El salto a la libertad
No cesa la hu¨ªda de bailarines cubanos y se reaviva la lucha por la sucesi¨®n de Alicia Alonso al frente del ballet cubano
El pasado 29 de octubre de 2010 el desfile inaugural del Festival Internacional de Ballet de La Habana se abr¨ªa con un pomposo aparato coreogr¨¢fico al estilo de c¨®mo lo hace cada a?o la ?pera de Par¨ªs, con m¨¢s de dos centenares de estudiantes y toda la plantilla del Ballet Nacional de Cuba (BNE) en escena. El desfile se cierra siempre con la aparici¨®n de Alicia Alonso, que ya apenas puede andar, y esta vez fue del brazo de dos de las actuales estrellas del conjunto. La sosten¨ªa por la derecha Elier Bourzac, el mismo que ha encabezado la deserci¨®n en la tarde del 28 de febrero en Toronto, Canad¨¢, la misma ciudad donde Mijail Barishnikov desert¨® de las filas de Ballet Kirov de Leningrado tras su ¨²ltima actuaci¨®n; entonces Misha salt¨® desde una ventana trasera del Centro O'Keefe escurri¨¦ndose al cerco de sus vigilantes de KGB.
Elier Bourzac dice que se fugaron por motivos art¨ªsticos, no pol¨ªticos
En el palco de honor del Gran Teatro de La Habana ve¨ªa la escena del desfile Ra¨²l Castro flanqueado por Loipa Ara¨²jo y el marido de Alicia Alonso, Pedro Sim¨®n, dos personajes en la sombra pero muy importantes en la lucha por la sucesi¨®n de la nonagenaria directora al frente de las estructuras del ballet cubano. La fanfarria no hac¨ªa presagiar algo as¨ª.
Los cuatro bailarines que han desertado en Canad¨¢ junto a Elier Bourzac, de 26 a?os y nacido en Santiago de Cuba, son su esposa, Patricia Gonz¨¢lez, de 24; el solista Jorge Villaz¨®n, de 32 a?os y nacido en Matanzas, adem¨¢s de los nuevos graduados Hugo Rodr¨ªguez y Yadil Su¨¢rez, de 20 y 22 a?os, respectivamente. Bourzac ha dicho, como portavoz del grupo, que sus razones son art¨ªsticas y no pol¨ªticas, con lo que despertado las iras de parte del exilio cubano, donde se ha llegado a acu?ar la frase "el asilo por motivos art¨ªsticos no existe". Los cuatro primeros permanecen en Toronto y toman clases regulares en las sedes del ballet local como invitados. Catherine Chang, portavoz del Ballet Nacional de Canad¨¢, no especific¨® si ya estos artistas estaban sometidos a un proceso de audici¨®n y admisi¨®n "porque eso es confidencial".
Yadil Su¨¢rez, que permanece separado de los otros cuatro artistas en Montreal por decisi¨®n propia, hab¨ªa sido escogido recientemente en La Habana, el pasado 21 de diciembre de 2010, fecha en que se celebraba una gala por el 90? cumplea?os de Alicia Alonso (que en realidad son 92, pues la diva naci¨® en esa fecha pero en 1917: su pasaporte fue cambiado en 1964 y as¨ª figura en las principales enciclopedias de ballet), para bailar un pas de deux junto a Viengsay Vald¨¦s, actualmente la m¨¢xima figura femenina de la agrupaci¨®n cubana. Era una selecci¨®n simb¨®lica: en ese jubileo, Yadil, reputado como un buen partenaire y con una buena presencia f¨ªsica, representaba el futuro, la nueva generaci¨®n masculina del ballet cubano y as¨ª era publicitado. Apenas 60 d¨ªas despu¨¦s de cantarle el cumplea?os feliz a su jefa m¨¢xima, desertaba en Canad¨¢; una jefa que probablemente nunca le ha visto bailar, porque en realidad Alicia Alonso est¨¢ pr¨¢cticamente ciega desde hace 30 a?os, a lo que se suman sus agravados problemas de motricidad por el Parkinson que padece en grado muy avanzado y una lesi¨®n de la cadera derecha que se niega a operar y que le impide andar. En todos los mentideros internacionales del ballet se preguntan desde hace a?os c¨®mo puede seguir al frente del BNE una persona en sus condiciones a pesar de su tes¨®n, y se atribuye parte de la decepci¨®n de las nuevas generaciones a esta situaci¨®n anquilosada y sin salida.
