La gesti¨®n de la interinidad

La confirmaci¨®n del presidente del Gobierno de que no ser¨¢ el candidato socialista en las pr¨®ximas elecciones generales elimina un factor de incertidumbre que subyac¨ªa en no pocos an¨¢lisis pol¨ªticos, cada d¨ªa m¨¢s cargados de escepticismo y generadores de incertidumbre. No solo se cuestionaba el momento del anuncio, sino incluso el cumplimiento de su compromiso de no aspirar a mantenerse en el cargo durante m¨¢s de ocho a?os.

Esa informaci¨®n es tambi¨¦n relevante para el an¨¢lisis econ¨®mico, pero no reduce, sin embargo, la marcada interinidad en que la que est¨¢ inmersa la actividad pol¨ªtica y econ¨®mica en Espa?a. Apenas alivia la inhibici¨®n en la toma de decisiones, privadas y p¨²blicas, que son esenciales para alejar las amenazas de la crisis econ¨®mica y financiera todav¨ªa vigente. Desde luego, en aquellas decisiones de inversi¨®n empresarial que pueden estar condicionando su ejecuci¨®n no tanto a la identificaci¨®n de dirigentes pol¨ªticos concretos, o al m¨¦todo de elecci¨®n de candidatos, como a la capacidad del conjunto de la clase pol¨ªtica espa?ola para articular un consenso en aspectos esenciales con el que transitar a lo largo de estos doces meses. La gesti¨®n de esa interinidad se convierte, ahora de forma m¨¢s vinculante, en el ¨¢mbito al que el bienestar de los espa?oles, en particular la evoluci¨®n de la elevada tasa de paro, se va a mostrar m¨¢s sensible.

Ser¨ªa ¨²til que el l¨ªder del PSOE invitara al PP a convenir las prioridades

Son dos interrogantes b¨¢sicos, estrechamente vinculados, los que albergan los agentes econ¨®micos, tanto dentro como fuera de nuestro pa¨ªs, y confieren importancia diferencial a lo que se haga o deje de hacer en el tiempo que resta hasta la toma de posesi¨®n de un nuevo Gobierno. El m¨¢s inmediato, la duda que en mayor medida inhibe a algunos inversores extranjeros, se refiere a nuestra capacidad para pagar las deudas, no solo las de las Administraciones p¨²blicas, sino las m¨¢s abultadas del sector privado. El segundo interrogante es el concerniente a los efectos sobre la econom¨ªa real de un sistema bancario, con serios problemas de liquidez, cuya actividad sigue lejos de su normal funcionamiento.

La recuperaci¨®n de la econom¨ªa espa?ola es absolutamente dependiente de la complicada restructuraci¨®n en el censo de entidades bancarias. Y de su transici¨®n a un entorno econ¨®mico nacional e internacional mucho menos favorable que el vigente en las ¨²ltimas d¨¦cadas. De la evoluci¨®n de esas inquietudes sobre bancos y cajas de ahorros depende que la deuda privada no acabe transform¨¢ndose en deuda p¨²blica, como ha ocurrido en otras econom¨ªas de la eurozona.

A dar respuesta a ambos interrogantes, a la buena gesti¨®n de la interinidad abierta, contribuir¨ªa el compromiso de las formaciones pol¨ªticas de respaldar aquellos acuerdos europeos tendentes a gestionar la todav¨ªa amenazante crisis de la deuda soberana: al consiguiente fortalecimiento de la uni¨®n econ¨®mica. Que Espa?a consiga asegurar la completa diferenciaci¨®n de los t¨ªtulos de su deuda p¨²blica de los correspondientes a los de las muy castigadas econom¨ªas perif¨¦ricas deber¨ªa ser el principal objetivo en esta muy delicada transici¨®n. Eso exige eliminar dudas acerca de la gesti¨®n econ¨®mica, la que se lleve a cabo en los pr¨®ximos meses y la de los pr¨®ximos a?os.

La v¨ªa ahora probablemente m¨¢s eficaz para reducir incertidumbre, para evitar la erosi¨®n adicional de confianza en esta fase de interinidad, es que al menos los dos partidos pol¨ªticos con capacidad para gobernar en las pr¨®ximas legislaturas transmitan su compromiso en torno a la aceptaci¨®n de dos puntos b¨¢sicos. El respaldo a esos acuerdos tendentes a fortalecer la coordinaci¨®n e integraci¨®n econ¨®mica en el seno de la eurozona, en primer lugar. En segundo, una m¨¢s estrecha coordinaci¨®n de las decisiones de financiaci¨®n de las Administraciones publicas. Este sigue siendo un aspecto esencial en esa clarificaci¨®n de la estructura organizativa de nuestro Estado que no todo el mundo acaba de entender, en especial los inversores extranjeros en esos mercados de bonos de los que sigue dependiendo la estabilidad financiera.

Una de las tareas m¨¢s ¨²tiles en las que el presidente del Gobierno podr¨ªa concretar sus ahora renovados prop¨®sitos de gesti¨®n activa de la crisis ser¨ªa invitar al presidente del Partido Popular a convenir en las prioridades que esta fase de transici¨®n sugiere en la gesti¨®n de una crisis que no se agotar¨¢ precisamente con esta legislatura.