"ETA y Batasuna han asumido que esta es la ¨²nica salida que tienen"
Jos¨¦ Antonio Ardanza (Elorrio, 1941) fue lehendakari (1985-98) en la etapa de los atentados m¨¢s sangrientos de ETA, como el de Hipercor, con 21 muertos. Como presidente de un Gobierno de coalici¨®n con el PSE, promovi¨® el Pacto de Ajuria Enea, el primer acuerdo unitario contra ETA, suscrito en 1988, referente pol¨ªtico en la lucha contra el terrorismo por su capacidad movilizadora y por el m¨¦todo establecido sobre su final. Ardanza sigue militando en el PNV y preside Euskaltel. No suele admitir entrevistas, pero en esta ocasi¨®n ha aceptado opinar sobre el fin de ETA, sobre el que se muestra optimista.
Pregunta. ?Esta vez va en serio la decisi¨®n de Batasuna de rechazar la violencia de ETA?
"Pasar la patata caliente de Sortu a los tribunales ha sido una cobard¨ªa"
"Estamos en un proceso terminal de la banda que no ser¨¢ muy largo"
"Creo que ETA ha perdido hasta la capacidad de una nueva estratagema"
"El PP debe volver a los postulados de Ajuria Enea de los que reneg¨®"
Respuesta. S¨ª.
P. Mucha gente, sobre todo fuera de Euskadi -el PP, asociaciones de v¨ªctimas y medios- creen que asistimos a una nueva estratagema de ETA. ?Qu¨¦ opina usted?
R. Creo que ETA ha perdido hasta la capacidad de una nueva estratagema. Evidentemente, si pudiera lo har¨ªa. Creo que a lo que estamos asistiendo es a otro debate, en el que subyace un temor: qu¨¦ camino emprender¨¢ el nacionalismo vasco liberado de la violencia de ETA.
P. Batasuna tiene un problema de credibilidad. Usted mismo vivi¨® la tregua de Argel y el comienzo de la de Lizarra. ?Por qu¨¦ fracasaron?
R. Porque quienes impulsaron esas treguas dentro de ETA perdieron m¨¢s tarde su posici¨®n de fuerza en la propia organizaci¨®n.
P. ?No cree que Batasuna debe hacer un mayor esfuerzo de credibilidad, por ejemplo emplazando directamente a ETA a que abandone definitivamente la violencia?
R. Ser¨ªa bueno que hiciera ese mayor esfuerzo, pero no lo considero necesario. Como ser¨ªa bueno que todos en Espa?a condenaran y rechazaran hoy el golpe de 1936. Pero no lo hacen y no es necesario para convivir en democracia.
P. Sortu rechaza en sus estatutos la violencia de ETA. Pero ETA sigue ah¨ª. ?Se repite la historia?
R. Para ETA ser¨ªa dif¨ªcil repetir por cuarta vez la historia sin el apoyo social que ha ido perdiendo.
P. ?Por qu¨¦ ahora es distinto?
R. Porque la necesidad les apremia. No estar presentes en las elecciones ser¨ªa tanto como acercarse a su defunci¨®n pol¨ªtica. Me estoy refiriendo a Sortu, no a ETA.
P. ?No contempla, en todo caso, el riesgo de una escisi¨®n de ETA?
R. De ETA, no. En ETA, puede ser. Me explico. Dif¨ªcilmente Batasuna hubiera tomado su decisi¨®n si ETA en bloque hubiera estado en contra de la misma. Tenemos que pensar que Sortu nace con el visto bueno de un sector mayoritario de ETA. As¨ª, la escisi¨®n no ser¨ªa entre Sortu y ETA, sino dentro de ETA con un sector minoritario.
P. ?No le parece incre¨ªble que ETA acepte retirarse sin lograr los objetivos pol¨ªticos por los que ha matado?
R. Ellos deber¨¢n y sabr¨¢n c¨®mo dar cuentas al pueblo desde Txiberta (la reuni¨®n del PNV y ETA de 1977 en la que esta comunic¨® que no aceptaba el proceso democr¨¢tico espa?ol) hasta hoy.
P. Usted fue art¨ªfice del Pacto de Ajuria Enea, primer acuerdo de unidad pol¨ªtica contra ETA y que fij¨® un m¨¦todo para su final. ?Qu¨¦ sirve, y ya no sirve, hoy de aquello?
R. Quiero aclarar rotundamente que Ajuria Enea fue primero un pacto para la normalizaci¨®n pol¨ªtica vasca sobre la base del pleno y leal desarrollo del Estatuto; y, en segundo lugar, un compromiso de unidad de los dem¨®cratas ante la violencia de ETA. Respecto a qu¨¦ sirve y no sirve hoy, sirve todo pese a los 23 a?os transcurridos, solo que aplic¨¢ndolo correctamente.
