Madrid utiliza cifras de 1999 para obtener mejor nota en dependencia
La vieja encuesta no contaba a los discapacitados atendidos en residencias
A los responsables de la dependencia en la Comunidad les gusta decir que Madrid es la tercera regi¨®n que m¨¢s dependientes atendidos tiene. Claro, La Rioja o Extremadura dif¨ªcilmente optar¨¢n nunca a ese r¨¦cord, por una simple cuesti¨®n de habitantes. Sin embargo, la poblaci¨®n general no convence en la Consejer¨ªa de Familia y Bienestar social para otros c¨¢lculos estad¨ªsticos, porque la regi¨®n sale malparada en la comparaci¨®n con otras por su menor desarrollo de la Ley de Dependencia.
Los responsables de la consejer¨ªa prefieren entonces usar los datos de una encuesta nacional sobre discapacidad de 1999, que se emplearon para estimar (en grueso) la poblaci¨®n potencialmente dependiente cuando se redact¨® el Libro Blanco de la Dependencia (2004) previo a la ley.
"Hay gente atendida gratis que teme pagar si solicita las ayudas", dice Garc¨ªa
A la Comunidad se le atribuye el 13% de los beneficiarios; da asistencia al 7%
Lo curioso es que tampoco con la f¨®rmula que eligen la comunidad sale muy airosa. Si fuera exacto que a Madrid le corresponden 27 dependientes por cada 1.000 habitantes, como suger¨ªa la encuesta sobre Discapacidades, Deficiencias y Estados de Salud de 1999, la comunidad deber¨ªa atender a 174.385 personas y, por ahora solo da asistencia al 30,8%, por debajo de la media nacional (36%) que resulta al aplicar esta f¨®rmula madrile?a. Solo habr¨ªa valorado el grado de discapacidad al 46% de ellos, 10 puntos por debajo de la media. Y tendr¨ªa un 69% de solicitudes, 12 puntos por debajo de la media.
Hay comunidades que ya tienen m¨¢s solicitudes que esos potenciales dependientes que se les adjudicaba en 1999. L¨®gico, se quedaron cortos.
"Utilizar aquella encuesta para medir la implantaci¨®n de la ley ya no tiene sentido, no eran m¨¢s que premisas que luego se han visto superadas en algunas cosas", dice Antonio Jim¨¦nez Lara, que fue el encargado de aquel cap¨ªtulo del Libro Blanco donde se ofrec¨ªan las citadas previsiones. "Ni siquiera se trata de una estimaci¨®n, son solo datos de una encuesta en domicilios particulares que deja fuera a las miles de personas que estaban atendidas en residencias, centros de d¨ªa, con lo que quedar¨ªa subestimado de forma importante el n¨²mero real de personas dependientes", aclara Jim¨¦nez Lara.
Y eso, trat¨¢ndose de Madrid no es un dato despreciable, porque el grueso de sus dependientes est¨¢n atendidos en residencias o centros de d¨ªa, un 47% del total. Si se hubieran contado en su d¨ªa, la comunidad tendr¨ªa una estimaci¨®n de dependientes mucho m¨¢s alta de la que se pretende.
Hay otros c¨¢lculos de poblaci¨®n potencialmente dependiente de fechas m¨¢s recientes. Se acordaron entre las comunidades y el Gobierno y se publicaron en un BOE en 2010. Y se usan para distribuir parte del dinero con el que el Gobierno financia la dependencia (el llamado nivel acordado). Pues bien, tampoco le son favorables a Madrid, a quien se le atribuye el 13% del total de dependientes en Espa?a, mientras que la comunidad solo atiende al 7% de los beneficiarios reconocidos a nivel nacional. Se use la fuente que se use, Madrid parece tener muchos deberes atrasados por hacer. Para el director general de Dependencia, Miguel ?ngel Garc¨ªa, los c¨¢lculos a partir del Libro Blanco "muestran solo una tendencia, que Madrid tiene menor tasa de dependientes que otras comunidades". Pese a eso no sale bien parada en la comparaci¨®n: "Solo son tendencias, llevamos trabajando mucho tiempo con la discapacidad y con la autonom¨ªa personal para disminuir la dependencia real. La carrera no puede ser por tener m¨¢s solicitudes", explica.
Pero lo cierto es que sorprende el bajo n¨²mero de solicitudes que presenta Madrid, un 8% del total nacional. Andaluc¨ªa tiene un 26% y Catalu?a un 15%. "Seguramente se deba a m¨²ltiples factores, por ejemplo el calvario administrativo y una gesti¨®n desligada de los servicios sociales municipales, los m¨¢s cercanos al ciudadano. A esto se puede a?adir que las personas con rentas altas, (que optan por centros privados) se lo piensan dos veces antes de entrar en una rueda de papeleos y tr¨¢mites que les aportar¨¢ poco o ning¨²n beneficio efectivo", opina Luis Barriga, de la Asociaci¨®n Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales.
El director general dice que "hay gente atendida gratis que teme que si solicitan la dependencia les vayan a cobrar". "Si no tenemos tantas solicitudes entendemos que la poblaci¨®n est¨¢ sana, actuamos solo con quienes lo necesitan". Garc¨ªa se queda con los datos m¨¢s favorables."Estamos por encima de la media en atendidos respecto a beneficiarios", dice. En efecto, un 65,9% sobre una media de 65,0%.
Previsiones superadas y corregidas
Las previsiones que hizo el Libro Blanco de la dependencia (2004) se han visto superadas o corregidas por el tiempo y el desarrollo real de la ley. En su p¨¢gina 60 hay una tabla que atribuye a cada Comunidad un n¨²mero de dependientes por cada 1.000 habitantes. "Solo es una encuesta en domicilios (la encuesta de discapacidad EDDES 1999), de ah¨ª sali¨® eso y deja fuera a muchos dependientes alojados en residencias", advierte Antonio Jim¨¦nez Lara, que se encarg¨® de aquel cap¨ªtulo de la estad¨ªstica.
Pero no solo eso, tambi¨¦n faltan en esa tabla personas con cierta discapacidad mental, que la encuesta no recog¨ªa y que el Libro Blanco s¨ª incorpora en otras p¨¢ginas. En otros gr¨¢ficos, en efecto, el libro hace proyecciones de poblaci¨®n y de envejecimiento que la tabla citada tampoco incorpora.
Jim¨¦nez Lara explica, por ¨²ltimo, que para confeccionar la tabla que usa Madrid "se oper¨® con los datos referidos al conjunto de Espa?a, sin desagregar por comunidades aut¨®nomas". De hecho "el Libro Blanco no ofrece datos territorializados de la estimaci¨®n de personas en situaci¨®n de dependencia. Una de las razones que nos llev¨® a optar por ello es que la representatividad de los datos de partida (la encuesta EDDES 1999), aunque muy alta a nivel nacional, es bastante menor a nivel de comunidad aut¨®noma".
Pasado el tiempo, tomar las estimaciones del Libro Blanco a pie juntillas puede llevar a errores, por ejemplo, en el n¨²mero de dependientes graves, que han resultado ser muchos m¨¢s de los que se previeron.
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