Del rock agr¨ªcola al pop de la clase media
Generalicemos, con todos los riesgos en ello implicados. Vuelven Sopa de Cabra y de paso el recuerdo del rock catal¨¢n, aquel tsunami musical que se distingui¨® por la popularizaci¨®n del catal¨¢n como lengua musical, por una est¨¦tica musical juvenil, letras mayormente intrascendentes y por el protagonismo de artistas que en su mayor parte, como Sopa de Cabra, estaban influidos por m¨²sicas previas al punk, que omitieron para reflejarse en el rock de los setenta. Aquello pas¨®, y una vez que el catal¨¢n como idioma perdi¨® aire oficial y connotaciones est¨¦ticas, los artistas que no ten¨ªan a la primera juventud como destinatario e inspiraci¨®n y quer¨ªan apartarse de los caminos m¨¢s "antiguos" -el rock melenudo- proponiendo otras formas musicales, hicieron florecer lo que hoy quieren llamar nuevo pop catal¨¢n.
Lo cierto es que ni es nuevo -parte de sus grupos m¨¢s populares llevan a?os haciendo m¨²sica- ni tampoco es solo pop, dado que el folk tiene un peso creciente pese a la extracci¨®n urbana de sus m¨²sicos. Y es catal¨¢n, s¨ª, pero no solo en catal¨¢n, porque parece superado considerar el idioma como ¨²nica se?a de identidad cultural, error excluyente cometido en los noventa. Pero una flor no hace primavera y el florecimiento de esta generaci¨®n no garantiza el futuro. De entrada porque el presente es adverso: la mayor parte de estos m¨²sicos no son profesionales; la panacea del directo se est¨¢ diluyendo, las actuaciones escasean y no hay giras de 100 conciertos como anta?o; las retribuciones por concierto han bajado de forma alarmante en los ¨²ltimos tiempos; los discos no se venden y hacer m¨²sica, a diferencia de los tiempos del rock catal¨¢n, es mayormente una segunda ocupaci¨®n.
Hoy, quiz¨¢s como pen¨²ltima bocanada de una clase social en crisis asediada por "los mercados", triunfan los m¨²sicos treinta?eros de clase media y ello se refleja en un entorno pop y folk sin aristas, con letras pautadas por costumbrismo y vaivenes emocionales que carecen de postura ideol¨®gica en el sentido m¨¢s militante del t¨¦rmino. Nada -exceptuando Els Pets, a la saz¨®n grupo de pop- hay pues que vincule art¨ªsticamente a la generaci¨®n del rock catal¨¢n con la actual, que precisamente creci¨® cuando el peso de ese rock desapareci¨®. Son nuevos tiempos, esperemos que los errores sean diferentes.
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