La UE aportar¨¢ 6.000 millones a la democratizaci¨®n del Norte de ?frica

Moralmente forzada a hacer expiaci¨®n por su contrastada connivencia con los reg¨ªmenes autoritarios y corruptos del Mediterr¨¢neo meridional, la Uni¨®n Europea se propone dar un nuevo enfoque democratizador a la relaci¨®n con esos vecinos. El instrumento ser¨¢ una Asociaci¨®n para la Democracia y la Prosperidad Compartida aprobada ayer por la Comisi¨®n y glosada por Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso como un catalizador para la transformaci¨®n democr¨¢tica de la regi¨®n. El plan, con 6.000 millones de euros en juego, ser¨¢ discutido el viernes por los l¨ªderes europeos, de quienes se espera que incidan en la condicionalidad del apoyo: las ayudas estar¨¢n relacionadas con la solidez de los avances en derechos humanos y democracia.

A la hora en que algunos pa¨ªses ¨¢rabes se alzan contra sus opresores, la UE se mira en el espejo y se averg¨¹enza. Las tan aireadas cl¨¢usulas de respeto a los derechos fundamentales contenidas en cada acuerdo de colaboraci¨®n suscritos con esos pa¨ªses, y muchos otros en otras latitudes, eran papel mojado cuando entraban en conflicto con potenciales negocios.

Ante los cambios hist¨®ricos que est¨¢ viendo la regi¨®n, "la UE tiene que adoptar la clara y estrat¨¦gica opci¨®n de apoyar la b¨²squeda de los principios y valores que tanto aprecia, aun reconociendo las dificultades", se?ala desde su comienzo el documento de 16 p¨¢ginas que dibuja el contenido de la nueva asociaci¨®n, "innovadora y ambiciosa" y volcada en "apoyar plenamente los deseos de los pueblos de la vecindad".

Las grandes l¨ªneas de actuaci¨®n cubren desde la intervenci¨®n inmediata (como los 30 millones de ayuda humanitaria y los 17 ya probados para sostener la transici¨®n democr¨¢tica en T¨²nez) a actuaciones de calado y a largo plazo como potenciar el di¨¢logo pol¨ªtico, incrementar el apoyo a la sociedad civil, flexibilizar los movimientos de personas (desde estudiantes de Erasmus Mundus a investigadores y profesionales), liberalizar el acceso a los mercados (incluidos los de productos agr¨ªcolas y pesqueros de T¨²nez y Marruecos, que inquietan a los agricultores andaluces) o cooperar en el campo de la energ¨ªa, en especial las renovables.

Para promover el desarrollo econ¨®mico y la creaci¨®n de empleo con que estabilizar sociedades y evitar emigraciones, la Comisi¨®n insta a que el Banco Europeo de Inversiones ponga a disposici¨®n de la regi¨®n 6.000 millones de euros en los pr¨®ximos tres a?os y que el estatuto del Banco Europeo de Reconstrucci¨®n y Desarrollo, nacido para cubrir las necesidades de la Europa central y oriental tras la ca¨ªda del Muro, extienda al Mediterr¨¢neo su ¨¢rea de actuaci¨®n.

"Habr¨¢ que pensar en un enfoque basado en incentivos con una mayor diferenciaci¨®n entre pa¨ªses", se?ala el plan aprobado por la Comisi¨®n. "Los que avancen m¨¢s y m¨¢s r¨¢pido en las reformas contar¨¢n con mayor apoyo de la UE".

En este vertiente de la condicionalidad abundar¨¢ el Consejo Europeo del viernes, del que se espera que deje reducidas las 16 p¨¢ginas del plan de la Comisi¨®n a unos cuantos p¨¢rrafos de alto significado pol¨ªtico.

Mientas piensa en la nueva relaci¨®n con los vecinos, la Uni¨®n no pierde de vista la situaci¨®n en Libia. Ayer se acord¨® incluir a la Autoridad Libia de Inversi¨®n, el veh¨ªculo del r¨¦gimen para actuar en el exterior, y entidades anejas en la lista europea de sanciones, lo que supone que todos sus activos y operaciones quedar¨¢n congelados desde el viernes en toda la UE. Entre sus inversiones figuran un 7,5% en el club de f¨²tbol de la Juventus o el 3% en Pearson, editor del Financial Times.

Como preparaci¨®n para la cumbre del viernes y la reuni¨®n previa de ma?ana de los ministros europeos de Exteriores, la UE envi¨® el domingo una misi¨®n t¨¦cnica a Tr¨ªpoli, encabezada por Agostino Miozzo, un responsable de situaciones de crisis, para evaluar la situaci¨®n sobre el terreno y las necesidades de los europeos que all¨ª quedan, unos 1.300 de los que 200 est¨¢n a la espera de salir.

En su limitada visita a la capital, la delegaci¨®n percibi¨® normalidad de vida cotidiana, sin violencia, bombardeos ni disparos. Embajadores de los ocho pa¨ªses que a¨²n mantienen legaciones en Tr¨ªpoli dijeron no tener noticia de bombardeos sobre civiles ni del uso de mercenarios, aunque s¨ª sab¨ªan de violaciones de derechos humanos cuya responsabilidad no estaban en condiciones de discernir.

El director general para Europa del Ministerio de Exteriores libio, Ahmed Jarrod, y los embajadores pidieron a Miozzo que la ONU env¨ªe cuanto antes una comisi¨®n investigadora independiente para determinar exactamente lo ocurrido.

Michael Mann, portavoz de Catherine Ashton, coordinadora de la pol¨ªtica exterior comunitaria, subray¨® ayer que las decisiones pol¨ªticas europeas se toman en Bruselas y que la ¨²ltima palabra sobre Libia la tiene el Consejo Europeo. "La posici¨®n oficial del presidente Barroso sigue siendo la misma: Gadafi tiene que marcharse", se?al¨® Mann.