P. ?Tiene sentido la mesa de partidos que piden algunos abertzales cuando Sortu quiere ser legal?
R. A estas alturas, creo que no.
P. ?Qu¨¦ grado de importancia concede a la presi¨®n policial y social en el debilitamiento de ETA?
R. La presi¨®n policial, judicial, internacional y, sobre todo, social han tenido una importancia total.
P. ?Y a la Ley de Partidos?
R. Evidentemente, much¨ªsima, mucha m¨¢s de la que Batasuna calcul¨® cuando el PNV la rechaz¨® en la C¨¢mara vasca y ni siquiera se molest¨® en sumarse al rechazo.
P. ?No cree que est¨¢ poco reconocido el papel pionero y movilizador contra ETA de Ajuria Enea?
R. S¨ª, pero a nadie le gusta valorar lo pasado o lo que otros hicieron; esto, desgraciadamente, suele ser normal en pol¨ªtica.
P. Usted trat¨® a Jaime Mayor cuando represent¨® al PP en Ajuria Enea. ?A qu¨¦ atribuye su cambio?
R. No fue miembro constituyente del Acuerdo de Ajuria Enea -lo era Julen Guim¨®n-, y su participaci¨®n fue muy puntual en un tiempo relativamente breve, que coincidi¨® con el debate de la autov¨ªa de Leizar¨¢n. En el Mayor que yo conoc¨ª en 1985, luego en el Parlamento vasco, de ministro en el famoso periodo de su tregua-trampa y hoy de europarlamentario no he percibido ning¨²n cambio de actitud.
P. ?Qu¨¦ le dir¨ªa hoy al PP, el partido m¨¢s reticente a cualquier iniciativa para un final de ETA?
R. Que vuelva a los postulados de Ajuria Enea, de los que reneg¨® cuando propuso el cumplimiento ¨ªntegro de penas de los terroristas.
P. ?Qu¨¦ cree que puede y deben hacer el Gobierno central y vasco?
R. El Gobierno central, cumplir con su obligaci¨®n administrativa: inscribir a Sortu si sus estatutos se ajustan a la ley, y no pasarle la patata caliente a los tribunales; y el vasco, defender esta posici¨®n.
P. Algunas asociaciones de v¨ªctimas han convocado una marcha contra la legalizaci¨®n de Sortu.
R. Me parece bien, les entiendo, pero las decisiones pol¨ªticas y judiciales no les corresponden.
P. ?Estamos en el proceso terminal de ETA? ?A qu¨¦ plazo?
R. S¨ª. Depende de ellos, pero en cualquier caso no muy largo... salvo que se produjera una escisi¨®n, en cuyo caso estar¨ªamos m¨¢s ante un terrorismo tipo GRAPO, minoritario y sin ning¨²n apoyo social.
P. ?Cuando fue lehendakari pens¨® en que el fin de ETA pasar¨ªa por un pulso con Batasuna?
R. Siempre pens¨¦ en un final compartido del brazo militar y el pol¨ªtico. Ha sido siempre as¨ª. El primero rompi¨® la tregua de Argel y el otro se pleg¨® a esa decisi¨®n. Tras la tregua de 1998, ETA retom¨® las armas y Batasuna se volvi¨® a plegar. En 2006, ETA rompi¨® la tregua con el atentado de la T-4 y el brazo pol¨ªtico se pleg¨® tambi¨¦n. Ahora, si el brazo pol¨ªtico impulsa Sortu con un rechazo a la violencia de ETA es porque, pese a las dificultades internas, han asumido ambos que esta es la ¨²nica salida.
P. Con los datos que se conocen, ?cu¨¢l ser¨ªa su hoja de ruta para propiciar el final de ETA?
R. Admitir a Sortu como partido y activar el punto 10 del Pacto de Ajuria Enea, es decir, di¨¢logo para cerrar ETA, lo que Batasuna en la famosa declaraci¨®n de Anoeta que dio pie al proceso de 2006 denomin¨® mesa t¨¦cnica. Para aclararlo: no habr¨ªa di¨¢logo pol¨ªtico con ETA, pero para que su existencia no se perpetuara habr¨ªa que ver qu¨¦ se hace con los presos, los condenados y pendientes de juicio y fuera de las fronteras. Todo esto se habl¨® y pact¨® en Ajuria Enea.
P. Los tribunales deciden sobre Sortu, pero usted ?qu¨¦ opina?
R. Que ha sido un acto de cobard¨ªa de la Administraci¨®n. Debe de ser un acto de la Administraci¨®n comprobar si unos estatutos se ajustan o no a la ley y actuar en consecuencia, sin enviar la patata caliente a los tribunales. Hasta hace no mucho las Administraciones, del PSOE o del PP, cre¨ªan que quien lograra la paz tendr¨ªa un reconocimiento electoral. Como ahora parece ser que la paz no tiene tanto valor porque la falta de la misma no supone un grave riesgo, lo que se pondera pol¨ªticamente es qui¨¦n es m¨¢s bravo, m¨¢s fuerte, m¨¢s exigente con el enemigo al que se considera ya derrotado.
P. ?Cree posible la reconciliaci¨®n en este pa¨ªs? ?C¨®mo?
R. S¨ª. Reconocer errores y equivocaciones y mucha generosidad por parte de todos.
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