Nuestros p¨¢jaros
Narrativa. Empezamos bien. Nada m¨¢s iniciar la lectura nos encontramos con episodios din¨¢micos y potentes. De nivel alto. Con imaginaci¨®n desbordante se despliegan varias narraciones protagonizadas por dragones que plantean asuntos graves como la dif¨ªcil supervivencia humana o el dilema entre la libertad y la opresi¨®n. Incluso hay un pr¨ªncipe que vence al m¨¢s vil de los dragones con la valent¨ªa y la audacia de un san Jorge. Otros animales participan en el fest¨ªn hasta que el foco principal queda fijado en los p¨¢jaros, sus migraciones, sus vuelos graciosos o elegantes, y su funci¨®n de gu¨ªas o profetas en nuestro confuso mundo. Nuria Barrios (Madrid, 1962) no renuncia a los asuntos que siempre la han caracterizado, el cuerpo de la mujer y sus transformaciones y las funciones elementales de la naturaleza que condicionan la vida humana. Sin embargo, en esta obra se acoge a un estilo m¨¢s personal, original, un lenguaje naif, inocente pero sutil, muy adecuado para la ocasi¨®n, en que las palabras, como los p¨¢jaros, vuelan. A la que uno se descuida se juntan en expresivas frases resumiendo d¨®cilmente una emoci¨®n o un pensamiento. Los sucesos m¨¢s sorprendentes adquieren la sencillez de lo cotidiano y uno puede pensar que los milagros son posibles.
El alfabeto de los p¨¢jaros
Nuria Barrios
Seix Barral. Barcelona, 2011
254 p¨¢ginas. 18,50 euros
La autora recoge elementos de los cuentos populares e infantiles, de las leyendas y los mitos de siempre, los agita y los vuelca en el papel con un sentido nuevo. Esos viajes alados en que las personas son p¨¢jaros y los p¨¢jaros personas como ese "pa¨ªs de los ni?os sin padres" ¨¦mulo del de los ni?os perdidos evocan el mundo de Peter Pan, aunque con prop¨®sitos distintos. Nix, la ni?a china protagonista, sufre, como Alicia, una ca¨ªda interminable por un t¨²nel misterioso y, como ella, se encuentra con extra?os seres y asombrosos escenarios en su b¨²squeda de una respuesta a los enigmas planteados por la rudeza del mundo real. Y, como es propio de los cuentos tradicionales, hace su aparici¨®n un personaje auxiliar para impulsar la narraci¨®n. Se trata de un armario que tiene vida propia y humanidad desbordante y posee m¨²ltiples habilidades.
Las conversaciones que sostienen madre e hija (ah¨ª donde la autora se encuentra tan a gusto) forman la columna vertebral de la obra. En un estilo coloquial gr¨¢cil e instintivo, casi alado podr¨ªamos decir muy a prop¨®sito, las dos interlocutoras hablan largamente y se revelan sin disimulo ante el lector. La madre siempre tiene una historia a punto para ser contada que por triste o dram¨¢tica que sea produce en la ni?a la alegr¨ªa del deslumbramiento. De esos coloquios surgen ideas, sentimientos y nuevas percepciones que conducen a Nix a reflexionar sobre su situaci¨®n, sobre sus dos pa¨ªses que son diferentes pero iguales, pues como dice el t¨ªtulo de un cap¨ªtulo "En China y en Espa?a habla igual el coraz¨®n". Y ya ver¨¢n por qu¨¦ raz¨®n resume su dilema vital en una frase lapidaria que nos lleva nuevamente a Peter Pan: "Todos los ni?os tienen dos barrigas, menos yo".
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