La vieja escuela del monopat¨ªn

Muchos de los que han venido a la fiesta no han tenido problemas para aparcar. Han dejado sus ruedas en cualquier parte del bar. Es que moverse en tabla de skate tiene sus ventajas. El viernes por la noche, en el Louie Louie, garito rockero en Malasa-?a, tuvo lugar la celebraci¨®n del segundo aniversario del MOSS: Madrid Old Skool Skaters club. Una agrupaci¨®n deportiva dedicada a un estilo de patinar que gana adeptos en los ¨²ltimos tiempos. Muchos de ellos ya entrados en a?os, que reciclan o recuperan su afici¨®n, en algunos casos, acompa?ados de sus hijos. Reivindican una forma diferente de entender el skate. Menos agresiva, m¨¢s suave. Menos centrada en los trucos r¨¢pidos propios del skate con tabla corta y m¨¢s en disfrutar bajando cuestas con giros largos. Adem¨¢s de festejar dos a?os de vida, el MOSS estrena nuevo presidente.

Dejaron el 'skate' por su primera novia y lo recuperan ahora con sus hijos

"El club est¨¢ abierto a todo el mundo", explica Pablo Rodr¨ªguez, justo despu¨¦s de su presentaci¨®n a los socios. El skate es un deporte con ra¨ªces en la cultura callejera, de gente que busca un poco llevar la contraria, ser independiente... Pero el nuevo presidente opina que el MOSS es un poco distinto: "Somos muy colaborativos". No buscan otra cosa que pasarlo bien sobre cuatro ruedas en buena compa?¨ªa.

Muchas de las cerca de 100 personas que hay en el bar llevan la ropa t¨ªpica de este deporte: zapatillas de skate y sudaderas con capuchas. Pero tambi¨¦n hay socios llegados directamente de la oficina que llevan traje. "La gente aqu¨ª es muy variopinta", explica Sergio Jungle, el expresidente.

Old Skool no es m¨¢s que vieja escuela en ingl¨¦s (cambiando la ch por k). En la fiesta hay socios que son, ellos mismos, un poco old skool. La mayor¨ªa tiene "veintimuchos o m¨¢s". "Bastantes han patinado de j¨®venes pero luego lo han dejado, muchas veces por la primera novia", sonr¨ªe el presidente. Ahora tienen una vida m¨¢s estable: buscan una alternativa saludable de ocio y regresan al mundo del skate. Incluso tienen hijos que se han iniciado tambi¨¦n en este deporte y vienen a los eventos que el club organiza.

Al fondo del bar el tesorero Quillo pasa la noche renovando los carn¨¦s de los 70 socios del club. La cuota anual era de 20 euros el a?o pasado pero lo han bajado a 10 en 2011, "para atraer nuevos miembros y ayudar a los que ya lo son en estos tiempos dif¨ªciles", seg¨²n el presidente. Adem¨¢s, los socios consiguen descuentos en las tiendas principales de los amantes de la tabla.

Los skaters suelen ir al parque del Oeste los fines de semana para practicar en las calles cerradas al tr¨¢fico. Ahora mismo el estilo de longboard (que utiliza un monopat¨ªn entre 20 y 60 cent¨ªmetros m¨¢s largo que el tradicional) est¨¢ en alza. "Esas tablas son m¨¢s estables", cuenta Rodr¨ªguez. Con ellas no se hacen tantos trucos y saltos sino que se bajan cuestas buscando una est¨¦tica como si fueran haciendo surf sobre el asfalto. Los que van al parque suelen llevar m¨¢s de una tabla. As¨ª que los que quieren probar, "solo tienen que pedirlas".