Contra la radiaci¨®n: aislamiento y yodo
Los expertos consideran que Jap¨®n aplica las medidas de protecci¨®n correctas
"El protocolo que se est¨¢ aplicando en Jap¨®n es muy riguroso", sostiene Enrique Gonz¨¢lez, experto en fisi¨®n nuclear del Ciemat (Centro de Investigaciones Energ¨¦ticas, Medioambientales y Tecnol¨®gicas) sobre las sucesivas decisiones que se han tomado en Jap¨®n para proteger a la poblaci¨®n, entre ellas que se quede en casa y luego evacuarla en distintos radios alrededor de la central de Fukushima.
La medida de encierro en casa tiene como objetivo prevenir que las part¨ªculas radiactivas entren en los pulmones. "De los tres tipos que hay, las alfa -b¨¢sicamente causadas por un is¨®topo de hidr¨®geno, el tritio-, si entran en el organismo porque las respiramos o las ingerimos, nos hacen una escabechina", explica Juan Jos¨¦ G¨®mez Cadenas, profesor de investigaci¨®n del CSIC.
Las emisiones pueden producir quemaduras, mutaciones... o nada
El mismo fundamento tiene otra recomendaci¨®n: no ingerir alimentos o agua que procedan de la zona afectada. "Las part¨ªculas radiactivas se depositan, y si las ingerimos, act¨²an desde dentro", a?ade G¨®mez Cadenas.
Otra de las medidas que se aplican en estos casos, suministrar yodo a la poblaci¨®n, tiene como objetivo evitar el da?o al tiroides. Esta gl¨¢ndula tiende a fijar ciertos elementos, y si capta yodo radiactivo lo retiene durante mucho tiempo, con lo que el efecto de las emisiones (en este caso de part¨ªculas beta, o electrones) se multiplica. Al suministrar yodo, este ocupa los receptores del tiroides, y el elemento radiactivo se elimina m¨¢s f¨¢cilmente, coinciden ambos expertos. En Chern¨®bil no se hizo, el yodo radiactivo se fij¨®, y ese fue el origen de todos los casos de c¨¢ncer de esta gl¨¢ndula, afirman. Hay otro caso similar: si lo que se hubiera liberado fuera estroncio, ya que por su similitud con el calcio ocupa su lugar en los huesos, con lo que la fuente de radiaci¨®n se integra y act¨²a desde dentro.
Sea desde el interior o desde fuera, la radiaci¨®n tiene efectos variables. Puede producir quemaduras si hay una exposici¨®n a altas dosis o n¨¢useas, pero los da?os peores son los interiores: la radiaci¨®n puede producir mutaciones, lo que da lugar a c¨¢nceres, problemas de fertilidad o incluso la muerte.
Cuesta mucho que se aventuren a opinar m¨¢s all¨¢, porque les falta informaci¨®n. "La Agencia Internacional de la Energ¨ªa At¨®mica est¨¢ dando la informaci¨®n con cuentagotas, y la de la compa?¨ªa hay que filtrarla", se queja Gonz¨¢lez.
L¨®gicamente, se?ala G¨®mez Cadenas, el efecto depender¨¢ del tipo de sustancias que se hayan emitido. Al no haberse producido una rotura del n¨²cleo del reactor no parece que haya uranio, como en Chern¨®bil, por lo que el incidente es m¨¢s parecido al de Harrisburg en EE UU (1979), "que caus¨® mucho revuelo, pero no se han documentado muertes por su causa". Aunque, se?ala el experto, todo depende de un factor que todav¨ªa no se conoce: la dosis de radiaci¨®n a que se haya visto expuesta la poblaci¨®n. "Si solo hay elementos gaseosos, el problema es menor, porque la emisi¨®n se diluye en la atm¨®sfera. Si hay part¨ªculas s¨®lidas, estas se depositan y las consecuencias son peores", dice.
Si embargo, G¨®mez Cadenas prefiere la versi¨®n optimista: "Hay que esperar, pero si este caso se parece m¨¢s al de Harrisburg, las consecuencias para la salud dudo de que sean relevantes. Si es as¨ª, la seguridad nuclear quedar¨¢ reforzada".
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