La inflexi¨®n libia
La guerra civil libia representa un punto de inflexi¨®n en las revueltas que se han sucedido desde la ca¨ªda del dictador tunecino Ben Ali. Pero no porque el impulso democratizador se vaya a detener, sino porque, de no mostrar la comunidad internacional mayor capacidad de reacci¨®n, Gadafi habr¨¢ establecido el nivel de represi¨®n que podr¨¢n emplear a partir de ahora los aut¨®cratas ¨¢rabes sin esperar ninguna respuesta. Las decisiones que la comunidad internacional adopte en las pr¨®ximas horas influir¨¢n en el desenlace del conflicto libio, que podr¨ªa no estar lejos en un sentido o en otro. Sus efectos, sin embargo, se proyectar¨¢n sobre el resto de los pa¨ªses de la regi¨®n durante un plazo de tiempo prolongado.
Una eventual victoria de Gadafi abonar¨ªa el terreno del yihadismo
Gadafi ha recurrido al espantajo del yihadismo como han hecho en estos tres meses de revueltas otros dictadores, incluidos los dos que ya han ca¨ªdo. Al responder con inusitada violencia a las demandas inicialmente pac¨ªficas de los libios, es ¨¦l quien est¨¢ abriendo el camino a las ideolog¨ªas totalitarias, especialmente el yihadismo, que aspiraban a alzarse con el monopolio de la oposici¨®n a la tiran¨ªa. Una eventual victoria de Gadafi les abonar¨ªa a¨²n m¨¢s el terreno, sobre todo si la comunidad internacional contin¨²a paralizada. El discurso de los yihadistas resultar¨ªa sencillo y hasta veros¨ªmil: solo nosotros estamos en condiciones de cambiar las cosas, tras los espejismos de T¨²nez y Egipto. Con la ¨²nica y decisiva contraindicaci¨®n de que se limitar¨ªan a sustituir una tiran¨ªa por otra. El peor error que podr¨ªa cometer la comunidad internacional es pensar que entre la par¨¢lisis y la intervenci¨®n militar no existe nada. El reconocimiento del Consejo Nacional libio es un paso no solo factible, sino tambi¨¦n imprescindible para, entre otras cosas, cerrar la puerta al yihadismo que ha abierto Gadafi, al desencadenar la violencia en la que este aspira a desenvolverse. Apoyado pol¨ªticamente por la comunidad internacional, el Consejo constituido por la oposici¨®n libia tendr¨¢ meridianamente claro d¨®nde est¨¢n sus amigos y d¨®nde sus enemigos, tanto por un extremo como por el otro.
Tan urgente como el reconocimiento del Consejo es el estrangulamiento econ¨®mico del r¨¦gimen de Gadafi, adem¨¢s del establecimiento de una zona de exclusi¨®n a¨¦rea mediante una resoluci¨®n del Consejo de Seguridad. Rusia y China vetar¨ªan una intervenci¨®n militar abierta; nada han dicho, en cambio, del establecimiento de una zona de exclusi¨®n a¨¦rea, con la que la propia Liga ?rabe parece estar conforme. Esta medida se ha equiparado a una intervenci¨®n militar por el temor a tomar ninguna decisi¨®n con respecto a Libia. Y, sin embargo, alguna decisi¨®n hay que tomar si no se quieren incrementar los riesgos de los que se pretende huir. Con el agravante de que el tiempo apremia, porque la eficacia de la respuesta internacional depende de que no se hundan los frentes sostenidos por milicianos mal armados contra aviones y de tanques dirigidos por un s¨¢trapa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.