El dictador tiene a¨²n 10 toneladas de gas mostaza
El arsenal qu¨ªmico deb¨ªa haberse destruido antes del pr¨®ximo mayo
Como si las incertidumbres energ¨¦ticas y migratorias no fueran suficientes, un nuevo quebradero de cabeza viene a sumarse a la inquietud que el caos libio est¨¢ provocando en la comunidad internacional: el destino de las armas qu¨ªmicas que a¨²n conserva Muamar el Gadafi. En concreto, 10 toneladas de gas mostaza que el r¨¦gimen se hab¨ªa comprometido a destruir antes de mayo.
Funcionarios estadounidenses y brit¨¢nicos han esbozado escenarios variados y a cual m¨¢s inquietante: que los leales al dictador utilicen el veneno contra los rebeldes, o bien que caiga en manos de cualquiera de los grupos en liza, o incluso, que alguna c¨¦lula terrorista pueda apoderarse del arsenal aprovechando el desgobierno.
Algunos expertos creen que, adem¨¢s del armamento qu¨ªmico, Libia guarda una tonelada de uranio concentrado en polvo (el llamado pastel amarillo) y algunos viejos misiles sovi¨¦ticos Scud B.
Se trata de los remanentes del surtido de armas de destrucci¨®n masiva (qu¨ªmicas, nucleares y bacteriol¨®gicas) que Gadafi empez¨® a acumular en los a?os setenta, y que convirtieron a su beligerante r¨¦gimen en uno de los m¨¢s peligrosos del mundo.
En diciembre de 2003, tras la ca¨ªda de su aliado iraqu¨ª Sadam Husein, Gadafi acord¨® con EE UU desembarazarse de ese arsenal a cambio de su rehabilitaci¨®n internacional. Y si bien fue cumpliendo con lo pactado, la destrucci¨®n de las armas qu¨ªmicas sufri¨® algunos contratiempos debido a desacuerdos con Washington.
Seg¨²n la organizaci¨®n Global Security, Libia lleg¨® a producir en los a?os ochenta 100 toneladas de agentes vesicantes y nerviosos en las instalaciones de Rabta, al sur del Tr¨ªpoli. Gadafi no dud¨® en utilizar gas mostaza contra Chad en 1986 y 1987.
En 2003, el dep¨®sito de armas qu¨ªmicas se compon¨ªa de 25 toneladas de gas mostaza y 3.300 bombas vac¨ªas. Estas municiones fueron aplastadas por apisonadoras en 2004. El a?o pasado, Libia destruy¨® casi 15 toneladas del gas, y se comprometi¨® a deshacerse del resto antes del pr¨®ximo 15 de mayo. Y son esas 10 toneladas, depositadas, se cree, en las viejas instalaciones de Rabta, las que han desatado la alarma.
La Organizaci¨®n para la Prohibici¨®n de Armas Qu¨ªmicas, entidad dependiente de la ONU que supervisa el desarme libio, ha intentado calmar los ¨¢nimos al asegurar que, sin municiones ni bombas, Gadafi carece de sistemas para lanzar los agentes qu¨ªmicos. En el mismo sentido se ha pronunciado P. J. Crowley, portavoz del Departamento de Estado norteamericano: "Quedan materiales qu¨ªmicos, pero no est¨¢n en forma de armamento", ha declarado a la cadena CNN. "Hemos eliminado los elementos m¨¢s peligrosos del programa de armas de destrucci¨®n masiva de Libia".
Algunos expertos se?alan, sin embargo, que siempre hay formas de utilizar el gas mostaza (incluso dispers¨¢ndolo desde helic¨®pteros). En cualquier caso, advierte la Asociaci¨®n para el Control de Armas, el manejo de ese material altamente peligroso requiere de manos expertas. Algo poco evidente en un pa¨ªs que va en camino de convertirse en una nueva Somalia frente a Europa.
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