Ni?os que juegan a comer sano

Los padres que no suelen tener tiempo ni para darles la merienda a los ni?os, ahora podr¨¢n mandarlos a que se la hagan ellos mismos. En el barrio de Chamber¨ª les han montando una cocinita. Eso s¨ª, nada de bollos industriales ni bolsas de patatas fritas. Solo "alimentos sanos para ni?os de ciudad". Es la m¨¢xima del local.

A Paloma Mont¨®n, mentora y propietaria de La Cocinita de Chamber¨ª, la maternidad le cambi¨® la vida hace dos a?os y medio. Cuando naci¨® su hija no lo dud¨® y dej¨® su trabajo como comercial para tener tiempo para ella. Siempre preocupada por la alimentaci¨®n de la ni?a, Paloma ten¨ªa que recorrer la ciudad de punta a punta para ir a mil sitios en los que conseguir un producto de alimentaci¨®n ecol¨®gica. No hab¨ªa ninguna tienda especializada y, en medio de estos paseos, naci¨® la idea.

Oferta papillas, harinas especiales, galletas e, incluso, golosinas

Algo as¨ª como una tienda gourmet para los m¨¢s peque?os en la que encontrar productos ecol¨®gicos infantiles, menaje para ellos y hasta una cocina en la que impartir¨¢n talleres de nutrici¨®n por las ma?anas para madres, y de cocina "sin fuego" para los peque?os, por las tardes.

Coincidiendo con la llegada de la primavera, el pasado lunes se encendi¨® por primera vez la cocina. En las estanter¨ªas luc¨ªan reci¨¦n colocadas las papillas alemanas de cereales puros sin edulcorar, las harinas especiales, las galletas y hasta las golosinas que, en lugar de az¨²car, llevan sirope o malta. Las primeras clientas entraban atra¨ªdas por el reclamo de productos ecol¨®gicos y sal¨ªan con unas tortas de arroz, de esas que son como comer aire. Al cabo de unas vueltas por la tienda, la decoraci¨®n en tonos pastel les hac¨ªa caer en la cuenta de que no se trataba de una tienda diet¨¦tica: "Ah, es para ni?os", dec¨ªan asombradas con sus tortas en el bolso.

Para rodearse de ni?os no hay como darse una vuelta por un parque. Por eso, la elecci¨®n del local, en la calle de Trafalgar, no fue casual. Paloma escogi¨® la zona porque hay bastantes familias j¨®venes que, dice, tienen un "rollo alternativo" y les pueden interesar sus productos. En breve, planea el primer asalto a la cercana plaza de Olavide. Para eso se ayudar¨¢ de un animador que repartir¨¢ informaci¨®n a las madres y regalices ecol¨®gicos a los hijos, entre otras golosinas. La idea es que en poco tiempo empiecen los talleres -dirigidos por especialistas en nutrici¨®n y monitores-, y que la cocinita se llene de ni?os.

Con la ilusi¨®n de haber entrado en un mercado "poco explotado" en Espa?a, Paloma espera impaciente a que empiece el trasiego de gente. Adem¨¢s de los productos envasados, quiere que en la tienda tambi¨¦n haya hortalizas frescas, como zanahoria y patatas, carne picada, pollo o huevos. Todo lo necesario para los primeros pur¨¦s y las primeras comidas. Ecol¨®gico y, si puede ser, "de aqu¨ª cerca". Porque aunque muchos productos son importados de otros pa¨ªses, Paloma quiere apostar por la producci¨®n local. Con precios, asegura, muy medidos. "No me quiero aprovechar de los padres y abusar de los precios por estar en esta zona o por la exclusividad de la tienda", dice entusiasmada con sus primeras ventas, aunque sean de tortas de aire.

Al final de su primer d¨ªa al frente de La Cocinita, Paloma se confesaba "exhausta, pero feliz". Ma?ana ser¨¢ la inauguraci¨®n oficial y, por supuesto, habr¨¢ algo de picar. Ecol¨®gico, claro.