Dimite el primer ministro de T¨²nez ante las nuevas protestas
"No soy el mandatario de la represi¨®n", afirma Mohamed Ghanuchi, que alerta de un compl¨® contra la revoluci¨®n
La primera oleada de protestas en T¨²nez tumb¨® al presidente Zine el Abidine Ben Ali; la segunda, a cinco de los ministros del Gobierno de transici¨®n, y la tercera, al primer ministro, Mohamed Ganuchi, de 69 a?os, que dimiti¨® ayer tras un fin de semana de manifestaciones masivas y, a veces, violentas.
"No soy el primer ministro de la represi¨®n", declar¨® Ghanuchi al anunciar su renuncia, seg¨²n la agencia de prensa tunecina TAP. "No soy el g¨¦nero de persona que puede tomar decisiones que provoquen v¨ªctimas", a?adi¨®. En su despedida advirti¨® que "se est¨¢ tramando un compl¨® contra la revoluci¨®n" y pidi¨® a la "mayor¨ªa silenciosa" que acabe con ¨¦l.
Su sustituto ser¨¢ Beyi Caid Essebsi, de 84 a?os, seg¨²n anunci¨® el jefe de Estado interino de T¨²nez, Fuad Bebazaa. Essebsi ocup¨® numerosos cargos -primer ministro, ministro de Defensa y viceministro de Exteriores- en tiempos del presidente Habib Burguiba (1956-1987), pero se mantuvo apartado de la pol¨ªtica cuando gobernaba Ben Ali. "El pr¨®ximo Consejo de Ministros se celebrar¨¢ en el Hospital Militar, dada la edad media del Gobierno", bromeaban los tunecinos en Facebook.
Beyi Caid Essebsi, veterano pol¨ªtico cercano a Burguiba, asume el cargo
Las violentas manifestaciones del fin de semana dejan cinco muertos
La v¨ªspera del anuncio de Ghanuchi, las protestas dejaron cinco manifestantes muertos, seg¨²n un comunicado del Ministerio del Interior difundido ayer, que se?ala que hubo otros 16 heridos entre los miembros de las fuerzas de seguridad. El texto no precis¨® el n¨²mero de heridos entre los j¨®venes que se echaron a la calle al grito de "Ghanuchi d¨¦gage!" (?Ganuchi, l¨¢rgate!).
Las protestas alcanzaron su c¨¦nit cuando unas 120.000 personas, convocadas a trav¨¦s de Facebook, caminaron el viernes por el centro hasta las puertas del Ministerio del Interior. Se trat¨® de la mayor manifestaci¨®n desde que el 14 de enero huy¨® del pa¨ªs Ben Ali y se exili¨® en Arabia Saud¨ª. Los tunecinos expresaban as¨ª de nuevo su desconfianza hacia un Ejecutivo de transici¨®n, formado el 17 de enero, en el que hab¨ªa varios miembros de la oposici¨®n democr¨¢tica pero que dirig¨ªa el que fue el ¨²ltimo primer ministro de Ben Ali. Su dimisi¨®n fue acogida con una explosi¨®n de alegr¨ªa, pero los j¨®venes que acampan en la ciudad antigua, a las puertas de la jefatura del Gobierno, la consideraban insuficiente. "Se tiene que largar todo el Gobierno y tambi¨¦n el presidente", insist¨ªan al tiempo que promet¨ªan continuar la lucha.
La movilizaci¨®n de la calle ya hizo retroceder al Gobierno el viernes. El Ejecutivo anunci¨® ese d¨ªa que organizar¨¢ unas "elecciones como muy tarde en julio", pero no precis¨® si ser¨ªan legislativas o presidenciales, y que se incautaba los haberes de 110 excolaboradores y familiares del presidente ca¨ªdo, incluidos los de su hijo Mohamed, de 6 a?os. T¨²nez ya hab¨ªa pedido a Arabia Saud¨ª, el 20 de febrero, la extradici¨®n de Ben Ali y de su pol¨¦mica esposa, Leila Trabelsi.
La manifestaci¨®n del viernes acab¨® con enfrentamientos entre un grupo de j¨®venes y la polic¨ªa. El s¨¢bado varios centenares de "agitadores", seg¨²n el Ministerio del Interior, volvieron a la carga y esta vez hubo una aut¨¦ntica batalla campal con cinco muertos. Se escucharon disparos de armas autom¨¢ticas, y a los antidisturbios les acompa?aban agentes de paisano equipados con palos, porras y m¨¢scaras para no respirar los gases de las granadas lacrim¨®genas.
Los manifestantes, por su parte, tiraban adoquines a los agentes y arrancaban el mobiliario urbano de la avenida Burguiba -vallas publicitarias, ramas de ¨¢rboles, papeleras- para frenar el avance de la polic¨ªa erigiendo barricadas. Saquearon, adem¨¢s, tres comisar¨ªas. Ayer domingo hab¨ªa sido convocada una nueva manifestaci¨®n, pero la dimisi¨®n de Ghanuchi apacigu¨® los ¨¢nimos.
Interior no culp¨® del vandalismo a los manifestantes, que describi¨® como "pac¨ªficos", sino a "agitadores infiltrados". Hajer Suid, una de los organizadores de las protestas, sostiene en Facebook que los violentos son, en realidad, "contrarrevolucionarios afines al Reagrupamiento Constitucional Democr¨¢tico, el partido de Ben Ali, que no desean un aut¨¦ntico cambio".
Mokhtar Yahyaui, un juez represaliado por Ben Ali y que goza de gran prestigio, no comparte esta hip¨®tesis. Se sorprende de la impaciencia de los j¨®venes. "Han soportado el r¨¦gimen de Ben Ali durante 23 a?os y ahora son incapaces de esperar unos meses", afirma desconcertado. "Esto es solo un Gobierno de transici¨®n", insiste. "Los manifestantes ejercen un chantaje: el Gobierno cae o paralizan al pa¨ªs, y esto no es democr¨¢tico", advierte.
La tensi¨®n en T¨²nez pone en peligro la visita del presidente espa?ol, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, prevista para el mi¨¦rcoles tras su minigira por el Golfo, que comenz¨® ayer. Si se mantiene ser¨¢ el primer jefe de Gobierno extranjero en pisar T¨²nez tras la ca¨ªda de Ben Ali.
El secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Juan Antonio Y¨¢?ez, precedi¨® a Zapatero el pasado jueves en T¨²nez. Y¨¢?ez se reuni¨® con varios miembros del Gobierno interino, entre ellos el bloguero y secretario de Estado para la Juventud, Slim Amamu. Este tuite¨® los consejos que le prodig¨® Y¨¢?ez: "El secretario de Estado de Exteriores espa?ol me tranquiliz¨®. Tuvieron el mismo descojone despu¨¦s de Franco. Se calmaron tras las elecciones".
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