Aza?a, destierro eterno

A comienzos del verano pasado, muchos medios de comunicaci¨®n se hicieron eco de una noticia largamente esperada por todos los que admiramos y reivindicamos la figura de Manuel Aza?a. A propuesta de IU y con la autorizaci¨®n de Jos¨¦ Bono, el que fuera ministro, varias veces presidente del Gobierno y finalmente presidente de la Segunda Rep¨²blica espa?ola iba, por fin, a ocupar el lugar que se merec¨ªa en el Congreso de los Diputados en forma de escultura. El encargo de la obra se hizo por Izquierda Republicana (el que fuera el partido de Aza?a y que sufragar¨ªa el coste) a la concejal transexual republicana y artista polifac¨¦tica Manuela Trasobares, quien asumi¨® el compromiso como uno de los retos m¨¢s importantes y apasionantes de su vida.

Pues bien, despu¨¦s de recibir Manuela, en su momento, presiones para tenerla terminada lo antes posible, con el objeto de que pudiera ser colocada a principios de noviembre en un acto oficial, con motivo del 70? aniversario de la muerte de Manuel Aza?a, y despu¨¦s de cumplir con el plazo cuatro meses m¨¢s tarde, ese realista y humano busto de bronce a tama?o real de 90 cent¨ªmetros de altura y 100 kilos de peso sigue sin cubrir el espacio para el que fue pensado.

Lo que en un principio se cre¨ªa un retraso en la celebraci¨®n por motivos de agenda, definitivamente parece que se ha transformado en el abandono, por no creerse ya oportuno, de este bello y necesario homenaje a uno de los hombres de Estado m¨¢s dignos y trascendentes que ha contemplado la historia de Espa?a. De estar en lo cierto, la Presidencia de la C¨¢mara baja habr¨ªa incurrido en una falta infinita de seriedad y respeto y en un desprecio indignante. El 14 de abril est¨¢ al caer; ese d¨ªa se conmemorar¨¢n los 80 a?os de la proclamaci¨®n de la Segunda Rep¨²blica. Que cumplan su promesa. A¨²n pueden contribuir a saldar la enorme deuda que nuestro pa¨ªs tiene contra¨ªda con este ilustre personaje, por justicia hist¨®rica y decencia democr¨¢tica.