Son la coincidencia tr¨¢gica de los ¨²ltimos achaques de la m¨ªtica bailarina cubana y los ¨²ltimos avatares de una di¨¢spora, la cubana, consensuada como la m¨¢s importante de la historia universal del ballet adem¨¢s de la rusa, que comenz¨® en 1966 con la hu¨ªda en Par¨ªs de 10 bailarines, entre ellos Lorenzo Monreal, padre del ¨²nico nieto de Alicia Alonso y entonces una de las principales figuras masculinas del BNC, que actuaban en la ?pera de Par¨ªs; toda esa defecci¨®n suced¨ªa a menos de cuatro a?os de que lo hiciera Rudolf Nureyev tambi¨¦n en un aeropuerto de la capital francesa. Desde entonces, los bailarines cubanos no han dejado de salir de Cuba por todos los medios posibles, saltando por las ventanas de los hoteles, imitando el cuerpo durmiente con tres almohadas, llenando de ladrillos una maleta para que pareciera llena de ropa de ballet o simplemente corriendo hacia la libertad en cualquier ciudad del mundo: como en las pel¨ªculas; algunos m¨¢s traumaticamente que otros pero con una lectura ¨²nica: escapar de las presiones internas de Alonso y su c¨²pula, del asfixiante ballet oficial criollo y de la angustiosa realidad pol¨ªtica y social cubanas.
"Alg¨²n d¨ªa se contar¨¢, se escribir¨¢ la verdadera historia del ballet cubano con el sufrimiento a que el sistema someti¨® a sus artistas durante d¨¦cadas. Eso se ha silenciado con la complicidad de mucha gente de dentro y de fuera de Cuba", comenta sin ambages Pedro Pablo Pe?a, fundador y director del Cuban Classical Ballet of Miami, y que tambi¨¦n ha declarado anteayer a la televisi¨®n en el Condado de Dade estar dispuesto a acoger a todos los bailarines cubanos que decidan hacer lo mismo: "Ya lo hemos hecho y lo seguiremos haciendo", ha dicho telef¨®nicamente a este peri¨®dico desde la sede de su compa?¨ªa en el Teatro Manuel Artime de Miami: "Es una ¨¦poca dura, pero los artistas cubanos siempre nos hemos ayudado unos a otros. Es un deber c¨ªvico que a veces choca con la burocracia y los tr¨¢mites oficiales, que son duros y lentos y no siempre comprensivos con la urgencia y las particularidades de la vida y carrera de un bailar¨ªn. Los rusos siempre lo tuvieron m¨¢s f¨¢cil". Pe?a, que fue bailar¨ªn del BNE en su juventud y core¨®grafo titular del Teatro Musical de La Habana, huy¨® de Cuba con lo puesto en los d¨ªas del ¨¦xodo del Puerto del Mariel en 1980. Ahora dirige adem¨¢s de su compa?¨ªa, el Festival Internacional de Ballet de Miami, que este a?o 2011 llega a su 16? edici¨®n y que compite con el de La Habana en algo m¨¢s que la cercan¨ªa geogr¨¢fica: potenciar el amor al ballet cl¨¢sico.
Su razonamiento es claro: "Poco a poco, los mejores se fueron marchando de Cuba en busca de libertad y de oportunidades art¨ªsticas. La lista es enorme. En nuestro festival han bailado a?o tras a?o todos los que se han ido, como las hermanas Lorna y Lorena Feij¨®o, dos de las m¨¢s grandes e indiscutibles artistas hispanas y mundiales de los ¨²ltimos a?os".
La vida de las hermanas Feij¨®o da para una bell¨ªsima y emocionante pel¨ªcula o para un sabroso ballet de argumento. Lorna, primera bailarina en Boston y Lorena, estrella mimada de la ?pera de San Francisco y que tambi¨¦n ha hecho cine con Andy Garc¨ªa. En Miami volvieron a bailar juntas en Giselle. Son grandes estrellas internacionales y Cuba las ignora.
