Rouco: "No tengo la impresi¨®n de que la Iglesia no sea estimada"
Ajustad¨ªsima reelecci¨®n del cardenal de Madrid como l¨ªder de los obispos
El cardenal Antonio Mar¨ªa Rouco Varela (Villalba, Lugo, 20 de agosto de 1936) es desde ayer el prelado con mejor hoja de servicios en la Conferencia Episcopal Espa?ola (CEE) desde la creaci¨®n de este organismo en 1966. A punto de cumplir 75 a?os, el arzobispo de Madrid fue confirmado como el l¨ªder m¨¢s visible del catolicismo espa?ol en la primera votaci¨®n de los obispos, reunidos en asamblea toda esta semana. Pese a todo, el resultado fue muy ajustado (39 votos de los 75 emitidos). El arzobispo de Valladolid, Ricardo Bl¨¢zquez, fue elegido poco m¨¢s tarde vicepresidente, con 51 votos de los 74 emitidos. Bl¨¢zquez ya arrebat¨® la presidencia a Rouco en 2005 y ayer obtuvo 28 votos como candidato a la presidencia.
El arzobispo Bl¨¢zquez repite con holgura como vicepresidente
Tambi¨¦n obtuvieron votos el arzobispo de Valencia, Carlos Osoro (3), y el vicario general castrense, arzobispo Juan del R¨ªo (2). El gran derrotado ha sido el otro cardenal en activo en Espa?a y arzobispo de Barcelona, Lluis Mart¨ªnez i Sistach, al que Rouco quer¨ªa en la vicepresidencia. Solo obtuvo 17 votos.
Este es el cuarto mandato de Rouco, superando los tres consecutivos del m¨ªtico cardenal Enrique Vicente y Taranc¨®n, que lider¨® al episcopado entre 1972 y 1981 con grandes apoyos internos y espectacular eco popular y medi¨¢tico. Taranc¨®n tambi¨¦n ejerci¨® la presidencia una parte del trienio anterior, por fallecimiento de su titular, el primer arzobispo de Madrid, Casimiro Morcillo Gonz¨¢lez.
Visiblemente satisfecho y m¨¢s cercano que de costumbre, Rouco compareci¨® ante los periodistas pasado el mediod¨ªa para contestar a tres preguntas y hacer una brev¨ªsima expresi¨®n program¨¢tica. La expectaci¨®n era grande, pese a ser una escena repetida por cuarta vez desde 1999. Lo subray¨® con iron¨ªa el cardenal gallego, poco antes de advertir sobre las generales de la ley sobre su cargo. "El presidente de la conferencia episcopal no es presidente de los obispos. Eso lo es el Papa. Pero, s¨ª, la conferencia es una instituci¨®n de mucha importancia, con una funci¨®n de diagn¨®stico y de estudio sobre el trabajo que debemos abordar juntos en la Iglesia y ante la sociedad. Pero no somos ni un parlamento, ni un gobierno. Y tampoco somos exactamente la Iglesia espa?ola. La Iglesia es cat¨®lica y universal, no comienza en los Pirineos, ni termina en Gibraltar", dijo.
Tambi¨¦n despej¨® el cardenal las inc¨®gnitas sobre su nuevo mandato, por si quedaba alguna duda. Nada va a cambiar. "La ruta est¨¢ marcada. En primer lugar, tenemos ante nosotros la Jornada Mundial de la Juventud el pr¨®ximo agosto. Es la segunda en Espa?a, entre las trece que se han celebrado fuera de Roma, y es un reto en una Iglesia que est¨¢ cercana a los j¨®venes", afirm¨®.
Sobre el severo desprestigio de la Iglesia cat¨®lica -mayor incluso que el de la clase pol¨ªtica-, reflejado en encuestas y estudios sociol¨®gicos, Rouco se mostr¨® relajado. "La sociolog¨ªa no es una ciencia infalible ni la definitiva medida de lo que significa la Iglesia en la vida de las personas. El calor popular es muy grande, el ¨ªndice de participaci¨®n en la misa dominical es muy alto, en Madrid hemos construido 60 iglesias y centros parroquiales nuevos, y todo eso procede de la iniciativa de la gente. No tengo yo la sensaci¨®n de que la Iglesia en este momento no sea cre¨ªble o estimada, sino al contrario. El pueblo de Dios est¨¢ muy vivo".
