El temporal de nieve agudiza el sufrimiento de los damnificados
La intensa ola de fr¨ªo y nieve que durante los dos ¨²ltimos d¨ªas se ha cernido implacable sobre el norte de Jap¨®n, fustiga con especial dureza a las v¨ªctimas del tsunami, cuyas defensas se encuentran al l¨ªmite. Seg¨²n el diario Mainichi, la pasada madrugada han muerto 15 ancianos que se encontraban refugiados en escuelas a la espera de que se les pudiera trasladar a centros con mayor atenci¨®n. La cat¨¢strofe de la central de Fukushima ha impedido tambi¨¦n el restablecimiento de la electricidad y la calefacci¨®n en muchos de los refugios, lo que debilita especialmente a los ancianos. En la zona siniestrada viv¨ªa mucha gente mayor.
La temperatura descendi¨® hasta los cinco grados bajo cero en la costa de la provincia de Iwate y hasta -4¡ã en las de Miyagi y Fukushima, seg¨²n el servicio meteorol¨®gico. En algunas zonas, la nieve lleg¨® a alcanzar 10 cent¨ªmetros de espesor, lo que dificulta las labores de los muchos equipos de rescate, que siguen peinando cientos de kil¨®metros de costa enfangada a la b¨²squeda de los desaparecidos. El Mainichi eleva el n¨²mero de desaparecidos hasta los 20.000, adem¨¢s de los 5.178 muertos confirmados. El Gobierno, aunque aumenta las cifras cada d¨ªa, hasta ayer reconoc¨ªa 14.000 muertos y desaparecidos. Miles de personas buscan a sus allegados. Los Ayuntamientos de las poblaciones afectadas han colgado las listas con los nombres de los supervivientes registrados en los albergues y de las v¨ªctimas mortales que se van confirmando.
El balance oficial eleva a 14.000 el n¨²mero de muertos y desaparecidos
Al fr¨ªo y la nieve se a?aden fuertes r¨¢fagas de viento helado que casi hacen imposible caminar y que impiden la estabilizaci¨®n de la temperatura en los refugios. En las 10 provincias del norte hay instaladas en albergues temporales casi 400.000 personas, pero las que est¨¢n en la parte occidental, en provincias como Niigata, tienen electricidad, gas y agua, lo que mejora sensiblemente su situaci¨®n.
Las organizaciones humanitarias temen que el miedo que desatan las fugas radiactivas de Fukushima frene la llegada de mantas, ropa de abrigo, comida, medicinas y otros equipamientos urgentes para atender a los refugiados, sobre todo en estos d¨ªas tan malos. El fr¨ªo es la primera queja de los evacuados cuando se les pregunta sobre la situaci¨®n que viven.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.