Erudito pop orquestal
?Hay m¨¢s discos o libros en el apartamento de Konstantin Gropper? El interpelado, un joven alem¨¢n de cara redonda y sonrosada, alza sus ojos claros en se?al de c¨¢bala y admite: "No sabr¨ªa decir con precisi¨®n, pero varios miles en ambos casos. Y si sumamos la colecci¨®n de mi novia, muchos m¨¢s a¨²n".
Gropper es el compositor, alma y cabeza visible de Get Well Soon, un sexteto de pop orquestal que inevitablemente llama la atenci¨®n por lo elevado de sus referencias est¨¦ticas. Este a?o ha alumbrado un precioso segundo disco, Vexations, que toma su nombre de una poco divulgada partitura de Erik Satie ("mi padre es m¨²sico cl¨¢sico, pero ¨¦l tampoco la conoc¨ªa"). Para que nos hagamos una idea: el ¨¢lbum se abre con un tributo (Seneca's silence) a nuestro fil¨®sofo cordob¨¦s S¨¦neca el Joven; toma prestadas sentencias de Marx, Sartre o Nietzsche, hace alarde de cinefilia (Werner Herzog gets shot) o propone visitas a los grandes templos del arte, como en A voice in the Louvre.
"Supongo que me pueden considerar un cultureta", asume Gropper con sonrisa de pillo, consciente de que no frecuenta par¨¢metros convencionales para la m¨²sica popular. "Siempre me pareci¨® divertido crear algo nuevo a partir de muchas citas e influencias dispares. Soy un hombre rodeado de libros y eso se nota, pero el resultado tiene un punto ir¨®nico. Siempre parto de la base de que escribir canciones es m¨¢s divertido que preparar trabajos para la universidad".
El m¨¢ximo responsable de Get Well Soon comenz¨® las carreras de literatura y filosof¨ªa, pero en ambos casos tir¨® la toalla. "Descubr¨ª que no me gustaba estudiar, ni los estudiantes, ni la vida universitaria", se excusa. Prefiri¨® enclaustrarse en su habitaci¨®n y explorar sus habilidades musicales, aprovechando que ya desde los seis a?os hab¨ªa empezado a estudiar violonchelo en el conservatorio. "Provengo de una ciudad, Biberach, con apenas 300.000 habitantes y en la que no sucede absolutamente nada, as¨ª que me puse a componer, componer y componer. Quiz¨¢s habr¨ªa sido m¨¢s sencillo darme a conocer desde Londres, por ejemplo, pero tambi¨¦n tiene su gracia vivir en un sitio raro, ?no?".
Sus desvelos se materializan hasta la fecha en un par de trabajos (Rest now weary head you will get well soon y el mencionado Vexations) de sonido rom¨¢ntico, apasionado, l¨ªrico y conmovedor, no muy alejado de los hallazgos est¨¦ticos de The Divine Comedy. Hay estribillos radiables, a buen seguro, pero tambi¨¦n arreglos demasiado minuciosos y apote¨®sicos para lo que se estilar¨ªa en el pop comercial.
En realidad, Gropper no hace grandes distingos entre Neil Hannon, Thom Yorke (Radiohead), Ennio Morricone o Stravinsky. "No creo que mis discos sean complicados, sino solo emocionales. Nunca entend¨ª bien la incomprensi¨®n que la m¨²sica cl¨¢sica genera entre los m¨²sicos populares, y a la inversa", reflexiona. "Ni siquiera sienten curiosidad, pero yo procuro rodearme en el grupo de compa?eros vers¨¢tiles y desprejuiciados". A sus 28 a?os, Konstantin Gropper nunca sale a un escenario si no es con traje y corbata. "Me parece un gesto de respeto hacia la audiencia. Estar sobre las tablas constituye una circunstancia especial y no puedes llevar la misma ropa que un d¨ªa cualquiera", argumenta. M¨¢s all¨¢ de envoltorios, sus enf¨¢ticas composiciones hacen bueno el nombre de la banda: Ponte Bueno Pronto. "Desde luego que abrazo la idea rom¨¢ntica de que la m¨²sica posee propiedades sanadoras. Nietzsche ya dijo que la vida, sin m¨²sica, ser¨ªa un error. Yo creo que poner un buen disco es lo mejor que puedes hacer para salir airoso de un momento de amargura".
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