Es as¨ª que la sucesi¨®n de Alicia Alonso como directora del Ballet Nacional de Cuba planea espectralmente detr¨¢s de cada deserci¨®n o escapada de alg¨²n artista. Todav¨ªa se recuerda la crisis que comenz¨® en 1992 con la petici¨®n de asilo pol¨ªtico en Roma de la primera figura masculina del BNC y partenaire de la propia Alonso durante casi 20 a?os, Jorge Esquivel. A eso se uni¨® la hu¨ªda discreta de seis artistas solistas en Madrid, Par¨ªs, Ly¨®n, M¨¦xico y Canad¨¢ y la destituci¨®n fulminante de Alonso como directora art¨ªstica del Gran Teatro de La Habana por los esc¨¢ndalos econ¨®micos y personales en los que se implic¨® a Pedro Sim¨®n, su marido y director del Museo de la Danza de La Habana.
Los primeros en abandonar el BNC en Madrid fueron Fernando Garc¨¦s y Marisela Alonso, a los que le siguieron en Par¨ªs Pompeyo Pino Pich (muy cercano a Alonso y jefe de prensa y relaciones p¨²blicas del BNC), la regidora jefa del conjunto Silvia Marina y su marido, el bailar¨ªn Emilio Manzano. Dos d¨ªas antes el prometedor solista Ismael Lorenzo desapareci¨® del hotel en Ly¨®n donde el ballet cubano abr¨ªa la bienal de la danza dedicada a Espa?a y Latinoam¨¦rica.
Casi al mismo tiempo, algunos implicados en aquel esc¨¢ndalo habanero de tr¨¢fico de artilugios electr¨®nicos y divisas y donde desaparecieron de las arcas del teatro m¨¢s de un cuarto de mill¨®n de d¨®lares, aparecieron instalados en Madrid bajo el paraguas de la C¨¢tedra de Ballet Alicia Alonso fundada por Gustavo Villapalos cuando era rector de la Universidad Complutense y donde Alonso devengaba un alto sueldo mensual en car¨¢cter de asesora (300.000 pesetas de entonces); se habl¨® de que Alonso comenzaba as¨ª un discreto y camuflado exilio dorado, pero la historia tom¨® un giro diferente. Luego la c¨¢tedra tuvo que cambiar de universidad, y el chorreo de discretos exilios dorados contin¨²a hasta hoy, con que, seg¨²n los propios artistas del ballet, se frenan en parte las deserciones airadas y se acogen a esa f¨®rmula consensuada. Actualmente en Madrid viven m¨¢s de 25 miembros del BNE repartidos por academias y compa?¨ªas; las ¨²ltimas en llegar, cuatro bailarinas del Ballet de Camag¨¹ey que luchan por regularizar su situaci¨®n como cualquier emigrante.
Una maestra de ballet cubano residente en Atlanta lleva desde fines de los a?os sesenta del siglo pasado una ajada libreta (que en realidad son ya dos cuadernos) donde la lista de artistas cubanos de la danza huidos pasa de 180 y no deja de crecer (si le suman otros profesionales del sector como core¨®grafos, dise?adores o t¨¦cnicos, pasa de 300). All¨ª ha anotado la fecha de deserci¨®n, el primer destino y lo que ha podido saber desde su retiro de cada uno, unas anotaciones que comenzaron cuando no exist¨ªan ni Internet ni facebook ni twitter. Su hijo est¨¢ todav¨ªa en Cuba y no est¨¢ ya relacionado con el ballet pero las sombras alargadas son las mismas. No quiere dar su nombre y sigue teniendo miedo pero pone su libreta a nuestra disposici¨®n.
