PNV: Mucho que perder, poco que ganar
Los nacionalistas afrontan la cita del 22-M, tras el relevo en Ajuria Enea, con la presi¨®n de conservar las diputaciones y la dificultad de sumar ayuntamientos
La cuenta atr¨¢s avanza y la tensi¨®n pol¨ªtica crece a dos meses de las elecciones municipales y forales. Sobre todo, entre los grandes partidos que aspiran a gobernar las distintas instituciones. Si socialistas y populares afrontan los comicios con la ilusi¨®n de extender el cambio impulsado ya en Ajuria Enea, el PNV lo hace con la imperiosa necesidad de no ceder terreno si no quiere verse relegado a la oposici¨®n en nuevos escenarios. El poder pesa y los nacionalistas tendr¨¢n que soportar la mayor presi¨®n ante la cita del 22 de mayo, conscientes de que pueden perder alguna de las tres diputaciones que ahora gestionan y que lo tendr¨¢n dif¨ªcil para ganar presencia en los ayuntamientos.
Solo el PSE sigue la estela peneuvista en Vizcaya y a una distancia prudente
La presencia de Sortu abocar¨ªa a un mal trago en Guip¨²zcoa
"En ?lava somos tres fuerzas y la clave estar¨¢ en c¨®mo casarlas"
La amenaza del pacto entre PSE y PP, clave para la movilizaci¨®n social
Quiz¨¢ por su condici¨®n de principal basti¨®n, Vizcaya es la provincia que m¨¢s favorable se presenta para los intereses del partido nacionalista. Solo el PSE parece capaz de hacer frente a la hegemon¨ªa jeltzale, aunque desde una distancia prudente que no amenaza, seg¨²n consideran en Sabin Etxea, con poner en riesgo la Diputaci¨®n y el Ayuntamiento de Bilbao. El PNV tiene interiorizada una fortaleza que sabe transmitir a la sociedad cada vez que celebra un acto p¨²blico. Como el de hace siete d¨ªas en el BEC, donde la presentaci¨®n de los aspirantes a concejales y alcaldes se convirti¨® en una exhibici¨®n de m¨²sculo ante cientos de afiliados.
El reto vizca¨ªno para los peneuvistas se sit¨²a en el escenario municipal. M¨¢s all¨¢ de Bilbao, en las localidades m¨¢s importantes tras la capital. Sobre todo, en la populosa Margen Izquierda, que con cerca de 250.000 habitantes es el principal refugio de los socialistas y reporta un buen pu?ado de esca?os en las Juntas Generales. Aunque los sondeos que barajan ambos partidos no apuntan a vuelcos radicales, el PNV tiene previsto echar el resto en la comarca para conservar el Ayuntamiento de Santurtzi y recuperar presencia en Portugalete, Sestao y Barakaldo, anhelada plaza en la que parten con el fracaso de 2007. Basauri, Gernika y Getxo ser¨¢n tambi¨¦n referentes.
La situaci¨®n es radicalmente opuesta en Guip¨²zcoa, donde los nacionalistas gestionan la Diputaci¨®n pese a que no fueron el partido m¨¢s votado hace cuatro a?os. Ganaron entonces los socialistas, pero fueron incapaces de formar Gobierno. Un horizonte tan complejo, al menos, es el que se le presenta ahora al PNV. A la incertidumbre sobre su mayor¨ªa se le suma un complejo escenario de posibles pactos. En la presencia o no de la izquierda abertzale en las elecciones y en la forma a trav¨¦s de la cual pueda concurrir pueden estar buena parte de las claves, ya que su participaci¨®n alterar¨ªa por completo el mapa pol¨ªtico.
En los dos supuestos m¨¢s probables, la presencia de Sortu en las elecciones brindar¨ªa un mal trago a la formaci¨®n que lidera Joseba Egibar en el territorio. En el peor de los escenarios, podr¨ªa incluso arrebatar la supremac¨ªa nacionalista a los jeltzales. En su defecto, la izquierda abertzale restar¨ªa al PNV los votos necesarios para mantener su gesti¨®n y, ante un apoyo a la investidura de Markel Olano que no se contempla, situar¨ªa al PSE como imprescindible colaborador de los peneuvistas para mantener su presencia en la Diputaci¨®n. Un entendimiento con los socialistas que no encaja en un territorio que ha hecho costumbre de derivar hacia el soberanismo el discurso lanzado desde Sabin Etxea, quiz¨¢ para no perder peso entre los votantes independentistas.