Preguntado sobre sus relaciones con el Gobierno en el futuro (despu¨¦s de recordarle los conflictos del pasado por el supuesto laicismo radical del Ejecutivo socialista y por leyes protestadas con acritud por el propio cardenal), Rouco exhibi¨® un tono conciliador, poniendo por testigos a tres de sus predecesores en el tardofranquismo y durante la transici¨®n a la democracia, en concreto a los cardenales Fernando Quiroga Palacios como primer presidente de la CEE (1966-1969) y Taranc¨®n, y al arzobispo Morcillo.
"Desde entonces, la relaci¨®n nuestra con el Gobierno que turno b¨¢sicamente fue correcta, a veces cordial y siempre cooperante. La f¨®rmula de relaci¨®n sigue vigente en estos momentos. Por ejemplo, nuestra relaci¨®n con el Gobierno es intensa y muy satisfactoria en la organizaci¨®n de la Jornada Mundial de la Juventud, igual que con la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid", explic¨®. Pese a todo, no pudo evitar recordar conflictos hist¨®ricos "sin solucionar", en referencia a la pol¨¦mica asignatura de religi¨®n en las escuelas p¨²blicas, entre.
Nacido en 1936, un a?o terrible para Espa?a por ser el inicio de una sangrienta guerra incivil provocada por un golpe militar apoyado con entusiasmo por la inmensa mayor¨ªa de los jerarcas cat¨®licos del momento, Rouco descart¨® ayer que su Iglesia vaya a aprovechar este 75 aniversario para "pedir perd¨®n al pueblo espa?ol". Dijo secamente: "En 2000, la Conferencia Episcopal emiti¨® un documento sobre ese pasado. Me remito a ¨¦l".
En realidad, el documento se emiti¨® en noviembre de 1999, bajo el t¨ªtulo La fidelidad de Dios dura siempre. Mirada de fe al siglo XX. Dec¨ªan entonces los obispos: "Espa?a se vio arrastrada a la guerra civil m¨¢s destructiva de su historia. No queremos se?alar culpas de nadie en esta tr¨¢gica ruptura de la convivencia entre los espa?oles. Deseamos m¨¢s bien pedir el perd¨®n de Dios para todos los que se vieron implicados en acciones que el Evangelio reprueba, estuvieran en uno u otro lado de los frentes trazados por la guerra. La sangre de tantos conciudadanos nuestros derramada como consecuencia de odios y venganzas, siempre injustificables, y en el caso de muchos hermanos y hermanas como ofrenda martirial de la fe, sigue clamando al Cielo para pedir la reconciliaci¨®n y la paz".
Ocho presidentes en 45 a?os
- La Conferencia Episcopal fue constituida en 1966. Goza de personalidad jur¨ªdica p¨²blica eclesi¨¢stica y civil en virtud del Acuerdo sobre Asuntos Jur¨ªdicos entre Espa?a y el Estado de la Santa Sede, de 1979.
- El presidente la representa jur¨ªdicamente y cuida las relaciones con la Santa Sede y con otras Conferencias Episcopales. El cargo tiene duraci¨®n de un trienio.
- Fernando Quiroga Palacios fue el primer presidente, por un solo trienio (1966-1969). Era cardenal de Santiago de Compostela cuando fue elegido.
- Casimiro Morcillo Gonz¨¢lez (1969-1971, trienio incompleto por fallecimiento) fue el primer arzobispo de Madrid y era procurador en Cortes cuando fue elegido. Esto le cost¨® el capelo cardenalicio. - Vicente Enrique y Taranc¨®n complet¨® el trienio de Morcillo y otros tres, hasta 1981, y pilot¨® la transici¨®n de la Iglesia hacia la democracia.
- Gabino D¨ªaz Merch¨¢n (1981-1987, dos trienios) es arzobispo em¨¦rito de Oviedo y mantuvo la l¨ªnea de Taranc¨®n.
- ?ngel Suqu¨ªa fue cardenal de Madrid y gobern¨® la conferencia entre 1987 y 1993. Liquid¨® el taranconismo con un giro muy conservador.
- El¨ªas Yanes ?lvarez (1993-1999, dos trienios). Colaborador de Taranc¨®n, pag¨® su actitud jubil¨¢ndose solo como arzobispo de Zaragoza.
- Antonio Mar¨ªa Rouco Varela (1999-2005, dos trienios). Continuador de Suqu¨ªa, del que fue obispo auxiliar en Compostela. Recuper¨® el liderazgo en 2008 y ahora tiene un nuevo trienio, hasta 2014.
- Ricardo Bl¨¢zquez P¨¦rez (2005-2008, un trienio). Pag¨® su actitud moderada recluido en Bilbao hasta la muerte de Juan Pablo II. Benedicto XVI le compens¨® haci¨¦ndole arzobispo de Valladolid.
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