El caso de Rosario Su¨¢rez, la m¨¢s famosa bailarina cubana despu¨¦s de Alonso, con un aura de verdadera estrella, ganadora de premios internacionales muy prestigiosos en Mosc¨², Varna y Tokio y adorada por el p¨²blico cubano, ha sido de los m¨¢s dolorosos y tr¨¢gicos. Tras pedir asilo pol¨ªtico en Madrid en septiembre de 1994, ¨¦ste le fue denegado por las dur¨ªsimas presiones diplom¨¢ticas y de los servicios secretos cubanos, que la hostigaron sin tregua. Su¨¢rez apenas consigui¨® un escu¨¢lido permiso de residencia que no le permit¨ªa trabajar establemente y no pudo acceder siquiera a un puesto de maestra en un conservatorio madrile?o, lo que la oblig¨® junto a su hija peque?a a volver a emigrar, esta vez a Norteam¨¦rica, donde por fin obtuvo reconocimiento profesional y ciudadano.
En la v¨ªspera del cumplea?os de Alicia Alonso, el 20 de diciembre de 2007, cruz¨® la frontera de Canad¨¢ en el maletero de un coche el joven Taras Domitro Su¨¢rez (hoy estrella en ascenso en el Ballet de la ?pera de San Francisco). Su progenitora, la maestra de ballet Magali Su¨¢rez, cual madre coraje, hab¨ªa ido a recogerle desde Miami. Otros dos primeros bailarines cubanos que huyeron en esa ocasi¨®n fueron Miguel ?ngel Blanco (actualmente en el Joffrey Ballet de Chicago) y Hayna Guti¨¦rrez (hoy en el Alberta Ballet de Canad¨¢).
Hay varios casos de heroicos "espaldas mojadas" entre los bailarines cubanos que desertaron en M¨¦xico y que ante la poca cooperaci¨®n de las autoridades mexicanas, que en ocasiones llegaron a devolver cubanos a la isla, se arriesgaron a cruzar la frontera clandestinamente. En caso m¨¢s sonado: el primer bailar¨ªn Rolando Sarabia, el mejor, cargado de laureles y trofeos, comparado como un nuevo Barishnikov joven, que en agosto de 2005 pide asilo pol¨ªtico en Miami tras la peripecia de un largo viaje por autopistas desde Arizona a La Florida. Entonces ya en Miami Sarabia dijo: "Al artista no se le pueden cortar las alas. El artista es un ser libre. No me fui de Cuba en busca de dinero, sino porque me cerraron las puertas en el BNC y llega un momento en que das el gran salto o terminas en la nada". Su hermano, Daniel Sarabia, hab¨ªa desertado un a?o antes en 2004 por la misma v¨ªa mexicana y se reunieron finalmente en el Ballet de Boston. El pasado mes de septiembre Rolando, actualmente en el Cuban Classical Ballet, volvi¨® a bailar en Miami con Xiomara Reyes, la ¨²nica cubana que ha llegado a primera bailarina del American Ballet Theatre despu¨¦s de Alonso y que est¨¢ fuera de Cuba desde los 18 a?os, tras desarrollar una s¨®lida carrera europea como estrella del Ballet de Amberes. Reyes es una excepci¨®n a rega?adientes del r¨¦gimen de Castro: se la permiti¨® volver a bailar en La Habana con la delegaci¨®n norteamericana al festival de noviembre de 2010 tras las presiones de la compa?¨ªa neoyorkina y la diplomacia de Washington a la organizaci¨®n den evento, que en un principio desestim¨® la presencia de la cubana como representante estelar de un ballet extranjero en La Habana. El ¨²ltimo "espalda mojada" del ballet cubano es el joven de 20 a?os Christopher Rodr¨ªguez, que cruz¨® la frontera mexicana con 18 y ya actu¨® con el Cuban Classical Ballet of Miami como el Torero Espa?a en las representaciones de Don Quijote de mayo del a?o pasado en Miami Beach. El mundillo de la danza y los peri¨®dicos en La Florida asegura que est¨¢ sobrado de talento y llegar¨¢ lejos.
