Moody's y la productividad
Si es usted operario de cualquier f¨¢brica, o quiz¨¢ empleado de una multinacional o, en general, trabajador remunerado, ya sabe
lo que le espera en un futuro m¨¢s o menos inmediato: su sueldo ser¨¢ x o x+y, o x-z, en funci¨®n de un complejo concepto econ¨®mico que llaman productividad. ?Es norma que afecta a todos? Pues no, no afecta a todos. Pero solo si es usted un gran ejecutivo de Wall Street, o mejor a¨²n, si es presidente de la agencia de calificaci¨®n Moody's, podr¨¢ experimentar en carne propia el gozo de un extraordinario y m¨¢gico fen¨®meno econ¨®mico: cuanto peor lo haga, cuanto m¨¢s se equivoque, cuanta m¨¢s ruina produzca, mejor ser¨¢ su salario, m¨¢s alto su bono y m¨¢s alta su calificaci¨®n como gran financiero. Voil¨¤
Raymond McDaniel, 53 a?os, es el presidente ejecutivo de Moody's desde 2005. Este a?o, la junta de la compa?¨ªa le ha subido la retribuci¨®n correspondiente a 2010 un 69%, hasta situarse exactamente en 9.146.844 d¨®lares, unos 6,4 millones de euros. No es un caso ¨²nico en Moody's, no. Los mayores directivos de la agencia suman el doble de ganancias que en 2005, pese a que desde entonces el resultado operativo ha ca¨ªdo el 17% y el beneficio neto, cerca del 10%. Los directivos ganan ahora m¨¢s que en 2006, en plena burbuja, pese a que entonces el beneficio operativo era un 63% superior.
Tampoco es nada extra?o: los primeros c¨¢lculos se?alaban que los chicos de Wall Street ten¨ªan previsto recibir en 2010 pagas r¨¦cord, unos 144.000 millones de d¨®lares (unos 102.000 millones de euros), un 4% m¨¢s que en 2009, seg¨²n un estudio de The Wall Street Journal.
Ya saben, adem¨¢s, que Moody's es una de las tres grandes agencias de las que el Congreso estadounidense ha dicho lo siguiente: "Concluimos que los fallos de las agencias de calificaci¨®n crediticia fueron engranajes esenciales en la maquinaria de la destrucci¨®n financiera". Y de la agencia que nos ocupa, en concreto, dijo que hubo un "claro fallo de gobierno corporativo en Moody's, que no se asegur¨® de la calidad de decenas de miles de calificaciones".
Ni McDaniel ni sus chicos han acabado en la c¨¢rcel y ni siquiera dimitieron. Les premiaron. Ser¨¢ por la productividad. La econom¨ªa moderna.
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