Nuevo factor de riesgo
La dimisi¨®n de S¨®crates agrava las urgencias del euro y empuja hacia la intervenci¨®n de Portugal
La estabilidad de la eurozona cuenta desde ayer con un nuevo y grave factor de riesgo. El primer ministro Jos¨¦ S¨®crates present¨® su renuncia al presidente de la Rep¨²blica Cavaco Silva despu¨¦s de que el Parlamento rechazara el plan de austeridad, denominado Programa de Estabilidad y Crecimiento (PEC), presentado por el Gobierno para su aprobaci¨®n. Plan que, por cierto, contaba con todos los pronunciamientos favorables de la Comisi¨®n Europea y el Banco Central Europeo. Si la ¨²nica salida son las elecciones, la soluci¨®n m¨¢s favorable para Portugal ser¨ªa que el pr¨®ximo Gobierno que salga de las urnas cuente con una amplia mayor¨ªa que respalde el plan de ajuste del d¨¦ficit que exigen Bruselas y los mercados. El principal partido de la oposici¨®n, el PSD de Pedro Passos Coelho, ya ha anunciado su disposici¨®n a cumplir el PEC. Pero mientras llegan los comicios, la situaci¨®n de Portugal ser¨¢ insostenible. Ayer, el diferencial de las obligaciones del Tesoro a cinco a?os supera ya el 8% y a 10 a?os llegaban ya al 7,63%.
En estas condiciones, lo m¨¢s probable es que las autoridades portuguesas tengan que solicitar un plan de rescate, similar a los que ya han experimentado Grecia e Irlanda. Portugal est¨¢ sumido en una recesi¨®n y est¨¢ siendo castigado sistem¨¢ticamente por los inversores, debido a las dudas persistentes sobre la solvencia de sus finanzas p¨²blicas. Tales dudas no est¨¢n respaldadas por el comportamiento pol¨ªtico del Gobierno, dispuesto a los ajustes presupuestarios obligados. Pero los analistas y las agencias de rating han jugado a la profec¨ªa que se autocumple. Con el pretexto de que su bajo crecimiento le impedir¨ªa aumentar los ingresos p¨²blicos, ajustar los gastos y devolver la deuda, casi todos los an¨¢lisis econ¨®micos induc¨ªan a no invertir en activos lusos. Al final, la inestabilidad pol¨ªtica y la persistencia de los recelos de los mercados ha situado al pa¨ªs al borde de la intervenci¨®n y a la zona euro en una nueva etapa de turbulencias financieras.
Ante una situaci¨®n tan grave como la de Portugal, resulta imperativo que la cumbre europea que empieza hoy reaccione con rapidez. En primer lugar, deber¨ªa resolver cuanto antes los detalles de la ampliaci¨®n del Fondo de Rescate, con el fin de que tenga una capacidad de pr¨¦stamo de 500.000 millones de euros. La situaci¨®n ¨®ptima ser¨ªa que los cambios se aprobaran con rapidez para que Portugal estuviese en disposici¨®n de acogerse a ellos. En este sentido, cualquier retraso en los acuerdos ser¨ªa preocupante.
El Gobierno espa?ol ha reaccionado con demasiado optimismo al asegurar que la crisis de Portugal no afectar¨¢ a Espa?a. El matiz obligado es que no deber¨ªa afectar en funci¨®n de las decisiones pol¨ªticas adoptadas y de los fundamentales econ¨®micos y financieros de la econom¨ªa espa?ola. Pero una intervenci¨®n de Portugal provocar¨ªa una nueva espiral de causas de sospecha. Por ejemplo, la deuda portuguesa en poder de la banca espa?ola. Y se reiniciar¨ªa el modelo de las profec¨ªas de los analistas que tienden a autocumplirse.
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