Estrasburgo condena a Espa?a a indemnizar a Otegi por vulnerar su libertad de expresi¨®n

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), con sede en Estrasburgo (Francia), ha declarado que Espa?a vulner¨® el derecho a la libertad de expresi¨®n del dirigente de Batasuna Arnaldo Otegi, condenado por el Tribunal Supremo en 2005 a un a?o de prisi¨®n por haber llamado al Rey "jefe de los torturadores". Espa?a deber¨¢ indemnizar a Otegi con 20.000 euros por da?os morales y con 3.000 de costas por infracci¨®n del art¨ªculo 10 del Convenio Europeo de Derechos Humanos.

Seg¨²n la sentencia de Estrasburgo, Otegi se expres¨® en su calidad de portavoz de un grupo parlamentario y en una cuesti¨®n de inter¨¦s para el Pa¨ªs Vasco cual era el recibimiento que el lehendakari hab¨ªa deparado al Rey en su visita oficial al Pa¨ªs Vasco del 26 de febrero de 2003. Poco antes se hab¨ªa cerrado el diario Egunkaria y sus responsables hab¨ªan sido detenidos y denunciaron malos tratos. El Tribunal europeo admite que las expresiones de Otegi, en s¨ª mismas, pueden ser consideradas como un lenguaje "provocador" y "hostil" hacia la instituci¨®n de la monarqu¨ªa pero no exhortan al uso de la violencia, y no se trata de un "discurso de odio".

La sentencia constata que la condena a Otegi se fund¨® en el art¨ªculo 490 del C¨®digo Penal, que da al jefe del Estado un nivel de protecci¨®n superior al de otras personas o instituciones y prev¨¦ sanciones m¨¢s graves que el r¨¦gimen com¨²n del delito de injurias. Seg¨²n el Tribunal, esa protecci¨®n incrementada en materia de ofensas no es, en principio, conforme con el Convenio europeo. Fuentes jur¨ªdicas sostienen que esta declaraci¨®n puede obligar a las autoridades espa?olas a revisar el delito de injurias al Jefe del Estado en el C¨®digo Penal.

La Corte europea considera que Otegi no dirigi¨® un ataque personal gratuito contra la persona del Rey, ni cuestion¨® su vida privada u honor personal. Las expresiones empleadas por el dirigente de Batasuna apuntaban ¨²nicamente a la responsabilidad personal del Rey en tanto que jefe y s¨ªmbolo de las fuerzas que, seg¨²n ¨¦l, hab¨ªan torturado a los responsables del diario Egunkaria.

Al examinar la pena de un a?o de prisi¨®n impuesta a Otegi, el Tribunal la considera "particularmente severa" y entiende que una pena de prisi¨®n por una infracci¨®n cometida en el ¨¢mbito de un discurso pol¨ªtico no es compatible con la libertad de expresi¨®n garantizada en el art¨ªculo 10 del Convenio, salvo en circunstancias excepcionales como la difusi¨®n de un discurso de odio o la incitaci¨®n a la violencia.

"Ninguna de estas circunstancias se ha producido en el contexto de un debate sobre una cuesti¨®n de un inter¨¦s p¨²blico leg¨ªtimo y no justifican la imposici¨®n de tal pena de prisi¨®n", prosigue el Tribunal, que a?ade que las razones de la jurisdicciones internas espa?olas no son suficientes para que la condena fuese "necesaria en una sociedad democr¨¢tica". Por tanto, la Corte tacha la condena de "desproporcionada" y declara que hubo violaci¨®n del art¨ªculo 10 del Convenio Europeo, relativo a la libertad de expresi¨®n.

El Tribunal rechaza la petici¨®n de Otegi de 78.586 euros de indemnizaci¨®n por perjuicios; y, de los 30.000 euros de da?os morales que reclamaba, le concede 20.000, adem¨¢s de 3.000 euros de costas, a pagar en tres meses.