Cuando la verdad es descort¨¦s
Los pol¨ªticos se aferran al uso social del 'tatemae' para ocultar informaci¨®n a sus ciudadanos
El Gobierno japon¨¦s ha insistido estos d¨ªas en que tiene todo bajo control, pero las sucesivas explosiones y fugas en las centrales y la posici¨®n de distintos organismos y gobiernos que aseguran que la situaci¨®n es m¨¢s grave, hacen que hoy casi todos duden de la transparencia informativa de la administraci¨®n nipona y de su capacidad para manejar esta crisis. Aunque algunos expertos se?alen que pocos gobiernos ser¨ªan capaces de actuar con total transparencia en una situaci¨®n semejante, para as¨ª no desatar el p¨¢nico, los precedentes de la administraci¨®n nipona hacen pensar en que la gravedad de la situaci¨®n se podr¨ªa haber ocultado.
El estadounidense Alex Kerr explica a la perfecci¨®n en su libro Dogs and demons c¨®mo la actitud de los nipones ante la informaci¨®n difiere de la de los occidentales. Decir la verdad en muchos contextos resulta descort¨¦s, y los propios nipones aprenden y desarrollan desde peque?os su tatemae (pensamientos que se expresan en p¨²blico y que no deben ofender a los dem¨¢s) y honne (lo que se piensa de verdad, y que solo se emplea con gente muy cercana). Un ejemplo claro de uso del tatemae es que un "lo pensaremos..." en el ¨¢mbito de los negocios nipones significa en realidad "No insista, no nos interesa".
En los negocios, un "lo pensaremos" significa, en realidad, "no nos interesa"
Un caso concreto que el estadounidese desvela en su libro es que en los noventa el gobierno de la prefectura de Fukui no vacil¨® a la hora de borrar la central nuclear de Mihama, que se alza junto a la playa de Suishohama, de una foto promocional tur¨ªstica. En occidente se habr¨ªa tildado como un fraude, pero en este caso los funcionarios explicaron que la belleza de la playa se apreciaba mejor sin elementos que distorsionaran su hermosura.
El problema, como dice Kerr, es que en Jap¨®n el tatemae se ha empleado gustosamente en el ¨²ltimo siglo y medio para proteger a las ¨¦lites pol¨ªticas y empresariales y mantener en la inopia al pueblo japon¨¦s, que en estos d¨ªas se est¨¢ mostrando, como siempre, intachable en cuanto estoicidad y civismo.
Entre los a?os treinta y sesenta la administraci¨®n permiti¨® y encubri¨® los vertidos masivos de metilmercurio de la compa?¨ªa qu¨ªmica Chisso en la bah¨ªa de Minamata. Estos acabaron matando a m¨¢s de 1.500 personas y causaron da?os neurol¨®gicos irreversibles a m¨¢s de 500.
En a?os recientes, la supresi¨®n de los cr¨ªmenes cometidos por el ej¨¦rcito imperial en la Segunda Guerra Mundial de los libros de texto por parte del Partido Liberal Dem¨®crata supone otra muestra del gusto por maquillar los acontecimientos. Las empresas que gestionan centrales nucleares tambi¨¦n han seguido este patr¨®n en las ¨²ltimas d¨¦cadas; Tepco, Hokuriku Electric o Chugoku Electric Power han facilitado cientos de informes t¨¦cnicos falsos y han ocultado deliberadamente accidentes y situaciones de emergencia en las plantas.
El que a¨²n existan los llamados clubes de prensa -c¨ªrculos de periodistas y pol¨ªticos donde prima el amiguismo y se restringe el acceso a informaciones oficiales a terceros, incluidos medios extranjeros- y de que los tres grandes peri¨®dicos publiquen a diario pr¨¢cticamente las mismas noticias, muchas provenientes de estos clubes, hacen dudar del todo el entramado pol¨ªtico e informativo nip¨®n y certifican las conclusiones de Kerr: "Los hechos sobre gran parte de la vida pol¨ªtica, social y financiera de Jap¨®n se esconden tan bien que la verdad es casi imposible de conocer".
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