Negocio alegal, anuncio ilegal
El Gobierno trata de acabar con la publicidad de prostituci¨®n en los diarios impresos porque Internet no es controlable.- Los editores se agarran a la libertad de expresi¨®n y de empresa
La prostituci¨®n en Espa?a es una actividad alegal, no est¨¢ regulada ni prohibida, a pesar de que el Gobierno se manifiesta abolicionista al respecto, desde el convencimiento de que detr¨¢s de las miles de mujeres que se prostituyen est¨¢n las mafias de la trata. El Consejo de Estado, en su informe sobre los anuncios de contactos en la prensa, ha proporcionado al Gobierno un nuevo argumento para prohibir esta publicidad, toda vez, dicen, que la autorregulaci¨®n se ha manifestado insuficiente. El Ministerio de Sanidad, Pol¨ªtica Social e Igualdad recoge el guante y anuncia que "establecer¨¢ un calendario" para vetar esta publicidad aunque aspira a que sea "con el m¨¢ximo consenso posible tanto de los grupos parlamentarios como de los propios medios de comunicaci¨®n".
El Ejecutivo quiere establecer un calendario para vetar los clasificados
Los editores de diarios se sienten discriminados sobre otros medios
"Los anuncios buscar¨¢n otros canales para llegar al p¨²blico"
La ley protege la dignidad de la persona, la igualdad y no discriminaci¨®n
El Consejo de Estado, el Gobierno y las organizaciones feministas esgrimen el trato vejatorio y degradante que supone para la mujer el comercio de su cuerpo. "Se las exhibe y oferta como mera carne. Un peri¨®dico serio no puede reivindicar la igualdad y a la vez consagrar la desigualdad. Son ingresos sustanciosos y los medios no quieren renunciar a ellos", dice Charo Carracedo, portavoz de la Plataforma por la Abolici¨®n de la Prostituci¨®n. En la misma l¨ªnea se pronuncia ?ngela Cerrillo, presidenta de la Asociaci¨®n de Mujeres Juristas Themis: "Esta actividad supone un trato degradante e inhumano y anunciarla en los medios da cobertura al terrible problema de la trata y encubre un negocio que afecta a intereses poderosos".
Bien distinta es la opini¨®n de los editores de diarios, que rechazan de plano el informe del Consejo de Estado y se muestran "indignados" porque este organismo no ha atendido sus propuestas. Recuerdan que establecieron un c¨®digo de autorregulaci¨®n para eliminar de sus p¨¢ginas las fotograf¨ªas y textos expl¨ªcitos en los anuncios de contactos que pudieran herir la sensibilidad de los lectores. Los peri¨®dicos se compromet¨ªan a evitar el empleo de mensajes que atentaran contra la dignidad de la persona, el maltrato, la explotaci¨®n sexual o las situaciones vejatorias o delictivas. Pero estos objetivos no se han conseguido por completo.
Los editores opinan que la publicaci¨®n de estos anuncios es legal y forma parte de la libertad de prensa que ampara la Constituci¨®n. "Si los poderes p¨²blicos consideran que la prostituci¨®n es una actividad delictiva o perjudicial para la salud, cabr¨ªa exigirles que proh¨ªban el ejercicio de la misma". Si no est¨¢ prohibida ?por qu¨¦ ha de vetarse su publicidad?, se preguntan en la Asociaci¨®n de Editores de Diarios Espa?oles (AEDE).
"Quiz¨¢ ser¨ªa razonable empezar por prohibir la prostituci¨®n", contesta ?ngela Cerrillo, "pero no creo que sea f¨¢cil". Sobre lo mismo, Charo Carracedo afirma: "En la pol¨ªtica todo necesita primero un proceso pedag¨®gico, para que la sociedad entienda y se vaya deslegitimando esta tolerancia social. Por eso ayudar¨ªa la eliminaci¨®n de estos anuncios en la prensa", dice.
Los editores, que ya ha padecido severas restricciones con la publicidad del alcohol, el tabaco y el juego, reclaman su derecho a decidir qu¨¦ contenidos publicitarios "sobre actividades l¨ªcitas" incluyen en sus p¨¢ginas, y aseguran que cualquier tipo de censura previa vulnerar¨ªa tanto la libertad de expresi¨®n de los anunciantes como la libertad publicitaria de empresas y personas. Creen que echar¨ªan por tierra el art¨ªculo 20 de la Constituci¨®n y supondr¨ªa una discriminaci¨®n de la prensa escrita respecto a otros medios de comunicaci¨®n.
Efectivamente, el informe del Consejo de Estado esgrime la necesidad de suprimir estos anuncios en la prensa escrita y plantea una regulaci¨®n m¨¢s tibia para Internet. Daniel Solana, director creativo y fundador de la agencia DoubleYou, considera "extra?o" que se carguen las tintas sobre la prensa: "Los peri¨®dicos son una peque?a parte de la exposici¨®n p¨²blica de las marcas o las actividades profesionales. Limitar la prohibici¨®n a la prensa es ver el mundo desde una ¨®ptica equivocada. Internet diluye los contenidos y los hace fluir", asegura. Por eso considera que, t¨¦cnicamente, no tiene mucho sentido, porque esta publicidad "buscar¨¢ otros canales mucho m¨¢s directos para llegar al p¨²blico".
