La UE suspende la negociaci¨®n bilateral con Libia
Europa cortej¨® a Gadafi, al que recibi¨® con boato en varias capitales
Catherine Ashton, coordinadora de la pol¨ªtica exterior europea, pareci¨® ayer dar un inusual golpe en la mesa al anunciar que la Uni¨®n Europea va a suspender las negociaciones para establecer un acuerdo marco de relaci¨®n bilateral con Libia, un frustrante empe?o desde hace a?os de la Uni¨®n. El gesto de repudio de la Alta Representante contrast¨® con los brazos abiertos y sonrisas con que Muamar el Gadafi fue recibido en 2004 en Bruselas, cuyos m¨¢s altos responsables se inclinaron reverencialmente ante el hombre fuerte libio, estruendosamente readmitido el a?o anterior en el redil de la comunidad internacional tras renunciar a su empe?o por hacerse con armas de destrucci¨®n masiva.
"He convocado una reuni¨®n de los embajadores de la UE para discutir las medidas a tomar", adelant¨® Ashton, de visita en El Cairo, casi al mismo tiempo que el l¨ªder libio pronunciaba su teatral discurso en Tr¨ªpoli, en el se reafirmaba en todos los males que ahora Occidente ha redescubierto en ¨¦l. El resultado de la reuni¨®n diplom¨¢tica convocada por Ashton est¨¢ fijado de antemano: "Se suspender¨¢n las negociaciones para un acuerdo marco".
La UE ha dado en unas horas un giro de 180 grados. Hace dos a?os este corresponsal viaj¨® a Libia invitado por la entonces comisaria de Relaciones Exteriores y Pol¨ªtica Europea de Vecindad, Benita Ferrero-Waldner. El objetivo era dar un empuj¨®n a la relaci¨®n bilateral, con los ojos de la UE fijos en el gas y en el petr¨®leo libios.
Gadafi se ha mantenido siempre a distancia de los instrumentos creados por la UE para consolidar su relaci¨®n con la ribera meridional mediterr¨¢nea. Ni quiso participar en la Pol¨ªtica de Vecindad ni se sum¨® a la Uni¨®n por el Mediterr¨¢neo, que calific¨® de insulto de las antiguas potencias coloniales hacia los pa¨ªses ¨¢rabes. El acuerdo marco pretend¨ªa salvar ese vac¨ªo. "Esperamos finalizar el acuerdo a fin de a?o", adelant¨® la comisaria, quien prudentemente a?adi¨®: "Si todo va bien". Le pregunt¨¦ entonces si en las discusiones previstas con Libia se iba a tratar de derechos humanos. "Est¨¢ en el mandato", respondi¨® en referencia a la larga lista de rubros que contienen un acuerdo marco. Y a?adi¨®, como San Agust¨ªn de joven con respecto a la castidad: "Se abordar¨¢n, pero no todav¨ªa. Estamos empezando". La diplomacia y la situaci¨®n pol¨ªtica exig¨ªan en 2009 emplear algodones con Gadafi. La diplomacia y pol¨ªtica exigen hoy devolverle al lazareto. Y juzgarle por las atrocidades perpetradas, como reclam¨® el presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek.
Quien ha cambiado es la comunidad internacional. Gadafi ha sido siempre el mismo maniobrero, constante en su desprecio de Occidente. En 2004 despleg¨® todo su teatro en Bruselas, amazonas guardaespaldas y jaima incluidas, para satisfacci¨®n del entonces presidente de la Comisi¨®n, Romano Prodi, y de Javier Solana, predecesor de Ashton.
El Occidente que ahora clama contra Gadafi, desde 1969 en la c¨²spide de la dictadura y uno de los m¨¢s feroces ret¨®ricos del panarabismo antioccidental, le compr¨® interesadamente en 2003 su acto de contrici¨®n por pecados pasados (atentado en Berl¨ªn, destrucci¨®n del vuelo de Pan Am sobre Lockerbie, renuncia a su ambici¨®n de fabricar armas qu¨ªmicas y bacteriol¨®gicas...). La resoluci¨®n del asunto Lockerbie y el abandono de planes armamentistas dieron el espectacular fruto de la visita de Tony Blair a Tr¨ªpoli.
La presencia del primer ministro brit¨¢nico en Libia fue el banderazo de salida de una carrera de congraciamiento con Gadafi en la que todos los occidentales quisieron participar, desde la apertura de contactos oficiales entre Washington y Tr¨ªpoli, concretados luego en el restablecimiento de relaciones diplom¨¢ticas plenas, a visitas de dirigentes europeos a Libia y del coronel a distintas capitales de la Uni¨®n, incluida Madrid, en cuyo palacio de El Pardo plant¨® su jaima en diciembre de 2007 mientras era recibido por Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. Infraestructuras, energ¨ªa, comunicaciones, turismo y gesti¨®n de agua fueron temas de discusi¨®n bilateral. En Par¨ªs fue honrado por el El¨ªseo de Jacques Chirac. La visita a Madrid le fue devuelta en enero de 2009 por el rey Juan Carlos.
Con ninguno estableci¨® mejores lazos el hombre de Tr¨ªpoli que con Silvio Berlusconi, primer ministro de la antigua metr¨®poli. Berlusconi le entreg¨® 5.000 millones de d¨®lares en 2008 como indemnizaci¨®n por abusos de sus antecesores en Libia.
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