El regreso de los antiguos camaradas

La fiesta nacional de Libia es el 1 de septiembre, aniversario del golpe de Estado contra el rey Idris, en 1969. Una asonada incruenta que lider¨® a los 27 a?os Muamar el Gadafi , el m¨¢s joven de los 12 oficiales que lo dirigieron. Algunos de aquellos antiguos camaradas -eran compa?eros en una escuela militar de Bengasi- han muerto, otros se apartaron del r¨¦gimen, otros fueron apartados. Y alguno ha permanecido a su lado estas cuatro d¨¦cadas. Pero incluso entre estos ¨²ltimos la lealtad tiene un l¨ªmite. Al menos dos de ellos, Abdel Fatah Yunis y Abdel Monem al Houni, se unieron a la revuelta rebelde la semana pasada. Ambos, junto a Abdusalam Jalloud, purgado en los noventa y apartado de la vida p¨²blica desde entonces, pueden ser claves el d¨ªa despu¨¦s de Gadafi. El Ej¨¦rcito, aunque d¨¦bil, es posiblemente lo m¨¢s parecido a una instituci¨®n que queda en este pa¨ªs sin partidos, sindicatos, poder legislativo ni sociedad civil.

Los expertos m¨¢s pesimistas temen una caza de brujas sangrienta

El dictador desmantel¨® toda estructura que pod¨ªa amenazarle

La semana pasada Yunis dej¨® su cargo de ministro del Interior y Houni, el suyo de representante ante la Liga ?rabe. Ambos participaron en aquel golpe que tuvo que ser aplazado dos veces porque las fechas elegidas coincid¨ªan con sendos conciertos de la venerada cantante Um Kulzum.

Los expertos m¨¢s pesimistas temen que el d¨ªa despu¨¦s a Gadafi empiece una sangrienta caza de brujas. "Habr¨¢ un vac¨ªo de poder", explic¨® al diario The New York Times la experta en Libia Lisa Anderson. "No veo muy factible que la gente quiera dejar las armas y volver a sus trabajos de bur¨®crata", a?adi¨®.

El coronel Gadafi desmantel¨® cada estructura que pudiera suponer un desaf¨ªo a su poder. Igualmente, se asegur¨® de que nadie le hiciera sombra. Incluso enfrent¨® a sus hijos sin nombrar oficialmente a ninguno heredero. Ninguna de las tribus tiene poder en todo el pa¨ªs porque Gadafi se encarg¨® de enemistarlas, pero algunos de aquellos alzados contra el monarca son gente respetada, aunque rondan los 70 a?os.

"El ?j¨¦rcito es d¨¦bil. No es el guardi¨¢n del Estado, como s¨ª lo era en T¨²nez y Egipto. Gadafi lo mantuvo sujeto porque no quer¨ªa ser derrocado por un golpe militar como el que le llev¨® al poder", explic¨® el experto del Consejo de Relaciones Exteriores Robert Danin al diario The Globe and Mail.

A la fil¨®loga ¨¢rabe Mercedes Fonte Cuy, que ha vivido 27 a?os en Libia, no le sorprende nada que Yunis y Houni abandonen ahora al r¨¦gimen. "Al que se levantaba un poco en los cuarteles se lo llevaban por delante, pero en privado los militares insultaban a Gadafi", asegura esta espa?ola de 53 a?os casada con un exmilitar libio, con el que tiene cinco hijos. Sostiene que el malestar era grande, sobre todo entre los militares del discriminado este del pa¨ªs. Los uniformados se han subido al carro revolucionario que iniciaron los j¨®venes, seg¨²n Fonte. "Se sent¨ªan muy controlados", resentidos y humillados".

Relata que no era raro que alg¨²n hijo del coronel se presentara en un cuartel y tratara con actitud desp¨®tica a los mandos, incluidos los antiguos camaradas de su padre. Los militares ten¨ªan que tragar.

Yunis ostentaba en los ¨²ltimos tiempos el cargo de ministro del Interior -lo que tampoco significa tanto en un pa¨ªs donde solo el Ministerio del Petr¨®leo tiene poder-, pero antes dirigi¨® la escuela militar de comandos y paracaidismo en Bengasi. Fonte asegura que "es un hombre estricto, serio, que mantiene las distancias".

Houni, el exjefe de la delegaci¨®n ante la Liga ?rabe, supuestamente particip¨® en un golpe contra Gadafi en 1975, seg¨²n el think tank Starfor. Estuvo exiliado en Egipto hasta que, hace 10 a?os, el expresidente egipcio Hosni Mubarak convenci¨® a Gadafi para que le permitiera volver. Houni debi¨® recobrar la confianza del d¨¦spota para ser embajador.

Otro de los hombres clave es Jalloud, el que fue n¨²mero dos del coronel hasta 1993, cuando le apart¨®. Fonte cuenta que "era muy buen orador, ten¨ªa muy buena presencia y mucha relaci¨®n con Egipto". A?ade que ha vivido al sur de Tr¨ªpoli. Su tribu, Maqarha, ha dado la espalda al dictador, seg¨²n Al Yazira.

Mustaf¨¢ al Kharubi y Al Khwaidi al Hmaidi, que tambi¨¦n participaron en aquella asonada que aprovech¨® que el rey Idris hab¨ªa viajado a Turqu¨ªa por motivos de salud, siguen probablemente al lado del l¨ªder, porque no hay noticias de que hayan desertado. Se rumorea que el coronel Abu Baker Yunis Jaber, jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito durante 40 a?os, est¨¢ bajo arresto domiciliario.

Emhemmed al Mghariaf muri¨® en un accidente de coche, y varios m¨¢s de aquellos oficiales que se alzaron en armas y echaron al rey sin derramar sangre en unas horas se apartaron (o los apartaron) del r¨¦gimen y viven en Libia discretamente.