Un arduo proceso burocr¨¢tico en Espa?a

La homologaci¨®n en Espa?a de los estudios extranjeros, de fuera de Europa, es un complejo proceso en el que se empieza comprobando si el solicitante ha estudiado en la universidad que dice que lo ha hecho y termina comparando asignatura por asignatura el plan de estudios para ver si, efectivamente, es homologable a los m¨ªnimos exigidos en Espa?a. Seg¨²n el t¨ªtulo, el pa¨ªs y la universidad de origen, el tiempo que toma el proceso var¨ªa. El expediente se ha de resolver en el plazo de seis meses, pero hay muchos casos en los que se ha demorado a?os. Dentro del Espacio Europeo de Educaci¨®n Superior (los 46 pa¨ªses que han firmado el proceso de Bolonia) el reconocimiento no es autom¨¢tico, aunque s¨ª se supone mucho m¨¢s sencillo y r¨¢pido. Sin embargo, en la pr¨¢ctica no lo es tanto, entre otras cosas, porque conviven titulaciones de grado de tres y de cuatro a?os (como en el caso de Espa?a).

Las profesiones reguladas -las que exigen legalmente unos requisitos formativos para ejercerla, como Medicina, Arquitectura o las ingenier¨ªas, por ejemplo- hay que explicarlas aparte. Desde fuera de Europa, deben primero obtener la homologaci¨®n o el reconocimiento de su t¨ªtulo y, despu¨¦s, ir al organismo competente para acreditarse (por ejemplo, para ingeniero de Caminos, al Ministerio de Fomento), explica la ex directora del Instituto Nacional de Cualificaciones, Francisca Arbizu. Los de la UE no necesitan el tr¨¢mite educativo y van directamente al organismo que toque. En unos pocos casos, contin¨²a Arbizu, es autom¨¢tico (m¨¦dico, enfermero, odont¨®logo, veterinario, farmac¨¦utico y arquitecto), pero en el resto se comprueba la formaci¨®n y, en algunos casos, se debe pasar una prueba.

La directiva que lo regula, de 2005, est¨¢ en proceso de revisi¨®n, pues los resultados de movilidad europea est¨¢n muy por debajo de lo esperado, dice Gonzalo Muzquiz, secretario t¨¦cnico de la Uni¨®n Profesional, asociaci¨®n integrada por 40 colegios profesionales.