Jos¨¦ Comblin, cofundador de la teolog¨ªa de la liberaci¨®n
Sufri¨® la persecuci¨®n de las dictaduras de Chile y Brasil
Al amanecer del 27 de marzo fallec¨ªa en la ciudad de Simoes Filho, Estado de Bah¨ªa, nordeste de Brasil, Jos¨¦ Comblin, mientras impart¨ªa un curso a las comunidades de base. La muerte le sorprendi¨® a los 88 a?os en plena actividad intelectual, que desarroll¨® hasta el ¨²ltimo momento a trav¨¦s de publicaciones, conferencias y encuentros de formaci¨®n. Nacido en Bruselas, lleg¨® a Brasil en 1958 como misionero y pronto se convirti¨® en uno de los principales animadores del cristianismo liberador y en uno de los referentes de la teolog¨ªa cr¨ªtica. Comblin estuvo en el origen de las m¨¢s importantes y creativas corrientes teol¨®gicas de la segunda mitad del siglo XX. Elabor¨®, primero, una teolog¨ªa del desarrollo y, despu¨¦s, una teolog¨ªa de la revoluci¨®n, en sinton¨ªa con la alta temperatura ut¨®pica vivida en la d¨¦cada de los sesenta del siglo XX en los movimientos de liberaci¨®n del Tercer Mundo y en los movimientos revolucionarios del Primer Mundo. Argumentaba as¨ª su teolog¨ªa: el cristianismo, que no ha creado ninguna revoluci¨®n, puede re-crearlas todas, respetando la autonom¨ªa de los procesos hist¨®ricos.
Dedic¨® su vida entera a cuidar la salud mental de los ni?os
Desafi¨® a dos de las dictaduras m¨¢s f¨¦rreas de Am¨¦rica Latina, la de Brasil y la de Chile, desde la no violencia activa, sin m¨¢s armas que la palabra escrita y la palabra hablada, con una fuerza argumental que las hizo tambalear en sus cimientos. El Gobierno de Brasil lo arrest¨® y deport¨® en 1971. Durante varios a?os vivi¨® exiliado en Chile, de donde tambi¨¦n fue expulsado por la dictadura de Pinochet. All¨ª escribi¨® una de sus obras mayores: El poder militar en Am¨¦rica Latina. La ideolog¨ªa de la Seguridad Nacional, donde expon¨ªa y desenmascaraba las l¨ªneas fundamentales de la ideolog¨ªa en las que se sustentaban los reg¨ªmenes de la seguridad nacional extendidos por toda Am¨¦rica Latina con el benepl¨¢cito y el apoyo de los Estados Unidos: supresi¨®n del Estado de derecho, negaci¨®n de los derechos humanos, instauraci¨®n de un r¨¦gimen de represi¨®n generalizada, indefensi¨®n del individuo frente al todopoderoso Estado dictatorial. Y lo m¨¢s contradictorio: el poder militar se presentaba como garante de la civilizaci¨®n cristiana, cuyos principios dec¨ªa promover, justificando as¨ª su cruzada violenta -su terrorismo de Estado, mejor- contra el comunismo y el ate¨ªsmo.
Ante dicho r¨¦gimen, la teolog¨ªa y las iglesias no pod¨ªan permanecer silenciosas e inactivas. Comblin fijaba las funciones a ejercer: denuncia de la manipulaci¨®n ideol¨®gica a la que las dictaduras somet¨ªan al cristianismo, defensa de los derechos humanos y resistencia frente al poder militar, actitudes que ejemplificaba en el arzobispo brasile?o Helder C¨¢mara, con quien colabor¨® y a quien consideraba uno de los nuevos padres de la Iglesia latinoamericana. Era necesario ser la voz de los sin voz y hablar en nombre de los pobres, pero no bastaba. Hab¨ªa que "hacer hablar al pueblo" y ayudarle a que recuperara la dignidad.
Comblin fue uno de los fundadores y principales te¨®ricos de la teolog¨ªa de la liberaci¨®n, junto con Gustavo Guti¨¦rrez, Juan Luis Segundo, Segundo Galilea, Enrique Dussel, Hugo Assmann, Ion Sobrino, Leonardo Boff, etc. Contribuy¨® a elaborar la nueva metodolog¨ªa con la incorporaci¨®n de las ciencias sociales y la hermen¨¦utica liberadora, y a desprender de la teolog¨ªa sus adherencias idealistas, partiendo de la opci¨®n por los pobres como principio ¨¦tico-evang¨¦lico. En la etapa actual de la teolog¨ªa de la liberaci¨®n, su contribuci¨®n se dej¨® sentir en la cr¨ªtica al modelo neoliberal, el di¨¢logo con el pensamiento alternativo al mundo occidental y el compromiso con los movimientos alterglobalizadores.
Tras su muerte vamos a echar mucho de menos la lucidez de sus an¨¢lisis, su palabra libre y su sentido cr¨ªtico. Pero nos quedan su legado escrito -m¨¢s de setenta libros-, su coherencia vital y su esperanza en otro mundo posible.
Juan J¨®s¨¦ Tamayo es secretario general de la Asociaci¨®n de Te¨®logos y Te¨®logas Juan XXIII y director de la C¨¢tedra de Teolog¨ªa y Ciencias de las Religiones de la Universidad Carlos III de Madrid
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