"Mis hijas han sido 'las del terrorista' aunque luego ni me han procesado"
Un argelino acusado de financiar a Al Qaeda y cuyo caso se ha archivado pide una disculpa por la difusi¨®n de sus datos
Omar Dehbi fue detenido en septiembre de 2010 cuando llegaba a su casa en Esplugues de Llobregat (Barcelona), acusado de financiar a la rama magreb¨ª de Al Qaeda (AQMI). Presuntamente, entre otras cosas, hab¨ªa enviado a Argelia al menos 60.000 euros a trav¨¦s de un amigo, Taoufik Mizi, en busca y captura en Espa?a por colaboraci¨®n con organizaci¨®n terrorista y que ahora est¨¢ en libertad en Argelia.
Un d¨ªa despu¨¦s, antes de que ¨¦l declarar¨¢ ante el juez, la foto de su ficha policial y su nombre fueron difundidos en una nota de prensa del Ministerio del Interior, como se hace con todas las detenciones por terrorismo, y aparecieron en medios de todo el mundo. El caso cobr¨® mayor relevancia porque, aunque nacido en Argelia, Dehbi tiene nacionalidad estadounidense. "A partir de ese d¨ªa, a mis hijas, de tres a 16 a?os, que van al colegio americano de Barcelona, las llamaban en la escuela 'las hijas del terrorista", relata Dehbi, de 44 a?os y padre de cuatro ni?as. "Fue un infierno".
El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz lo dej¨® d¨ªas despu¨¦s en libertad bajo fianza. Finalmente, el caso fue sobrese¨ªdo el pasado 8 de marzo, a petici¨®n de la fiscal¨ªa, por no existir "en estos momentos elementos suficientes determinantes de la comisi¨®n del hecho delictivo". El juez decret¨® el archivo provisional. Dehbi, empresario dedicado a comprar maquinaria pesada en EE UU y a enviarla despu¨¦s a pa¨ªses del norte de ?frica, pide una disculpa p¨²blica del Gobierno y asegura que est¨¢ dispuesto a llevar el caso ante el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo.
Asegura que no solo tuvo problemas con espa?oles y estadounidenses. Cuando la embajada de EE UU comenz¨® a dudar de que hubiera pruebas suficientes en su contra, los tuvo tambi¨¦n en Argelia. Hubo quien pens¨® que en realidad trabajaba para los servicios secretos estadounidenses. "He perdido clientes, amigos... Si fuera un terrorista ?llevar¨ªa a mis hijas, que van sin velo, a una escuela laica donde les ense?an el american way of life?", pregunta.
Un portavoz del Ministerio del Interior se?ala que en este caso se sigui¨® el protocolo habitual en las detenciones por terrorismo, una pr¨¢ctica que se lleva a cabo desde hace mucho tiempo. "Si no, los medios nos acusar¨ªan de ocultar informaci¨®n relevante ante delitos que causan una grave alarma social", alega. Y a?ade: "Siempre dejamos claro que la acusaci¨®n es de un presunto delito".
Esta pr¨¢ctica, habitual en Espa?a tras d¨¦cadas de terrorismo etarra, no lo es tanto en otros pa¨ªses europeos. En Alemania, por ejemplo, solo se puede ofrecer la identidad de un sospechoso cuando hay una sentencia firme. Antes solo se permiten iniciales.
Fuentes policiales se?alan que los casos de terrorismo islamista son muchas veces dif¨ªciles de probar ante los jueces pero que ellos tienen que seguir actuando. "Tienen derecho a investigarme cuanto quieran, yo no me quejo de eso", se?ala Dehbi. "Pero no entiendo por qu¨¦ se difunden las identidades de los sospechosos sin que hayan sido ni condenados ni procesados".
"Como argelino de origen y como norteamericano de nacionalidad, ser acusado de financiar al terrorismo es sin¨®nimo de ser acusado de traici¨®n", escribe en una carta enviada al Ministerio del Interior. "En la nota de prensa se dec¨ªa que hab¨ªa pasado a Al Qaeda 60.000 euros cuando despu¨¦s solo llegaron a preguntarme por 1.600. Solo pido que se respeten las garant¨ªas que deben regir en un Estado de derecho".
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