"El f¨²tbol es una religi¨®n laica"

Peruano de la misma patria que el legendario Hugo Sotil (un gran futbolista del Bar?a), Mario Vargas Llosa no naci¨® para practicar deportes, pero cree que un escritor es "como un deportista, se construye con disciplina y con terquedad".

No practica, pero antes de ponerse a escribir, cada ma?ana del a?o, est¨¦ donde est¨¦, el premio Nobel de Literatura de 2010 sale con su mujer, Patricia, y con los amigos que le hayan ido a visitar a correr por los parques que tenga a mano.

En Lima, donde est¨¢ ahora, corre por las cercan¨ªas de su casa, en Barranco; en Madrid conocen sus pisadas las baldosas del templo de Debod; en Nueva York, cuando le dieron la noticia del Nobel, en la madrugada americana, no perdon¨® el rato de sus correr¨ªas y se fue por Central Park a conceder entrevistas a los ¨¢vidos reporteros de la televisi¨®n sueca que le asaltaron en el vest¨ªbulo del edificio donde ten¨ªa su apartamento.

Hoy (como su colega el espa?ol Julio Llamazares) cumple a?os; ¨¦l llega a los 75 y sigue corriendo. Quiz¨¢, porque siempre ha corrido. "Con disciplina y con terquedad".

De resto, ning¨²n deporte; de chico, cuando era como los amigos de sus primeros cuentos, fue muy feliz cuando le llevaron a jugar "con los muchachos de la U", el Universitario de Deportes, de Lima, su equipo de grandes tambi¨¦n, "a jugar al f¨²tbol". La U le dedic¨® un homenaje cuando le dieron el Nobel. "Fue muy emocionante: me pusieron a hacer el saque de honor y tuve que dar un discurso en el que dije lo que siento, que la U no es solo un equipo de f¨²tbol: es una leyenda".

Como el Madrid. Para ¨¦l, que vivi¨® en Barcelona, donde naci¨® su hija Morgana (es del Bar?a): "El Madrid es el equipo espa?ol que me atrajo". En medio de aquel color gris de la vida bajo Franco, "el f¨²tbol era de las pocas cosas que se pod¨ªan ver sin tanta presi¨®n como la que se viv¨ªa en las calles" y el f¨²tbol, entonces, en la capital, era el Madrid.

As¨ª que Mario Vargas Llosa fue blanco entonces y es tan blanco ahora que el club le ha conferido algunos honores acad¨¦micos, pero uno, sobre todo, que le resulta tan emocionante como si hubiera marcado un gol junto a Alfredo Di St¨¦fano. Cuando le dieron el Nobel, la noche anterior a su viaje a Estocolmo, fue al Madrid-Valencia "a ejercer el honor del saque de centro"; all¨ª lo salud¨® el capit¨¢n, Casillas, y solo el fr¨ªo le hel¨® tanto como la sensaci¨®n que sinti¨® ante el grader¨ªo.

Jorge Valdano, el director general del equipo de Vargas Llosa, acu?¨® la expresi¨®n "miedo esc¨¦nico" para referirse a lo que pasa all¨¢, dentro del c¨¦sped, en ese punto fat¨ªdico. "Es una experiencia exaltante y terror¨ªfica. Estar en el centro del estadio del Madrid, con las tribunas absolutamente abarrotadas, exaltadas, te da la impresi¨®n de lo que debieron de ser los circos romanos. El jugador, que es aplaudido o vilipendiado por esa multitud gigantesca, vive esa psicolog¨ªa de masas... ?Debe de ser estremecedor! Pues s¨ª, es como una enorme responsabilidad, estar all¨ª, ante miles de ojos, delante de la pelota. No conozco un espect¨¢culo que nos conecte m¨¢s con los grandes espect¨¢culos de masas m¨¢s primitivos: los circos romanos, los grandes movimientos de masas de los pueblos primitivos, cuando cre¨ªan que los grandes terremotos eran castigos divinos... ".

Es un misterio lo que encierra la pasi¨®n por el f¨²tbol, en Espa?a y en el mundo. ?l cree que "el f¨²tbol es una religi¨®n laica; antes, solo las religiones convocaban esa especie de manifestaci¨®n irracional, colectiva; hoy en d¨ªa, eso que antes era protot¨ªpico de la religi¨®n es la religi¨®n laica de nuestro tiempo", desata pasiones y fanatismos. "Una irracionalidad a flor de piel que a la corta o a la larga genera violencia. Un deporte que es apasionante, a m¨ª me apasiona desde ni?o, pero que al mismo tiempo genera actitudes de desfogue que uno ni se imagina que pueden suceder... ?Espero que jam¨¢s lleguen mis exabruptos en el grader¨ªo!".

Se siente tan del Madrid, de lo que supone este equipo en la historia, que algunos de sus amigos lo han visto indagar, en los lugares m¨¢s insospechados, sobre los sitios donde pudiera contemplar tanto los partidos grandes como los partidos chicos. Y se exalta o se deprime como los aficionados fieles.

Entre esos honores que le ha dado la vida, antes y despu¨¦s del Nobel, hay uno en particular, el marquesado que le otorg¨® la Corona espa?ola al mismo tiempo que a Vicente del Bosque, el seleccionador espa?ol de f¨²tbol. "Claro que fue un honor. Le ha dado un premio tan importante al f¨²tbol espa?ol... Y es una persona que me inspira tanto respeto... Es un hombre que no ha perdido la sencillez, la modestia. As¨ª que he considerado un honor haber compartido con ¨¦l ese reconocimiento".