tribunales y planteado un caso cuya resoluci¨®n podr¨ªa sentar un precedente sobre c¨®mo los ayuntamientos deben conciliar horarios y ruidos con las programaciones culturales.
La denunciante lleg¨® a reunir 300 firmas de apoyo de vecinos. "Hemos insonorizado todos los ventanales pero ha sido in¨²til, nadie puede dormir y yo me estreso cuando llega el mes de junio, porque ya sabemos lo que nos espera", dice Antonia Baz. "A veces es d¨ªa y noche con espect¨¢culos de animaci¨®n. Solo pedimos respeto a nuestra clientela, turistas que se van porque esta cantinela diaria les impide descansar", explica.
Adem¨¢s, una de las fachadas del hotel sirve de pared donde se coloca el palco para las actuaciones del auditorio, con un aforo para m¨¢s de 300 personas y donde incluso se han llegado a colgar, a lo largo y ancho, un tel¨®n de fondo que impide a los hu¨¦spedes abrir la ventana de su habitaci¨®n. "Son muchos a?os soportando esto, y en mi demanda no hago alusi¨®n a las fiestas patronales, sino al resto de los actos que se celebran todo el verano y que provocan la estampida de los clientes", a?ade.
En una de las numerosas pruebas que se acompa?an a la demanda se remonta a la madrugada del 10 de agosto de 2002, cuando un cliente del hotel expone por escrito sus quejas porque a las 2.30 de la madrugada exist¨ªa un "intolerable volumen de altavoces". Tras la denuncia, la Polic¨ªa Local constat¨® que el nivel sonoro superaba el doble de lo permitido, "lo cual supone una infracci¨®n muy grave", tipificada en la ley auton¨®mica de ruidos, seg¨²n el atestado. Dos d¨ªas despu¨¦s, una nueva medici¨®n de los agentes municipales superaba la anterior a las 23.35 horas, durante la celebraci¨®n de un festival de folk. El informe hace constar que las ventanas de la habitaci¨®n estaban cerradas y a¨²n as¨ª "se o¨ªan perfectamente voces y aplausos del p¨²blico".
El alcalde, Jos¨¦ Manuel Dom¨ªnguez Freitas, admite que "hay cosas corregibles". "Pero en los casi cuatro a?os que llevo en el Ayuntamiento, hemos tratado de respetar los horarios y no superar el umbral de ruidos permitidos, incluso evitar las actuaciones m¨¢s estridentes", afirma. Tambi¨¦n acepta las quejas de que una de las fachadas del hotel sirva de pared donde se colocan los palcos. Pero el regidor reconoce que agosto es una excepci¨®n. "Buscaremos una soluci¨®n para el resto de los festejos, pero hay que respetar y hacer valer las Festas do Monte, aunque en el pueblo no duerma nadie, incluso los hu¨¦spedes del hotel se han llegado a asomar a las ventanas de sus habitaciones para ver los espect¨¢culos", apunta.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.