Todos los bailarines cubanos que han dejado Cuba y quieren mantener un contacto con sus familias o la propiedad de una casa en Cuba deben pegan unos alt¨ªsimos c¨¢nones al propio BNC y a la UNEAC (Uni¨®n Nacional de Escritores y Artistas de Cuba) que rondan entre el 25 y 30 % de sus salarios en el extranjero. No se trata de impuestos regulares, sino de un canon casi punitivo para poder mantener su pasaporte en regla, poder viajar a Cuba a ver a sus parientes y no ver confiscados una casa o un coche, que es lo m¨¢ximo que poseen en la isla. Los que orbitan en el extranjero, especialmente en Espa?a alrededor de la c¨¢tedra madrile?a y de otras misiones especiales de la propia Alonso, lo tiene m¨¢s f¨¢cil: no s¨®lo no han perdido su puesto en Cuba sino que se les cobra menos de ese canon irregular que ya en su momento fue cuestionado por las propias autoridades cubanas cuando Marcia Leyseca era viceministra de cultura de Cuba, que inici¨® una investigaci¨®n que el propio Fidel Castro abort¨® y que cost¨® el puesto a Leyseca: Alicia Alonso es incuestionable, fue la conclusi¨®n de aquella tormenta medi¨¢tica y pol¨ªtica. Ni a Jorge Esquivel ni a Rosario Su¨¢rez, entre otros artistas, se los permiti¨® volver a Cuba durante muchos a?os. Algunos casos de falsos escapados terminaron por trabajar de nuevo en el extranjero para Alicia y para el ballet cubano, lo que resulta desmoralizador; en Espa?a hay varios de ellos. Tiende a olvidarse que solamente entre 1992 y 1994, 83 artistas de ballet cubano desertaron con casos muy pintorescos. Las hermanas Ivette y Lisette Regueiro salieron del hotel en Madrid y llegaron a Suiza al otro d¨ªa; esa misma tarde Jorge Orozco fue "a la esquina un momento". Hasta hoy. El core¨®grafo m¨¢s importante de la historia del ballet cubano, y cu?ado de Alicia, Alberto Alonso, en exactas fechas pide asilo pol¨ªtico en Nueva York junto a su mujer la bailarina Sonia Calero, asqueado por los esc¨¢ndalos dentro del ballet cubano. El 12 de octubre de 1993, 16 artistas de un grupo de danzas espa?olas del Gran Teatro de La Habana abandona a sus jefes en Madrid. S¨®lo nueve vuelan de regreso a La Habana y la administraci¨®n del teatro habanero les concede "un permiso especial sin sueldo" para evitar la figura de la deserci¨®n masiva.
A mediados de 2010 otros tres primeros bailarines (los mejores de su promoci¨®n) del Ballet Nacional de Cuba dejaban la compa?¨ªa y se marchaban al extranjero instal¨¢ndose en Madrid con un contrato en el Ballet de la Comunidad de Madrid que dirige V¨ªctor Ullate: Yolanda Correa, para muchos la m¨¢s importante artista femenina surgida de las filas cubanas en los ¨²ltimos 15 a?os, su pareja Joel Carre?o y Dayron Vera resistieron poco en Madrid. Correa y Carre?o est¨¢n actualmente en Oslo como figuras centrales del Real Ballet de Noruega y Vera es primer bailar¨ªn del Corella Ballet de Castilla-Le¨®n. Todos ellos han desaparecido de las rese?as y las webs del ballet oficial cubano, han dejado de existir incluso para los hagi¨®grafos locales de Alonso, eludiendo citarles en las rese?as hist¨®ricas del ballet cubano. Es el mismo cruel destino que antes han experimentado desde los 10 artistas de Par¨ªs de 1966 a Jorge Esquivel y Rosario Su¨¢rez y lo m¨¢s parecido en el mundo contempor¨¢neo a la pr¨¢ctica estalinista de borrar de las fotograf¨ªas a los defenestrados, otro elemento m¨¢s que parangona sin exageraciones la di¨¢spora de los bailarines cubanos con la rusa de otros tiempos. Pero la di¨¢spora rusa termin¨®, y sin embargo la dolorosa historia de los bailarines cubanos sigue ah¨ª con la complicidad de muchos pol¨ªticos, periodistas y medios especializados occidentales a los que les puede m¨¢s la devoci¨®n memorial por la diva criolla y por un fantasma de revoluci¨®n que desde hace medio siglo es una dictadura de la que, si se puede, hay que escapar como sea.
