Madrid-R¨ªo aumenta de tama?o

El Obelisco de Fernando VII que presid¨ªa el antiguo parque de la Arganzuela sigue en su sitio, pero lo que le rodea ha cambiado por completo. La remodelaci¨®n de esta zona verde, encuadrada dentro del proyecto Madrid-R¨ªo, est¨¢ llegando a su fin: el 15 de abril es su inauguraci¨®n. El nuevo parque de Arganzuela tiene poco que ver con el que conoc¨ªan los vecinos. Ha multiplicado por tres su superficie, de 84.000 metros cuadrados que ten¨ªa hasta los 232.000 que abarcar¨¢ ahora. Un proyecto en el que el Ayuntamiento ha gastado 35 millones de euros y que podr¨¢ disfrutarse justo un mes antes de que se celebren las elecciones.

Un paseo por la zona, todav¨ªa en obras y llena de camiones, palas mec¨¢nicas y operarios, da una idea del nuevo proyecto. Entre los puentes de Toledo y de Praga se encuentran gran parte de las novedades del parque, aunque no todas, y algunas de las que llamar¨¢n m¨¢s la atenci¨®n.

Todos los caminos son accesibles para ciclistas y personas con discapacidad

Por ejemplo, las tres piletas que configuran la nueva playa de Madrid, en las que se podr¨¢ disfrutar de un remoj¨®n en forma de nubes de agua pulverizada, chorros de agua y un sistema de inundaci¨®n para crear una l¨¢mina de agua de tres cent¨ªmetros de profundidad. No se podr¨¢ nadar, pero en verano seguro que se agradece para mitigar el calor. A su alrededor habr¨¢ una zona de tumbonas, praderas para tomar el sol y una cafeter¨ªa. Y se ha querido prestar especial atenci¨®n al componente acu¨¢tico del parque con la construcci¨®n de 10 nuevas fuentes.

Otra de las novedades que a buen seguro va a hacer las delicias de los aficionados a la fotograf¨ªa es el nuevo puente de Arganzuela, del arquitecto Dominique Perrault, que une el paseo de Yeser¨ªas con la avenida de Manzanares. Es una pasarela para peatones y ciclistas cubierta por una gran malla met¨¢lica con forma helicoidal que sirve adem¨¢s como mirador del r¨ªo. Y eso que puentes no faltan en esta zona de Madrid-R¨ªo. A los hist¨®ricos del de Toledo y Praga se unen ocho m¨¢s para facilitar el paso entre las dos m¨¢rgenes del Manzanares.

El parque tiene dos caminos, llamados lento y r¨¢pido. El primero, m¨¢s sinuoso y con pendientes en su recorrido, permite el acceso a todos los elementos que configuran la nueva zona verde. El segundo, m¨¢s suave, permite acceder a los servicios de emergencia. Los dos, que suman casi cinco kil¨®metros, pueden ser utilizados por peatones, ciclistas y discapacitados. El paisaje se ha dividido en tres zonas -bosque mediterr¨¢neo, atl¨¢ntico y rivera- con ¨¢rboles distintos en cada una de ellas.

La zona cercana al puente de Praga se reserva a la actividad deportiva. Ya hay construidos un campo de f¨²tbol con c¨¦sped artificial, una instalaci¨®n para realizar skate y otra para patinaje, que se complementa con las pistas de p¨¢del y tenis situadas al otro lado del puente y una zona cercana para que los m¨¢s mayores hagan ejercicio.

Los ni?os tambi¨¦n tienen lugares para divertirse. Sobre todo, una gran tirolina de 50 metros de largo, una colina con ocho toboganes y un antiguo barco pirata que se ha conservado tras la remodelaci¨®n.

Pasado el puente de Praga se encuentra el nuevo edificio de la Polic¨ªa Municipal, el Centro de Interpretaci¨®n del R¨ªo, una plataforma para usos culturales y el Invernadero, adem¨¢s de otro mirador, ya con Matadero justo a la espalda.