Los cambios en el mundo ¨¢rabe provocan una crisis en el Gobierno de Sarkozy

La ola revolucionaria que recorre el mundo ¨¢rabe se ha llevado por delante de rebote a la ministra de Asuntos Exteriores francesa, Mich¨¨le Alliot-Marie, cuestionada por sus pol¨¦micas vacaciones navide?as en T¨²nez, en las que us¨® un avi¨®n de un empresario pr¨®ximo a Ben Ali, y ha acarreado, adem¨¢s, una minirreforma del Gobierno de Nicolas Sarkozy, la d¨¦cima en lo que va de legislatura.

La ministra, en una carta remitida ayer a Sarkozy en la que no reconoc¨ªa ning¨²n error, anunciaba una dimisi¨®n cantada desde el viernes y reclamada por la oposici¨®n desde hac¨ªa un mes. Su sustituto ser¨¢ el actual ministro de Defensa y alcalde de Burdeos, el veterano Alain Jupp¨¦, ex primer ministro y exministro de Exteriores en los noventa.

La minirreforma afecta tambi¨¦n a las carteras de Interior y Defensa

Los cambios del Gobierno de Sarkozy no se quedan ah¨ª: Brice Hortefeux, ministro del Interior y amigo personal de Sarkozy, el hombre con el que habla todos los d¨ªas por tel¨¦fono, deja el cargo para convertirse en consejero especial en el El¨ªseo. Su misi¨®n, en teor¨ªa, ser¨¢ la de preparar la campa?a electoral de 2012, que se presenta complicada para un Sarkozy que se arrastra en los sondeos desde hace casi un a?o. Su puesto ser¨¢ ocupado por Claude Gu¨¦ant, el actual secretario general del El¨ªseo, otro hombre de confianza del jefe del Estado franc¨¦s. El presidente de la Uni¨®n por un Movimiento Popular (UMP) en el Senado, G¨¦rard Longuet, ser¨¢ el nuevo ministro de Defensa.

El objetivo de Jupp¨¦ ser¨¢ el de levantar la diplomacia francesa, inmersa en una crisis de identidad y de credibilidad, cuestionada por su apoyo hasta el ¨²ltimo minuto al dictador tunecino Ben Ali, zarandeada por las revelaciones de las amistades tunecinas de Alliot-Marie y herida por las cr¨ªticas de algunos embajadores que, el 23 de febrero, en una tribuna en Le Monde, aseguraron que Francia "hab¨ªa perdido su voz en el mundo".

Sarkozy, en una alocuci¨®n televisada ayer en la que anunci¨® los cambios de su Gobierno, celebr¨® sin reservas la revoluci¨®n del mundo ¨¢rabe, la calific¨® de una "nueva era", asegur¨® que hay que mirarla con "esperanza" y "sin miedo" y justific¨® el apoyo en el pasado a los reg¨ªmenes dictatoriales que la antecedieron por haberlos considerado un dique frente al integrismo y el terrorismo. Anunci¨® que propondr¨¢ medidas a la UE para sostener y ayudar a las nacientes democracias y despu¨¦s justific¨® sus cambios gubernamentales para as¨ª mejor gestionar toda esta revoluci¨®n "en materia de seguridad y de diplomacia". Advirti¨®, antes de terminar, que un fracaso en la ayuda a la estabilidad de estos nuevos Estados "puede acarrear flujos inmigratorios incontrolados".

M¨¢s all¨¢ de las grandes intenciones de Sarkozy, la ca¨ªda de Alliot-Marie se produjo por un motivo mucho m¨¢s prosaico: en sus vacaciones navide?as, ella, junto a sus padres y su compa?ero, Patrick Ollier, ministro de Relaciones con las Cortes, utilizaron dos veces el avi¨®n privado de un multimillonario empresario local, Aziz Miled, pr¨®ximo a los c¨ªrculos de poder de Ben Ali. La ministra se defendi¨® mal al conocerse la noticia, ocultando datos clave que, cuando salieron a la luz, acabaron de socavar su credibilidad y su futuro: su padre, Bernard Marie, aprovech¨® el viaje para hacer negocios inmobiliarios con Aziz Miled.

La ministra segu¨ªa asegurando que no dimitir¨ªa cuando explot¨®, la semana pasada, la tercera granada medi¨¢tica: Patrick Ollier -que contin¨²a en el Gobierno- hab¨ªa servido de intermediario para empresas francesas de armamento y de explotaci¨®n de energ¨ªa nuclear.