Ideas
Decir que alguien es un genio es una declaraci¨®n que ha perdido impacto. Uno ha dicho y o¨ªdo en tantas ocasiones lo de "genio" que parece el cuento del pastor y el lobo: avisas muchas veces que viene, que viene... y cuando aparece de verdad, nadie te cree. Y esa p¨¦rdida de valor es una pena porque tengo la completa seguridad de que ha aparecido un genio entre nosotros, alguien que se ha inventado algo nuevo, como si en esto del espect¨¢culo se nos hubiera olvidado sacarnos de la chistera g¨¦neros nuevos que no se parecen a nada de lo que hayamos visto antes.
Acabo de terminar de leer Ultraviolencia, un libro de Miguel Noguera que no es ni una novela, ni un c¨®mic, ni una antolog¨ªa de relatos. Se trata de una colecci¨®n de ideas. Ideas en estado bruto. Noguera se sirve de un corto texto o un esquem¨¢tico dibujo para pervertir la realidad que nos rodea. Su punto de partida es siempre cotidiano pero en un instante el costumbrismo adquiere un giro inesperado; una peluquer¨ªa en la que las revistas que sirven de referencia para los peinados son publicaciones de astrolog¨ªa y esoterismo, una se?ora que no para de preguntar, "?ya se van?" a los clientes de una cafeter¨ªa, una tabla de surf de absurda aerodin¨¢mica... No son planteamientos de relatos ni sketches humor¨ªsticos, sino sugerencias para un universo alternativo que se parece al nuestro.
Quiz¨¢s lo que m¨¢s me convence de que Miguel Noguera es un genio es que me siento incapaz de describir con precisi¨®n lo que hace. Eso significa que es novedoso; hay quien lo relaciona con Ram¨®n G¨®mez de la Serna y sus "greguer¨ªas" o con Tono y esa generaci¨®n demencial que culmin¨® en La Codorniz, aunque creo que Noguera est¨¢ m¨¢s cerca de Chumy Ch¨²mez y la revista Hermano Lobo, con ese sentido del humor insano tan setentero. A quien m¨¢s me recuerda es a Roland Topor. No es que Noguera haga lo que hac¨ªa el franc¨¦s, pero los ingredientes de su trabajo son los mismos: dibujar y fabular.
El otro d¨ªa en una charla en una facultad de Ciencias de la Comunicaci¨®n me promet¨ª a m¨ª mismo que no elaborar¨ªa un discurso derrotista sobre nuestro futuro como creadores. Odio cuando alguien va a una clase con chavales llenos de ilusi¨®n y les mete miedo. Es mejor no hablar de crisis porque muchos de nosotros no hemos conocido otra cosa. Para nosotros la palabra "crisis" es sustituible por "vida cotidiana" o "normalidad". Desde luego presentar un panorama pesimista es l¨®gico y sensato pero creo que a alguien con el empuje de quien empieza necesita palabras de ¨¢nimo. Uno se puede sentir un poco falso dando esperanzas pero si has le¨ªdo cosas como Ultraviolencia, hablas en clave optimista con bastante convicci¨®n.
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