El Consejo de Estado explica este empe?o en la prensa porque considera que es un medio de m¨¢s f¨¢cil acceso para los menores: "Puede llegar a favorecer su pr¨¢ctica [la prostituci¨®n] a una edad temprana" y "puede incitar a su ejercicio por parte de las menores". Pero vetar estos anuncios en la prensa y no en Internet no parece una soluci¨®n completa: Solana sostiene que la Red permite que los anuncios puedan llegar a segmentos de poblaci¨®n m¨¢s amplios y sensibles, como el de los menores. "Internet es un soporte universal y masivo, en el que nadie tiene la posibilidad de limitar nada. Hay, eso s¨ª, medidas que facilitan el filtraje de contenidos, pero es muy dif¨ªcil prohibir la autopromoci¨®n de servicios profesionales, sean de abogados, agentes inmobiliarios o prostitutas", a?ade.
El Gobierno aboga por una "regulaci¨®n espec¨ªfica" al respecto, sin embargo, ya hay leyes que protegen la dignidad de la mujer. En el terreno de la publicidad es cada vez menos frecuente encontrar ejemplos que la socaven. Autocontrol, la asociaci¨®n integrada por anunciantes, agencias y medios de comunicaci¨®n para su autorregulaci¨®n, vela por una publicidad leal y ver¨ªdica, y recibi¨® el a?o pasado cuatro reclamaciones sobre el tratamiento de la imagen de la mujer. De los 6.336 anuncios revisados antes de su emisi¨®n, Autocontrol realiz¨® observaciones en apenas 30 casos (un 37% menos que el a?o anterior). De las cuatro reclamaciones sobre la mujer, el Jurado de la Publicidad estim¨® dos: una contra la marca de moda Polo & Co y otra contra la web de apuestas Bet-at-home. El jurado concluy¨® que utilizan el cuerpo de la mujer "de manera claramente instrumental", como "mero objeto".
Sin embargo, este organismo no tiene bajo sus competencias los contenidos de los anuncios de contacto, mucho m¨¢s vejatorios para la mujer en buena parte de los casos. La legislaci¨®n espa?ola no los regula expresamente, pero protege la dignidad de la persona, la igualdad y no discriminaci¨®n, el derecho al honor, la intimidad y la propia imagen. Seg¨²n la Ley General de Publicidad, son ilegales los anuncios que presentan a la mujer de manera vejatoria o utilizando su cuerpo como mero objeto desvinculado del producto que se promociona. La ley de Igualdad (de 2007) considera il¨ªcita la publicidad que comporte una conducta discriminatoria y la Ley General de la Comunicaci¨®n Audiovisual (2010) proh¨ªbe emitir en televisi¨®n anuncios que puedan perjudicar seriamente el desarrollo f¨ªsico, mental o moral de los menores entre las seis de la ma?ana y las diez de la noche. Adem¨¢s, no permite emitir espacios de pornograf¨ªa en abierto. Por ¨²ltimo, la ley de Servicios de la Sociedad de la Informaci¨®n (2002) restringe la difusi¨®n de contenidos que puedan ser nocivos para la infancia y la juventud.
A la vista de toda esta normativa, la Asociaci¨®n de Usuarios de la Comunicaci¨®n (AUC) considera que los anuncios de contactos pueden quedar al amparo de estas leyes. Seg¨²n esta asociaci¨®n, la regulaci¨®n podr¨ªa afectar al contenido de los anuncios, el formato o la presentaci¨®n. Por ejemplo, prohibiendo la ilustraci¨®n gr¨¢fica (fotograf¨ªas, dibujos), el uso de determinadas expresiones o argumentos, estableciendo una restricci¨®n de tama?o y formato, restringiendo su ubicaci¨®n en los soportes o p¨¢ginas (nunca en la portada o en las secciones generales). La AUC se muestra partidaria de un modelo de corregulaci¨®n, como los servicios telef¨®nicos de tarificaci¨®n adicional: un marco legal regulatorio, un c¨®digo deontol¨®gico complementario y una aplicaci¨®n ad causem del mismo en una comisi¨®n tripartita en la que participen editores, organizaciones sociales y Administraci¨®n.
