La hora del pueblo libio
En menos de 24 horas el mando de la operaci¨®n Amanecer de la Odisea, el general Carter Ham, jefe del Africom (mando estadounidense para ?frica), con sede en Stuttgart (Alemania), consider¨® alcanzado el objetivo de establecer una zona de exclusi¨®n a¨¦rea sobre la mayor parte del territorio libio. Esto significa que la coalici¨®n internacional, liderada por EE UU, Francia y Reino Unido, ha logrado la superioridad a¨¦rea. A partir de ese momento los aviones de la coalici¨®n pueden patrullar con un cierto grado de tranquilidad, siempre que lo hagan a una altura m¨ªnima que evite la acci¨®n de las ametralladoras, ca?ones antia¨¦reos y sobre todo de los misiles port¨¢tiles tierra-aire de baja cota.
Es m¨¢s f¨¢cil detener una guerra que alcanzar una situaci¨®n de paz y estabilidad duradera
Durante la operaci¨®n se han atacado los radares de exploraci¨®n encargados de detectar la llegada de los aviones de la coalici¨®n, para a continuaci¨®n destruir las posiciones de misiles antia¨¦reos y las instalaciones de mando y control que interconectan sus defensas a¨¦reas, evitando que puedan reaccionar contra los aviones aliados.
Siguiendo este procedimiento, tambi¨¦n se han atacado pistas de las bases militares desde donde pueden operar los aviones de Gadafi. De esta forma, se ha impedido que sus cazas siguieran atacando a la poblaci¨®n civil y, a su vez, que puedan realizarse las patrullas a¨¦reas de la coalici¨®n, donde se encuadran los cuatro F-18 espa?oles, que ya est¨¢n llevando a cabo su misi¨®n.
El espacio a¨¦reo libio, y especialmente el de la franja costera, donde se encuentran las principales ciudades que son objetivo y base de las operaciones de las fuerzas de Gadafi, ser¨¢ controlado ahora por los radares aliados situados en los aviones AWACS (sistema de alerta y control aerotransportado) y en los barcos de la coalici¨®n.
La fragata espa?ola M¨¦ndez N¨²?ez, que ayer zarp¨® de la base de Rota para participar en el embargo mar¨ªtimo, podr¨ªa, adem¨¢s, contribuir al control del espacio a¨¦reo. Este buque est¨¢ dotado de uno de los sistemas de control y defensa a¨¦rea m¨¢s modernos del mundo, denominado Aegis, que se puede integrar con el de los barcos estadounidenses y es capaz de seguir y analizar simult¨¢neamente, con su radar tridimensional de alta potencia hasta 200 aviones en vuelo a varios centenares de millas. Todo esto la convierte en un buque especialmente adecuado para este tipo de operaciones.
En todo conflicto en el que uno de los bandos es una coalici¨®n, su centro de gravedad, es decir, aquello que la hace fuerte o que puede debilitarla, es la cohesi¨®n entre sus miembros. En este caso las fuerzas aliadas deben cuidar los apoyos de la Liga ?rabe y de la Uni¨®n Africana, que han sido claves para la aprobaci¨®n de la Resoluci¨®n 1.973 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Si siempre es obligado evitar las bajas de civiles, los llamados da?os colaterales, en esta operaci¨®n ser¨¢ incluso mucho m¨¢s cr¨ªtico para el resultado final. Cualquier error en este sentido puede provocar la p¨¦rdida de apoyos del mundo ¨¢rabe y africano y Gadafi lo intentar¨¢ explotar por todos los medios. Una vez m¨¢s los medios de comunicaci¨®n juegan un papel fundamental en el conflicto.
Para protegerse de los ataques a¨¦reos de la coalici¨®n, las tropas de Gadafi ya est¨¢n tratando de mezclarse con la poblaci¨®n civil, despleg¨¢ndose dentro de las ciudades, tanto en las que tienen sus bases, como en aquellas que pretenden conquistar. Los medios de comunicaci¨®n locales ya han mostrado im¨¢genes de civiles en las tapias de las instalaciones militares y el l¨ªder libio ha hecho saber que cuenta con un gran n¨²mero de voluntarios que se han ofrecido para servir de escudos humanos.
Hasta el momento, la superioridad a¨¦rea de la coalici¨®n est¨¢ permitiendo cortar el movimiento de tropas de Gadafi y su apoyo log¨ªstico, necesario para atacar las ciudades rebeldes como Bengasi. En un territorio semides¨¦rtico, las pocas carreteras, que en su mayor¨ªa transcurren paralelas a la costa, est¨¢n expuestas al fuego de la coalici¨®n.
Y sin embargo estas operaciones no ser¨¢n suficientes para que las tropas rebeldes puedan derrotar al Ej¨¦rcito del r¨¦gimen, que cuenta con abrumadora superioridad de fuerzas terrestres, en los que 3.000 o 4.000 mercenarios son su fuerza de choque.
Las lecciones de los ¨²ltimos conflictos nos indican que es m¨¢s f¨¢cil detener una guerra que alcanzar una paz estable y duradera. Las fuerzas aliadas han lanzado la operaci¨®n para evitar la masacre de civilee, pero son los libios quienes tienen que liderar su propio destino, evitando la guerra civil y la partici¨®n del pa¨ªs en dos.
Una vez conseguidos los objetivos militares delimitados por Naciones Unidas, es la hora del pueblo libio, que necesitar¨¢ seguir contando con el apoyo de la comunidad internacional y especialmente de ¨¢rabes y africanos para garantizar el futuro de una Libia unida y en paz.
Miguel ?ngel Ballesteros es general de brigada y director del Instituto Espa?ol de Estudios Estrat¨¦gicos.
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