Los gui?os del PNV guipuzcoano al entendimiento abertzale han duplicado en ocasiones la apuesta oficial y han puesto en evidencia la unidad del partido, lo que podr¨ªa repercutir de forma negativa entre el electorado menos fiel. En la ejecutiva del partido descartan esta hip¨®tesis. "Cada territorio tiene sus peculiaridades y el discurso, aun siendo uniforme en las l¨ªneas estrat¨¦gicas, debe adaptarse a los distintos escenarios", explica el responsable de campa?a, Joseba Aurrekoetxea, quien reconoce que el objetivo pasa por ser la primera fuerza. "Los equilibrios habr¨¢ que hacerlos luego, una vez conocidos los resultados".
?lava es el otro escenario en el que para los peneuvistas semantiene encendida la luz de alarma. A la competencia directa con socialistas y populares en una provincia en la que apenas unos cientos de votos marcan las diferencias, se suma la negativa imagen provocada por las supuestas tramas de corrupci¨®n en las que est¨¢n implicados altos cargos del partido. Una pol¨¦mica que incluso ha provocado rifirrafes p¨²blicos entre cargos territoriales y la direcci¨®n, adem¨¢s de una divisi¨®n interna a la que se ha puesto sordina de cara a la cita electoral de mayo.
Ante semejante situaci¨®n parece dif¨ªcil que los nacionalistas puedan repetir al frente de la Diputaci¨®n y m¨¢s complejo a¨²n que puedan ganar el Ayuntamiento de Vitoria. La posibilidad de pactos tambi¨¦n es compleja en la provincia, toda vez que el PNV ha visto esfumarse el apoyo nacionalista que Aralar y EA le hab¨ªan brindado en la presente legislatura al frente de la instituci¨®n foral.
La esperanza radica en que ?lava es el territorio donde con m¨¢s fidelidad se trasladan las percepciones y los resultados del resto de Espa?a. Se prev¨¦ as¨ª que los socialistas puedan acusar el desgaste del presidente Zapatero, aunque los populares, por el efecto contrario, podr¨ªan resultar favorecidos. La falta de entendimiento entre estas dos formaciones, sin embargo, abre todas las puertas postelectorales. "Est¨¢ claro que somos tres fuerzas y que la clave estar¨¢ en c¨®mo casarlas", sostiene Aurrekoetxea.
Por su privilegiada situaci¨®n en la mayor¨ªa de gobiernos, el PNV afronta la situaci¨®n m¨¢s complicada. Tiene mucho que perder el 22 de mayo y muy poco que ganar, m¨¢s all¨¢ de la anhelada imagen de liderazgo tras su salida de Ajuria Enea. Desde Sabin Etxea, sin embargo, no contemplan la cita electoral como una rev¨¢lida de las auton¨®micas. S¨ª admiten que cierta vinculaci¨®n hay. "Socialistas y populares ya han manifestado su deseo de extender el cambio por el cambio", advierte Aurrekoetxea. La amenaza del pacto entre ambas fuerzas es clave para movilizar a su electorado.
Candidatos de peso o con futuro
El PNV ha conformado una plancha de candidatos para las pr¨®ximas elecciones en la que a?ade juventud al valor seguro que aporta la veteran¨ªa. Para las plazas que ya gobierna se ha decantado por mantener a sus l¨ªderes, algunos de los cuales gozan de un gran reconocimiento social, adem¨¢s de pol¨ªtico. Las novedades han llegado desde la oposici¨®n, en los ayuntamientos de las dos capitales que no gestiona. Una apuesta que se interpreta de futuro, m¨¢s a medio plazo que enfocada a conseguir el triunfo el 22 de mayo.
En Bilbao repite como aspirante I?aki Azkuna, quiz¨¢ el valor m¨¢s seguro de los
jeltzales,
mientras Jos¨¦ Luis Bilbao cuenta con todo a su favor para seguir al frente de la Diputaci¨®n vizca¨ªna. M¨¢s compleja se presenta la situaci¨®n en Guip¨²zcoa, donde Markel Olano no lo tendr¨¢ f¨¢cil para mantenerse al frente de la instituci¨®n foral. El portavoz de esta, Eneko Goia, ser¨¢ el encargado de liderar la apuesta nacionalista para el Ayuntamiento de San Sebasti¨¢n, aunque su perfil no ha tenido tiempo a¨²n de ganar el peso del socialista Od¨®n Elorza.
La situaci¨®n es similar en ?lava, donde el diputado general, Xabier Agirre, opta a la reelecci¨®n, pero podr¨ªa acusar el desgaste de un mandato marcado por la marcha de sus socios nacionalistas y la presunta corrupci¨®n. El joven Gorka Urtaran, aspirante de consenso tras una dura batalla interna, opta a la Alcald¨ªa de Vitoria.
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