El Cuco se cuela por los agujeros del 'caso Marta'

?Qu¨¦ encubre El Cuco? ?Puede alguien ser condenado por camuflar un delito que no se sabe si se cometi¨® porque a¨²n no se ha juzgado? Una sentencia absuelve a Javier G., El Cuco , de asesinar y violar en enero de 2009 a la joven sevillana de 17 a?os Marta del Castillo , pero le condena como encubridor del crimen cometido, presuntamente, por Miguel Carca?o (cuyo juicio no se ha celebrado todav¨ªa). Este fallo encierra un debate sobre el que los expertos no se ponen de acuerdo.

La mayor¨ªa defiende la actuaci¨®n del juez de menores Alejandro Vi¨¢n, que se ha visto obligado a construir, con muy pocas pruebas, un relato de hechos probados sin inmiscuirse en la causa por la que se juzgar¨¢ a los cuatro acusados adultos. Y todos coinciden tambi¨¦n en que un caso ya complejo de por s¨ª (varios imputados, uno de ellos menor, que han dado m¨²ltiples versiones y han demostrado una frialdad extrema), se une la falta de pruebas. El cuerpo de Marta, que no ha aparecido, guarda secretos que, probablemente, servir¨ªan para demostrar o descartar unos delitos que de otra forma resultan muy dif¨ªcil de probar, como se ha demostrado en el juicio contra el menor.

"Los juicios separados son un puro disparate", dice un penalista

El fallo podr¨ªa afectar a los adultos implicados en la desaparici¨®n

Borja Mapelli, catedr¨¢tico de Derecho Penal de la Universidad de Sevilla, elogia la "valent¨ªa" del magistrado al absolver a El Cuco de los principales delitos que se le imputaban. "El juez ha tenido que hacer casi juegos malabares y lo ha hecho bien", afirma. Pero Mapelli cree tambi¨¦n que la sentencia contiene "una gran contradicci¨®n". "Se ve que el juez ha hecho un esfuerzo, pero no se puede condenar a alguien como encubridor de algo que es presunto". "Todo encubrimiento se constituye sobre el principio de lo accesorio, el encubridor por s¨ª mismo no es nadie", insiste el catedr¨¢tico, para quien el fallo contra el muchacho "se carga la figura del encubridor".

En la misma l¨ªnea se pronuncia Jos¨¦ Mar¨ªa Calero, fiscal en excedencia y abogado de la familia de Marta, para quien la condena por encubrimiento "exige" la existencia de un previo delito que es el que se encubre. En este caso, ese delito "ni se ha declarado por otro tribunal antes de esta sentencia, ni puede ser declarado en la misma por un juez que dice reiteradamente, al referirse a ese delito precedente, que son los hechos cometidos por personas 'cuya conducta no se enjuicia'. Si no la enjuicia ?por qu¨¦ dice tantas veces que Miguel mat¨® a Marta?".

No opina lo mismo Inmaculada Ramos, profesora titular de Derecho Penal de la Universidad de Granada, quien recuerda que, seg¨²n el C¨®digo Penal, el encubrimiento "ya no es una forma de participaci¨®n en un delito", como s¨ª lo son los encubridores o los c¨®mplices. "El encubrimiento es un delito aut¨®nomo contra la Administraci¨®n de Justicia y, por tanto, se puede enjuiciar a alguien solo por encubrimiento", se?ala. Con todo, Ramos reconoce que "no es habitual" que se condene a un encubridor en un juicio separado del de los autores principales. "Pero aqu¨ª ha tenido que ser as¨ª por el tema de la minor¨ªa de edad".

La acu saci¨®n por encubrimiento, adem¨¢s, no estaba prevista en la causa de El Cuco hasta el ¨²ltimo d¨ªa del juicio. Toda la vista se celebr¨® considerando al menor como imputado por agresi¨®n sexual y asesinato, pero en sus conclusiones finales, el fiscal a?adi¨® como posibilidad alternativa que, si el juez no encontraba pruebas para condenar al joven por esos dos delitos, se planteara la condena por encubrimiento. Si el Ministerio P¨²blico no hubiera a?adido esta opci¨®n, El Cuco habr¨ªa sido absuelto.

Para F¨¦lix Pantoja, que fue fiscal jefe de Menores de Madrid y vocal del Consejo General del Poder Judicial, aunque al menor se la ha condenado como encubridor de algo que no se ha juzgado, en la causa hab¨ªa elementos de juicio "suficientes" para considerar que el crimen se cometi¨®. "El juez acredita un relato de hechos y ese relato es solo el del juez de Menores, que tiene plena jurisdicci¨®n", apunta el fiscal, que defiende la necesidad de hacer dos enjuiciamientos distintos, uno para los que tienen plena imputabilidad penal (los adultos) y otro para el que no (el menor).

