Un mal karma

El rotundo ¨¦xito de la saga Piratas del Caribe -cuyas tres primeras entregas estuvieron dirigidas por Gore Verbinski- puede hacer olvidar que la carrera del cineasta -sofisticado cal¨ªgrafo de formas, sin reconocible discurso autoral- se abri¨® con una pel¨ªcula de muy diverso signo, una ¨®pera prima prometedora, heterodoxa y cargada de ins¨®litos ecos: Un ratoncito duro de roer, comedia sustentada sobre una situaci¨®n arquet¨ªpica del cartoon cl¨¢sico que Verbinski, con la complicidad de los actores Lee Evans y Nathan Lane, rod¨® como si fuera la pel¨ªcula secreta que Vlad¨ªmir y Estrag¨®n, los personajes de Esperando a Godot, protagonizaron en Otra Vida, en una realidad paralela en la que ejercieran de improbables c¨®micos supervivientes del cine mudo. Rango, ¨²ltimo trabajo de Verbinski, parece recuperar el esp¨ªritu iconoclasta de ese debut para inflamarlo con tonos de visi¨®n de peyote o de del¨ªrium tr¨¦mens inducido por una insolaci¨®n en plena borrachera de mezcal. El resultado es una de las m¨¢s extra?as -y fascinantes- producciones de animaci¨®n digital surgidas al margen de Pixar: una pel¨ªcula que funda su propia est¨¦tica, sin fotocopiar modelos can¨®nicos, situ¨¢ndose a medio camino entre el hiperrealismo grotesco que recorr¨ªa la ¨²ltima trilog¨ªa gal¨¢ctica de George Lucas y la psicodelia feroz de Ralph Steadman. Los referentes tienen su raz¨®n de ser: Rango es la primera pel¨ªcula de animaci¨®n digital realizada enteramente por la Industrial Light & Magic, la compa?¨ªa de efectos especiales fundada por el padre de La guerra de las galaxias, y el cameo que realizan unos hiperbolizados Hunter S. Thompson y ?scar Zeta Acosta de s¨ªntesis subraya la cercan¨ªa con la obra de Steadman.

As¨ª, con una forma que parece canalizar turbias pulsiones adultas y un esp¨ªritu de cartoon universal, atemporal y para todo tipo de p¨²blico, Rango cuenta la historia de un camale¨®n con ¨ªnfulas de actor que se convierte en sheriff a la fuerza de una arquet¨ªpica ciudad maldita -y corrupta- de western.

Lo m¨¢s valioso no es su elaborado humor, ni su sorprendente dise?o de personajes, sino la excelente animaci¨®n que hace de Rango uno de los mejores papeles recientes de quien, en el original, le presta la voz: el mutante Johnny Depp.