El apellido del hockey gallego

Si en Galicia se habla de hockey sobre hierba hay que pararse en una ciudad, Ourense, y en un apellido, Pi?eiro. Ah¨ª se encierra buena parte de la historia contempor¨¢nea de una modalidad que vivi¨® tiempos mejores, que crey¨® dar el salto con la proliferaci¨®n del tepe artificial, pero que se suma a la larga lista de disciplinas a las que el gran p¨²blico solo mira cuando tienen que ayudar a sumar medallas en Juegos Ol¨ªmpicos. Es entonces cuando se produce el milagro y un pa¨ªs con 10.000 licencias compite de igual a igual con otros que superan las 300.000.

El prodigio se amplifica para Galicia, que no es una potencia, pero se defiende con un equipo femenino, el Ourense Galicia Calidade, en Divisi¨®n de Honor; y otro masculino, el Caldaria Barrocas tambi¨¦n de la capital de As Burgas, en la segunda categor¨ªa. En la tercera categor¨ªa de hombres, de car¨¢cter auton¨®mica, la Liga agrupa a ocho escuadras, seis de ellas son de Ourense, entre ellas el Santiago Ap¨®stol, que tiene una historia detr¨¢s. Presente en la m¨¢xima categor¨ªa masculina desde 1993 hasta 2001 y ahora en el tercer escal¨®n. "Antes hab¨ªa m¨¢s equipos en Vigo y en A Coru?a, pero la falta de instalaciones propici¨® que muchos desaparecieran", lamenta Tito Pi?eiro, referencia del hockey gallego, hombre orquesta del Santiago Ap¨®stol, fedatario de una tradici¨®n que se hunde en su memoria. "Recuerdo que mi padre ya jugaba al hockey y cuando mi familia se mud¨® desde el barrio de A Ponte a la zona del Pos¨ªo. All¨ª hab¨ªa un espacio en el que se jugaban hasta dos partidos a la vez". Mediados los sesenta en Ourense se respiraba hockey, por m¨¢s que lo de sobre hierba fuera casi siempre una ilusi¨®n. "A finales de los setenta fuimos varias veces campeones de Espa?a juveniles, luego hubo un par¨®n hasta que diez a?os despu¨¦s comenzamos unos pocos a trabajar la cantera", rememora Pi?eiro.

En los setenta se comenz¨® a trabajar la cantera que jug¨® en Divisi¨®n de Honor

Olalla, la peque?a de la saga, sue?a con los Juegos de Londres

Fue entonces cando germin¨® la edad de oro del hockey en Ourense, cuando Pi?eiro ayud¨® a forjar un grupo de canteranos que sali¨® campe¨®n nacional juvenil en 1989, que dos a?os despu¨¦s lleg¨® a Primera Nacional y en 1993 a Divisi¨®n de Honor. "Ni en la Federaci¨®n se lo cre¨ªan", asegura. Arribaron refuerzos for¨¢neos, paquistan¨ªes que se paseaban por la ciudad como estrellas. Cuando lleg¨® la cuesta abajo ya se hab¨ªa creado una estimable cantera en la ciudad. Masculinos y femeninos. Incluso Pi?eiro form¨® cantera en el hogar porque sus hijas, Rebeca y Olalla, crecieron con un stick en la mano. "Nuestra madre nos llevaba a los partidos cuando ¨¦ramos unos beb¨¦s", apunta Olalla, hoy una respetada jugadora internacional que sue?a con los Juegos Ol¨ªmpicos de Londres. Su hermana mayor, Rebeca, tambi¨¦n visti¨® de rojo. Ambas juegan ahora en Madrid. "Rebeca lleva a?os viviendo all¨ª y jugando con el Ourense, viajando todos los fines de semana con el sacrificio que conlleva compaginarlo con el trabajo. Este a?o me pidi¨® jugar con un equipo madrile?o, el Valdeluz", la defiende su padre. Olalla es una de las piezas principales del Club de Campo, campe¨®n de Liga los dos ¨²ltimos a?os. "Ya me gustar¨ªa tenerla en Ourense, pero tuvo que irse para poder estar en la selecci¨®n", explica Tito Pi?eiro.

Para Olalla, la cita del a?o que viene en Londres es una meta. Se perdi¨® los Juegos de Pek¨ªn por atender a los estudios. Ahora, con 26 a?os y m¨¢s liberada, piensa en el inminente preol¨ªmpico de Irlanda, donde el ganador obtiene plaza para los Juegos, o la Copa de Europa, en la que se dirimir¨¢n otros cuatro pasaportes. Luego le gustar¨ªa probar una experiencia nueva y jugar en otra Liga. "Holanda, Alemania... tengo opciones porque algunos clubes ya me han llamado. All¨ª hay mucho nivel".

Mientras tanto, se aplica en su club, con el que acaba de proclamarse campeona de Espa?a de hockey sala, una modalidad en la que se aprovechan los meses de invierno para refugiarse bajo techo de las inclemencias del tiempo. Quiz¨¢s sea esa pasi¨®n que ayuda a seguir y desafiar todas las piedras que surgen en el camino. Olalla Pi?eiro, la cima actual del hockey gallego, se ha quedado sin la beca de la Diputaci¨®n de Ourense y de la Xunta. En el primer caso porque no es una deportista que compite de manera individual; en el segundo porque juega en un equipo de Madrid. "A veces dan ganas de empadronarse fuera de Galicia", protesta. "Cada vez hay menos ayudas", corrobora Tito Pi?eiro, que no hace mucho se hizo o¨ªr en las oficinas de la Secretar¨ªa Xeral para o Deporte. "Nos han reducido la ayuda a la mitad". Pese a todo, sigue en la brecha. Trabaja en la direcci¨®n del equipo masculino del Ap¨®stol para ascender a Divisi¨®n de Honor B y se multiplica para asumir tambi¨¦n labores t¨¦cnicas en el Ourense Galicia Calidade que debe de pelear a partir de marzo por salvar su puesto en la m¨¢xima categor¨ªa femenina.