Tambi¨¦n lo consider¨® as¨ª el juez Alejandro Vi¨¢n, que no admiti¨® la cuesti¨®n de inconstitucionalidad que presentaron los padres de la v¨ªctima contra el art¨ªculo 16.5 de la Ley del Menor, que establece el enjuiciamiento separado de los menores y reproch¨® a la acusaci¨®n particular que no la hubiera presentado antes. El abogado de los padres sostiene, sin embargo, que la ley no permite actuar antes. "No es posible plantearla durante la instrucci¨®n de una causa, sino solo en el momento previo al enjuiciamiento. As¨ª se establece en el art¨ªculo 35.1 de la ley org¨¢nica del Tribunal Constitucional", asegura.

Mar¨ªa Isabel Romero, profesora titular de Derecho Procesal de la Universidad de Sevilla, llama la atenci¨®n sobre el hecho de que en el caso Marta "parece que la opini¨®n p¨²blica vincula el resultado de los distintos procesos", algo que, advierte, "jur¨ªdicamente no es as¨ª". "Que en el proceso contra el menor se considere probada la participaci¨®n de quienes no son enjuiciados en ¨¦l no tiene efecto alguno en el ulterior proceso contra los mayores de edad", afirma.

Entre los que piden que se celebren juicios ¨²nicos para evitar situaciones como la de El Cuco se sit¨²a Joan Queralt, catedr¨¢tico de Derecho Penal de la Universidad de Barcelona, para quien los juicios separados son "un puro disparate". "En un af¨¢n de protecci¨®n del menor a lo mejor se est¨¢ creando indefensi¨®n a los adultos", advierte. Queralt recuerda que este asunto (la necesidad de juzgar separadamente los hechos cuando haya imputados mayores y menores) se discuti¨® y se vot¨® cuando se debat¨ªa la Ley del Menor. ?l, asegura, siempre defendi¨® los juicios unidos, pero se impuso la corriente contraria.

El catedr¨¢tico se mantiene firme en su opini¨®n y cree que la ¨²nica diferencia que habr¨ªa que hacer en ese juicio ¨²nico es imponer al menor penas de menores, nunca de adultos. Pero, con el escenario actual, advierte, se podr¨ªa dar la circunstancia de que hay un delito para el Juzgado de Menores y no lo hay en el de adultos, lo que, seg¨²n Queralt, ser¨ªa "convertir la justicia en una farsa".

En el caso Marta, adem¨¢s, la sentencia de El Cuco deja una nueva situaci¨®n an¨®mala: hay un ¨®rgano judicial que ya ha juzgado al menor y que ha decidido que no particip¨® en la violaci¨®n y asesinato de la joven. ?C¨®mo se va a construir ahora el relato de hechos para acusar a Miguel Carca?o? Las acusaciones de todas las partes contra ¨¦l, en el juicio de los adultos, se basan en un relato, seg¨²n el cual, el joven cometi¨® su crimen con la ayuda de El Cuco. Uno sujetaba a la chica mientras el otro la violaba y juntos la inmovilizaron para acabar con su vida. ?Qu¨¦ pasa ahora? Inmaculada Ramos tiene serias dudas. "Ya hay un ¨®rgano judicial que ha dicho que El Cuco no cometi¨® esos hechos, por lo que ahora no se puede decir lo contrario en la otra causa", opina.

No es el ¨²nico precedente extra?o que genera la sentencia del menor. Hay otro que Borja Mapelli considera "muy fastidioso": "Va a dar fuerza psicol¨®gica a los imputados adultos", asegura. "Me temo que deben estar celebr¨¢ndolo y que van a llegar a la vista neg¨¢ndolo absolutamente todo". El principal beneficiario del fallo puede ser el hermano de Carca?o, Francisco Javier Delgado, que est¨¢ acusado de encubrimiento. La ley impide condenar como encubridor a los parientes directos del principal acusado. Hasta ahora, a Delgado se le pod¨ªa acusar de encubrir a El Cuco, pero al quedar este absuelto, se cae esta acusaci¨®n. Con todo, el fiscal ped¨ªa tambi¨¦n para Delgado tres a?os de c¨¢rcel por amenazar al menor y dos a?os por un delito contra la integridad moral de los padres de Marta al no desvelar el paradero del cad¨¢ver.