"Los etarras llegaron irritados diciendo que les trataban peor que antes de la tregua"

Frente a la tesis del PP de rendici¨®n del Estado ante ETA en el proceso del final dialogado del terrorismo de 2006 y parte de 2007 entre el Gobierno y la banda terrorista, los testimonios, tanto de los negociadores en nombre del Ejecutivo ante el juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, como los de ETA recogidos en su asamblea de 2008, lo desmienten.

De unos y otros testimonios se desprende que el Gobierno mantuvo la presi¨®n policial sobre ETA y que los negociadores del Ejecutivo no traspasaron los l¨ªmites de la Constituci¨®n en sus conversaciones con los jefes etarras.

Entre febrero y marzo de este a?o comparecieron ante el juez Pablo Ruz los tres representantes del Gobierno en la negociaci¨®n con ETA: Jes¨²s Eguiguren, presidente del Partido Socialista de Euskadi (PSE); Manuel G¨®mez Ben¨ªtez (vocal del Consejo General del Poder Judicial a propuesta del PSOE) y el exministro Javier Moscoso.

"Les dijimos que los pol¨ªticos no pod¨ªan detener actuaciones del juez"

"El ministro nos dijo que las reuniones fueran cortas"

"ETA present¨® una lista de 58 detenidos entre marzo y septiembre"

"Hab¨ªa enfado porque entend¨ªan que no se rebaj¨® la lucha contra ellos"

En su declaraci¨®n ante el juez, los tres coincidieron en que el Gobierno orden¨® para los encuentros con los interlocutores de ETA -Josu Ternera, que encabez¨® en una primera etapa la delegaci¨®n de la banda y posteriormente fue sustituido por Javier L¨®pez Pe?a, Thierry- no traspasar los l¨ªmites del Estado de derecho.

En la asamblea celebrada por ETA en 2008, sus dirigentes tambi¨¦n sacaron id¨¦ntica conclusi¨®n de las intenciones reales del Gobierno en las conversaciones que se mantuvieron desde junio de 2006 hasta mayo de 2007, cuando la organizaci¨®n terrorista declar¨® roto el alto el fuego permanente.

As¨ª, los textos de la asamblea de ETA se?alan que "el Gobierno espa?ol ha querido cumplir unos objetivos principales, debilitar lo m¨¢s posible la lucha de la izquierda independentista y extender la creencia de la necesidad de llevar a cabo un proceso dentro de los l¨ªmites de la Constituci¨®n".

Asimismo se?alan las conclusiones de la asamblea de ETA de un a?o despu¨¦s de romper la tregua que "el Gobierno espa?ol no quer¨ªa empe?arse con ¨¢nimo sincero en un aut¨¦ntico proceso negociador sino que su verdadera intenci¨®n no era otra que buscar nuestro fracaso".

Por su parte, los representantes del Gobierno desgranaron las siguientes explicaciones ante el juez Ruz:

- Nada que hacer contra las detenciones judiciales. "Nuestro papel era demostrar que los pol¨ªticos no pod¨ªan detener las actuaciones judiciales, que se trataba de demostrarles (a los de ETA) que el Estado de derecho act¨²a y que durante gran parte de la reuni¨®n se trat¨® de dejarles claro que el Estado de derecho iba a seguir funcionando tambi¨¦n por experiencias de treguas anteriores".

- ETA se queja de la represi¨®n. Pero lo que hay, sobre todo, son numerosos testimonios en los que los representantes de ETA protestan ante los interlocutores del Gobierno por el mantenimiento de la represi¨®n policial durante las negociaciones.

De hecho, los interlocutores del Ejecutivo han llegado a manifestar que el proceso propiamente negociador, "la negociaci¨®n de paz por presos, nunca lleg¨® a arrancar porque las reuniones con ETA se limitaron a recoger las protestas de la banda terrorista por la actuaci¨®n del Gobierno".

As¨ª, los representantes del Gabinete se?alan ante el juez Pablo Ruz que (los de ETA) llegaron a una de las reuniones "muy irritados". "Dec¨ªan que se les estaba tratando peor que antes de la tregua por la prohibici¨®n de actos pol¨ªticos, porque hab¨ªa m¨¢s controles que nunca, con 48 detenciones m¨¢s 13 del d¨ªa anterior contra el aparato de extorsi¨®n y quej¨¢ndose de una presi¨®n del Gobierno mayor que antes de la tregua".

- Lista con 58 detenidos en seis meses como reproche al Gobierno. En otro momento de la declaraci¨®n, se?alan los interlocutores del Gobierno al juez Ruz que "los representantes de ETA presentaron una lista de 58 detenidos, con nombres y apellidos, desde marzo de 2006 a septiembre de ese mismo a?o" y, en definitiva, que "el enfado de ETA proced¨ªa de que en ning¨²n momento se hab¨ªa rebajado la lucha contra ellos".

En los documentos incautados por las Fuerzas de Seguridad del Estado a ETA sobre las conclusiones de su asamblea de 2008, los dirigentes de la banda admiten: "Menospreciamos las en¨¦rgicas y violentas represiones del enemigo as¨ª como el efecto que ellas tuvieron en la organizaci¨®n y en la militancia abertzale". Tambi¨¦n constata esa asamblea que "antes de empezar el proceso, como mientras dur¨®, el Gobierno siempre le dec¨ªa a la opini¨®n p¨²blica espa?ola que el ¨²nico objetivo del proceso era conseguir la desaparici¨®n de ETA sin ning¨²n tipo de concesi¨®n pol¨ªtica".

- El Estado incumple sus compromisos. Los interlocutores del Ejecutivo sostienen que los etarras manifestaron en las reuniones "enfado porque entend¨ªan que en ning¨²n momento se hab¨ªa rebajado la lucha contra ETA", y que las conversaciones fueron "tensas y desordenadas porque los etarras se quejaban constantemente de los controles, las detenciones y dem¨¢s actuaciones policiales". "La organizaci¨®n terrorista", seg¨²n uno de los enviados del Gobierno, "nos reproch¨® que se hab¨ªan dicho unas cosas y el Estado no las estaba cumpliendo, que se hab¨ªan intensificado las detenciones".

- "No podemos parar la actuaci¨®n judicial". Los interlocutores del Gobierno expresaron al juez Ruz que en sus conversaciones con ETA intentaron demostrar a los terroristas "que los pol¨ªticos no pod¨ªan detener las actuaciones judiciales". "El ministro nos dijo que las reuniones deb¨ªan ser cortas y que fu¨¦ramos a escuchar", cuenta uno de los negociadores. "En las reuniones ¨¦ramos conscientes de que la represi¨®n contra ETA era cada vez m¨¢s fuerte".

Respecto a las detenciones por parte de la polic¨ªa, en un momento dado los negociadores llegaron a decirle a ETA que el Gobierno "no ten¨ªa ninguna responsabilidad en esas detenciones, que marcaban los jueces, ni pod¨ªa interferir de ninguna manera y que no exist¨ªan compromisos de parar".