El Ej¨¦rcito de Bahr¨¦in derriba el s¨ªmbolo de la protesta popular
El reino anuncia que m¨¢s tropas extranjeras "est¨¢n en camino"
El Ej¨¦rcito de Bahr¨¦in demoli¨® ayer el monumento a la Perla, que se hab¨ªa convertido en el s¨ªmbolo de la contestaci¨®n popular contra la monarqu¨ªa de los Al Jalifa. Pero ese intento de borrar la imagen del descontento choca con la determinaci¨®n de quienes protestan. Los activistas (en su mayor¨ªa chi¨ªes) convirtieron el funeral de uno de los suyos en una cr¨ªtica a la violencia con que han sido reprimidos y contra el recurso de la familia real a tropas de pa¨ªses vecinos.
"Bahr¨¦in libre, tropas fuera", coreaban con una sola voz los varios miles de personas que acudieron a dar su ¨²ltimo adi¨®s a Ahmed Farhan en Sitra. Esta peque?a isla, unida por dos puentes a la de Bahr¨¦in, alberga un tercio de la poblaci¨®n y es el centro de la resistencia a la dominaci¨®n por una ¨¦lite sun¨ª de la vida pol¨ªtica y econ¨®mica del reino. De ah¨ª la operaci¨®n policial en la que muri¨® Farhan el martes por la noche, horas antes del desalojo de la plaza de la Perla.
"Cada gota de sangre derramada nos anima a¨²n m¨¢s a defender nuestros derechos", asegur¨® M., una de las activistas que asisti¨® al funeral. Durante el trayecto al cementerio, las mujeres denunciaron los asaltos nocturnos que las fuerzas de seguridad y los somatenes de civiles armados est¨¢n llevando a cabo contra las localidades chi¨ªes que rodean Manama.
Desde el Gobierno (y la televisi¨®n nacional) se presenta a los manifestantes como unos delincuentes que destruyen propiedades p¨²blicas y privadas y est¨¢n arruinado la imagen del pa¨ªs. Los opositores tachan de manipulados unos v¨ªdeos en los que se muestra a supuestos activistas arrollando con sus coches a dos polic¨ªas.
Los ¨¢nimos est¨¢n tan caldeados que los grupos de oposici¨®n han pedido a sus seguidores que no respondan a la violencia, que solo exhiban banderas nacionales y eviten los insultos a la familia real. Cuando algunos de los asistentes al funeral empiezan a corear "muerte a los Al Jalifa, muerte a los Al Saud" (en referencia a las familias reales de Bahr¨¦in y Arabia Saud¨ª), los organizadores les reconducen hacia esl¨®ganes a favor de un Bahr¨¦in en libertad.
"La v¨ªa pac¨ªfica ha sido nuestra elecci¨®n desde el primer d¨ªa", hab¨ªa subrayado poco antes el jeque Isa al Qasem, el m¨¢s respetado cl¨¦rigo chi¨ª de esta isla-Estado, durante el serm¨®n del viernes. El cl¨¦rigo tambi¨¦n se mostr¨® contrario al despliegue de las fuerzas del Consejo de Cooperaci¨®n del Golfo en su pa¨ªs.
Pero la monarqu¨ªa se muestra firme en su decisi¨®n. "Los soldados estar¨¢n en Bahr¨¦in todo el tiempo que sea necesario", declar¨® el ministro de Exteriores, el jeque Jaled bin Ahmad al Jalifa, antes de anunciar que "m¨¢s tropas est¨¢n en camino". Durante una conferencia de prensa, el jefe de la diplomacia, uno de la docena de ministros que son miembros de la familia real, tambi¨¦n neg¨® la acusaci¨®n de Estados Unidos de que Bahr¨¦in ha elegido "el camino equivocado" para hacer frente a las protestas.
El jeque Jaled asegur¨® que su Gobierno est¨¢ dispuesto a dialogar con la oposici¨®n, pero que su prioridad es la seguridad y la estabilidad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.