Tambi¨¦n los medios de comunicaci¨®n tienen sus propios c¨®digos deontol¨®gicos sobre la publicidad. No suelen admitir anuncios cuando tienen indicios de que detr¨¢s de ellos hay una actividad delictiva o fraudulenta. Quiz¨¢ esa es la raz¨®n por la cual la polic¨ªa, cuando desmantela una red de tr¨¢fico de personasen, incluye en sus informes los anuncios sobre ella que en su d¨ªa aparecieron en los medios de comunicaci¨®n, cuando los hubiere. Pero no todo el mundo considera que la prostituci¨®n est¨¢ sujeta a las mafias. Cristina Garaiz¨¢bal, portavoz de Hetaira, colectivo que lucha por la regulaci¨®n de los derechos de las prostitutas, considera que el informe del Consejo de Estado es "vago y abstracto" y que, en caso de prohibirse o limitarse la publicidad de la prostituci¨®n, ser¨ªa una medida "f¨¢cil y gratuita para el Gobierno, pero ineficaz, porque las mafias no est¨¢n mayoritariamente tras los anuncios de prostituci¨®n". "Si tanto les preocupa el tema de las mafias, que se fijen en los anuncios de ropa o zapatos; est¨¢ demostrado que muchos de estos productos est¨¢n hechos por ni?os en r¨¦gimen de esclavitud en el sudeste asi¨¢tico". Para Hetaria, eliminar estos anuncios "acabar¨¢ empeorando las condiciones en las que viven y trabajan estas mujeres".
De la 'putocracia' a los intentos de crear c¨®digos ¨¦ticos
- Italia. No est¨¢ regulada la publicidad de anuncios sexuales en los medios. Algunos peri¨®dicos, como Il Corriere della Sera o Il Messaggero, la tienen en peque?as y discretas dosis, otros muchos no. La Repubblica, por ejemplo, decidi¨® desde su fundaci¨®n, en 1976, no publicar anuncios clasificados que "puedan colaborar en la explotaci¨®n sexual de las mujeres", aunque curiosamente s¨ª lo hacen los peri¨®dicos locales del grupo L'Espresso. Seg¨²n explica el redactor jefe de la redacci¨®n central, Fabio Bogo, la concesionaria de publicidad del grupo, Manzoni, "est¨¢ en este momento procesada por inducci¨®n a la prostituci¨®n por haber publicado anuncios de contactos sexuales, y la tendencia es que desaparezcan tambi¨¦n de los diarios provinciales o regionales". En todo caso, es Internet el soporte que absorbe la inmensa mayor¨ªa de la publicidad que genera el potente negocio de la prostituci¨®n. Un sector que est¨¢ en manos de las mafias y que parece cada d¨ªa m¨¢s pujante en un sistema de poder videocr¨¢tico y que el ex diputado del Pueblo de la Libertad Paolo Guzzanti ha acu?ado como la mignottocrazia, es decir, la putocracia.
- Reino Unido. Los anuncios de prostituci¨®n est¨¢n permitidos, pero con ciertas condiciones, en la medida en que la prostituci¨®n misma se puede ejercer de forma legal pero con condiciones. Los anuncios en peri¨®dicos y revistas son legales, pero no pueden anunciar burdeles que ofrezcan numerosas chicas, aunque es bastante habitual que se haga. Esa prohibici¨®n no est¨¢ directamente relacionada con la prostituci¨®n, sino con la trata de mujeres para obligarlas a prostituirse. El Partido Laborista llev¨® a su programa en las elecciones de 2010 una propuesta para prohibir los anuncios precisamente alegando que detr¨¢s de muchos burdeles se esconde esclavismo y trata de blancas, pero el Gobierno que sali¨® de aquellos comicios, formado por conservadores y liberales-dem¨®cratas, no ha lanzado ninguna propuesta semejante. Quiz¨¢s porque la idea fue muy mal acogida por los trabajadores del sexo al considerar que sin anuncios no podr¨ªan trabajar en pisos y deber¨ªan volver a la calle. La prensa nacional apenas publica anuncios de prostituci¨®n, pero son mucho m¨¢s habituales en revistas y en la prensa local y regional. En 2008, la Newspapers Society intent¨® con poco ¨¦xito imponer un c¨®digo ¨¦tico en ese tipo de anuncios para luchar contra el tr¨¢fico de mujeres.
- Alemania. Los anuncios sexuales est¨¢n sujetos a la normativa sobre pornograf¨ªa, pero solo se encuentran en las p¨¢ginas de la Boulebardpresse, la prensa sensacionalista como Bild, el tabloide berlin¨¦s B.Z. o el muniqu¨¦s Abendzeitung. Si no muestran im¨¢genes de ¨®rganos sexuales, estos anuncios, m¨¢s caros que el resto de anuncios por palabras, se publican sin problema. Tambi¨¦n semanarios locales de ocio, como Zitty o Tip, imprimen anuncios de prostituci¨®n. Los peri¨®dicos generalistas de calidad, como Frankfurter Allgemeine Zeitung o S¨¹ddeutsche Zeitung, renuncian a estos anuncios por decisi¨®n propia.
- Francia. Los peri¨®dicos
no publican anuncios de prostituci¨®n. Una ley, aprobada en 2003, cuando Nicolas Sarkozy era ministro del Interior, proh¨ªbe el proxenetismo y la captaci¨®n de clientes con penas de hasta dos meses de c¨¢rcel y 3.750 euros de multa. Con todo, los peri¨®dicos gratuitos, seg¨²n denunciaba ayer una componente de la ONG Scelles, especializada en la lucha contra la prostituci¨®n, "se encuentran a veces anuncios de prostituci¨®n pero muy disimulados, a fin de burlar a la polic¨ªa".
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