Blake Griffin, el macho alfa
Indiscutiblemente, uno de los hechos m¨¢s destacados de esta temporada en la NBA ha sido la aparici¨®n de Blake Griffin, el jugador de los Clippers de Los ?ngeles, cuyos mates acrob¨¢ticos y cuya exuberancia juvenil han exorcizado los fantasmas de una temporada de novatos arruinada por las lesiones. Da la impresi¨®n de que Griffin est¨¢ mirando a un medio plazo lleno de participaciones en el All-Star y de contratos publicitarios. Pero, sobre el posible estrellato de Griffin, se ha cernido una sombra: Blake Griffin bien podr¨ªa ser un imb¨¦cil.
Ser un imb¨¦cil es una tentaci¨®n en la que caen muchas estrellas atl¨¦ticas. Piensan que lo pueden hacer todo por su cuenta, que no necesitan a sus compa?eros de equipo. Olvidan las lecciones que nos ense?a la vida. Lecciones como las que aprendemos en los bares.
Ser un imb¨¦cil es una tentaci¨®n en la que caen muchas estrellas. Creen que lo pueden hacer todo por su cuenta
Hace unos domingos, en Melbourne, gracias a la influencia de mi anfitri¨®n australiano entre los vecinos del lugar, me permitieron entrar en un club nocturno de post¨ªn cuyo nombre he olvidado debido al exceso de cervezas australianas que me tom¨¦ en el susodicho club. Dentro del local, tuve mucho tiempo para reflexionar sobre la din¨¢mica de la interacci¨®n hombre/mujer a altas horas de la madrugada, especialmente debido a mi condici¨®n de hombre que tiene novia, a diferencia de aquellos que buscan pareja. Mir¨¦ a un grupo de tres chicos, a los que decid¨ª llamar casualmente Blake, Eric y DeAndre, y me imagin¨¦ dos posibles escenarios para ellos durante la noche:
Blake, Eric y DeAndre entran en un bar llamado Staples. Blake es atractivo, magn¨¢nimo y, lo m¨¢s importante para nuestro ejemplo, el macho alfa del grupo. Es un tipo simp¨¢tico: escucha a las chicas con las que habla, les invita a copas y les hace preguntas sobre sus vidas. Como a las chicas les gusta estar con Blake, les gusta estar con el grupo y, cuando la noche llega a su fin, las chicas orbitan alrededor de los tres amigos como abejas en un jard¨ªn en primavera.
Blake se vuelve a su casa con el trofeo -una de las chicas m¨¢s guapas del bar, cuyo nombre resulta ser M¨¢s Valiosa-, pero Eric y DeAndre se defienden bien y se llevan a casa los n¨²meros de tel¨¦fono de la sexta y de la novena chica m¨¢s guapa del local respectivamente. Si la palabra que significa feliz fuese, en cambio, campeonato, el grupo habr¨ªa ganado un campeonato y Blake habr¨ªa sido la principal raz¨®n por la que habr¨ªan ganado ese campeonato. Eric y DeAndre decidir¨ªan seguir volviendo al Staples con Blake al saber que les da las mayores posibilidades de ganar m¨¢s campeonatos.
Ahora imaginemos otro escenario y a otro Blake. Este Blake es un imb¨¦cil porque pasa de las chicas que no le gustan y decide hablar solo con la m¨¢s guapa de la sala. Las otras chicas en el bar se dan cuenta de que Blake no es muy amable y huyen de ¨¦l y de sus amigos. Blake es desagradable con los camareros, que resulta que en ese club nocturno se llaman ¨¢rbitros, y no tiene paciencia con un gorila que quiere compartir unas risas sobre un cliente que no se tiene en pie.
Al final de la noche, Blake sigue logrando mejores resultados que Eric y DeAndre (los machos alfa siempre lo hacen), pero no son igual de buenos que los del Blake Magn¨¢nimo y se lleva a casa el tel¨¦fono de la duod¨¦cima chica m¨¢s atractiva del garito, cuyo nombre es Tercer Equipo de toda la NBA; un nombre raro, lo s¨¦. Asqueado, Eric se marcha pronto del bar porque prefiere jugar con su perro, Orlando Magic, y DeAndre se va a casa de su amigo Phoenix Suns.
Ninguno gana el campeonato y ninguno llega a ser tan bueno como deber¨ªa haber sido. Y todo porque Blake era un imb¨¦cil.
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