El Ballet Nacional de Cuba emprende estos d¨ªas una gira por M¨¦xico que empieza en Cancum y contin¨²a por siete ciudades del sur del pa¨ªs. En junio, todo el elenco har¨¢ otra intensa gira por California que comprende como principales plazas San Francisco y Los ?ngeles dentro de un programa de divulgaci¨®n de la danza en forma de temporada patrocinado por la millonaria y mecenas de origen jud¨ªo Glorya Kauffman, y en el que participar¨¢ tambi¨¦n la compa?¨ªa espa?ola de ?ngel Corella. La maestra de Atlanta tiene el cuaderno abierto y el l¨¢piz afilado: "Habr¨¢ sorpresas", afirma. Por su parte, Pedro Pablo Pe?a acelera las obras del nuevo Miami Hispanic Cultural Art Center, que ser¨¢ sede definitiva del ballet y del nuevo Archivo del Ballet Cubano en el Exilio, ubicado en una preciosa construcci¨®n monumental del siglo XIX, una mansi¨®n de estilo colonial georgiano que albergar¨¢ tambi¨¦n una galer¨ªa de arte y un museo memorial. Junto a ella, se construyen las nuevas aulas de ballet: "Espero que todo est¨¦ listo para el oto?o de este a?o al tiempo de nuestro festival y de poder recibir a los nuevos artistas, si es que vienen a los Estados Unidos. The White House of Ballet, que as¨ª se llama el centro, es el resultado de 30 a?os de trabajo del ballet cubano, de los artistas cubanos que dieron el salto hacia la libertad", concluye.
La lucha por la corona
Cada vez que la vida interna del BNC se agita por las deserciones, vuelve la "rumorolog¨ªa de zapatillas" a tomar cartas en el asunto y el principal argumento de citaci¨®n es: "?Por fin ha llegado la hora del relevo? ?Qui¨¦n suceder¨¢ a Alicia Alonso en el puesto de la direcci¨®n del BNC?". De los desertores no se vuelve a hablar, pero del futuro jefe debe hablarse siempre por lo bajo y a hurtadillas. Ley de silencio.
Hay dos claros bandos enfrentados. Uno que pude calificarse continuista y que est¨¢ apoyado por el Partido Comunista que quiere mantener las cosas como est¨¢n y que ven en la exbailarina y maestra Loipa Araujo la mano de hierro, en lo pol¨ªtico y en lo profesional, para ocupar la silla de Alonso. Araujo, miembro del partido y beneficiada por la C¨¢tedra madrile?a con un puesto fijo, pasa gran parte del a?o entre Madrid y otros compromisos en compa?¨ªas internacionales. Recientemente ha obtenido tambi¨¦n un visado para entrar en los Estados Unidos.
Por otro lado, un sector de renovadores, a los que se suma el actual ministro de cultura del r¨¦gimen castrista, Abel Prieto, es partidario de una renovaci¨®n profunda de la instituci¨®n y ve en el bailar¨ªn habanero Carlos Acosta el candidato ideal. De hecho, el Ministerio de Cultura cubano ha tenido serios y prolongados contactos con el artista, que reside entre La Habana y el Reino Unido (donde es primera figura del Royal Ballet de Londres y pareja esc¨¦nica habitual de Tamara Rojo). Acosta es el caso m¨¢s notorio del emigrante tolerado y representa a la vez muchas cosas que encajar¨ªan perfectamente a un lavado integral de imagen: mulato, de origen muy humilde, reconocido internacionalmente, buen bailar¨ªn, se reconoce tambi¨¦n como ferviente revolucionario y amigo de los Castro aunque en sus memorias no deja muy bien parada a Alicia Alonso, a la que pr¨¢cticamente tacha de racista (el calificativo no es nuevo). Se cuenta que una vez le dijo la Directora a Carlos Acosta: "Ded¨ªcate a otras cosas, un negro no vale para pr¨ªncipe". En el libro autobiogr¨¢fico de Acosta esta an¨¦cdota est¨¢ suavizada, pero sustancialmente dice lo mismo. Y es muy probable que el insulto lo lanzara a la b¨²squeda de un mundo mejor.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.