El rey de Mvog-Ada
Adem¨¢s de liderar al Betis, el camerun¨¦s Eman¨¢ imparte justicia en su pueblo tras heredar de su padre la vara de mando
Son los grandes contrastes que solo pueden darse en ?frica. Un continente que avasalla por su riqueza natural y el potencial humano que destila, enorme en su diversidad y donde un futbolista de la ¨¦lite, Achille Eman¨¢, tiene la responsabilidad de impartir justicia en un distrito de Mvog-Ada, el vasto barrio popular de Yaund¨¦ donde naci¨® hace 28 a?os.
Camer¨²n, una rep¨²blica presidencialista, guarda interesantes sistemas de organizaci¨®n social que tienen su origen en la estructura tribal. Eman¨¢, centrocampista del Betis y estrella del f¨²tbol africano, recibi¨® a la muerte de su padre, el 22 de julio de 2009, la vara de mando de un distrito de Mvog-Ada. Tiene desde entonces la responsabilidad de supervisar que las relaciones vecinales caminen hacia buen puerto.
"Resuelvo por tel¨¦fono los problemas de mi gente. Soy respetado", afirma
"Desde disputas por el ganado o los lindes hasta conflictos entre familias"
"Mi padre era el jefe del lugar, una especie de patriarca al que acud¨ªa la gente en caso de disputa. A su muerte, hered¨¦ esa responsabilidad y, por supuesto, la tengo que desarrollar", expone Eman¨¢. Como en las monarqu¨ªas, el cargo tiene car¨¢cter hereditario y ni su profesi¨®n, el f¨²tbol de ¨¦lite, ha podido apartarle de su funci¨®n como juez de paz. "Todo lo hago a trav¨¦s del tel¨¦fono. Pago a una persona en Camer¨²n para que reciba las quejas de los vecinos. Yo, desde aqu¨ª, intento solucionar los problemas. La verdad es que mis decisiones son respetadas. Igual influye el hecho de ser un deportista muy conocido en mi pa¨ªs", aclara el futbolista.
Muchos han sido los pleitos en los que el jugador del Betis ha tenido que intervenir. "Desde disputas por el ganado hasta por lindes de las casas o problemas entre familias que vienen de lejos. Mire, yo, a pesar de ser de buena familia, me cri¨¦ en la calle y conozco bien lo que pasa en Camer¨²n. Mi puesto me da la oportunidad de ser justo y ayudar a la gente. Intento ser generoso", apunta Eman¨¢, quien organiza en su pa¨ªs torneos de f¨²tbol entre los j¨®venes y suele realizar importantes donaciones econ¨®micas en Mvog-Ada. Por eso Eman¨¢, padre de tres ni?as, de familia numerosa, suele acoger con frecuencia en su casa sevillana a un mont¨®n de familiares. Primos, hermanos y t¨ªos acuden hasta la capital de Andaluc¨ªa y ocupan su mansi¨®n. En la pared del sal¨®n se amontonan retratos de su madre y sus hijas, e incluso un peque?o altar ocupa uno de los rincones de la estancia. Eman¨¢ es cristiano y practicante. "En ?frica somos as¨ª. Nuestra casa est¨¢ abierta a la familia y nunca preguntamos a nadie cu¨¢ndo tiene previsto irse. Mi casa, algunas veces, es un campamento. Pero yo soy feliz as¨ª. Me gusta estar rodeado de los m¨ªos".
Curiosamente, el padre de Eman¨¢, adem¨¢s de rey, fue tambi¨¦n futbolista, del Yaund¨¦, y le inculc¨® su pasi¨®n por un deporte que, sin embargo, el hoy b¨¦tico ten¨ªa que practicar a hurtadillas. "Mi madre no quer¨ªa que jugara al f¨²tbol. A m¨ª me gustaba mucho dibujar y ella prefer¨ªa que fuera arquitecto. Sin embargo, yo guardaba la ropa y las botas en casa de los amigos. All¨ª me cambiaba, jugaba al f¨²tbol y luego volv¨ªa a mi casa como si nada. A la pobre la tuvimos que enga?ar para que yo pudiera jugar en Espa?a".
As¨ª fue. Tal y como narra Eman¨¢: "Me vieron en un torneo en Yaund¨¦ ojeadores del Valencia. Me arreglaron los papeles para venirme a Espa?a y un t¨ªo m¨ªo le dijo a mi madre que me ten¨ªa acogido en su casa, en Camer¨²n. Estuve varios meses en la cantera del Valencia y el club, en Navidad, pag¨® a mi madre el viaje hasta Espa?a. Descubierto el enga?o, me ech¨® una bronca tremenda, pero dio su brazo a torcer. Yo quer¨ªa ser futbolista". De esa etapa en Valencia guarda una gran relaci¨®n con la familia Garc¨ªa, que lo acogi¨® en la ciudad mediterr¨¢nea como a un hijo. "Son parte de mi gran familia", proclama.
Problemas con su residencia en Espa?a, seg¨²n cuenta, le impidieron quedarse en Valencia, por lo que se march¨® a Toulouse, donde viv¨ªa otro t¨ªo. "Me iba a volver a Camer¨²n, pero hice esa escala en Francia. Como me pas¨® en mi pa¨ªs, despu¨¦s de jugar un torneo con chavales, me fich¨® el Toulouse [en 2001]. En dos semanas estaba en el filial y en un mes en el primer equipo".
Su trayectoria en Francia le vali¨® pronto su convocatoria para la selecci¨®n de Camer¨²n, con la que acumula ya 38 partidos. Con ella ha jugado tres Copas de ?frica y el Mundial de 2010. Por el momento, el seleccionador Javier Clemente no cuenta con ¨¦l.
Tras siete temporadas en el Toulouse, Eman¨¢ fich¨® por el Betis en 2008, entonces de Lopera y ahora presidido por Gordillo. Despu¨¦s de un intento frustrado, el equipo andaluz enfila la Primera Divisi¨®n. "Vamos a subir, seguro". Palabra de Eman¨¢, palabra de rey.
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