Sarkozy corteja al electorado ultra
El partido del presidente franc¨¦s propone medidas para limitar los usos del islam
El debate celebrado ayer en Par¨ªs sobre la laicidad que monopolizaba -y monopoliza- la vida pol¨ªtica francesa se cerr¨® con una bater¨ªa de propuestas. Algunas se convertir¨¢n en leyes pronto y otras, despu¨¦s de las elecciones de 2012. Entre ellas destacan la de prohibir el rezo en la calle, los men¨²s especiales por causas religiosas en los comedores en los colegios o el rechazo a un m¨¦dico por su sexo o su religi¨®n en un hospital o centro de salud. Los empresarios no deber¨¢n ceder a las exigencias de sus empleados en materia religiosa y los trabajadores que quieran que se respeten sus exigencias en cuanto a ayunos deber¨¢n prevenirlo en la entrevista de contrataci¨®n. Tambi¨¦n se regular¨¢, entre otras cosas, la financiaci¨®n de los centros religiosos y la forma de matar ganado por el rito musulm¨¢n. El debate no solo ha dividido a la sociedad francesa, sino a la formaci¨®n de centroderecha del presidente Nicolas Sarkozy.
La UMP estudia prohibir el rezo en la calle o los men¨²s escolares isl¨¢micos
La Convenci¨®n sobre la Laicidad, organizada por el secretario general de la Uni¨®n por un Movimiento Popular (UMP), el ambicioso Jean-Fran?ois Cop¨¦, el impulsor de la ley contra el burka, fue concebida a mediados de febrero, con la aprobaci¨®n del presidente. Se trataba, en teor¨ªa, de proponer medidas para regular "algunos usos pol¨¦micos del islam en Francia". ?Qu¨¦ usos? Pues, entre otros, si se debe o no rezar en la calle, si las cuidadoras de guarder¨ªa pueden llevar velo, si las madres tienen derecho a llevarlo cuando vayan a buscar a sus hijos al colegio o acompa?en a los profesores en una excursi¨®n...
Al d¨ªa siguiente de su anuncio, el debate comenz¨® a sufrir cr¨ªticas por parte de la oposici¨®n, que le acusaba de estigmatizar el islam. Y, adem¨¢s, de atizar un tema sensible a la extrema derecha, con la intenci¨®n de atraerse a sus electores de cara a las elecciones de 2012. Cop¨¦ hab¨ªa asegurado en diciembre que el progreso en los sondeos de Marine Le Pen, presidenta del Frente Nacional, constitu¨ªa "un peligro electoral".
Tambi¨¦n se le acusaba de tratar de regular pr¨¢cticas minoritarias. Por ejemplo: es dif¨ªcil ver en Par¨ªs a alguien rezando en la calle. Tampoco se sabe cu¨¢ntas madres musulmanas con velo acompa?an a las profesoras en las salidas escolares... Otro dato que encoleriza a los detractores del debate: fue Marine Le Pen, en diciembre, la que denunci¨® los rezos en la calle, calific¨¢ndolos de ocupaci¨®n.
A las cr¨ªticas de la oposici¨®n se sumaron las de los propios correligionarios de Cop¨¦. Calificaron la famosa convenci¨®n de inoportuna, inoperante, ineficaz y contraproducente. Alain Jupp¨¦, actualmente ministro de Exteriores, a mediados de febrero, cuando a¨²n era ministro de Defensa, ya avis¨®, con una clarividencia que nadie atendi¨®: "Estas cosas se sabe c¨®mo despegan, pero no c¨®mo aterrizan".
Hace dos semanas, tras los malos resultados de las elecciones cantonales, el mism¨ªsimo primer ministro, Fran?ois Fillon, aseguraba que no acudir¨ªa. El desplante fue sonado. Cop¨¦, en un programa en directo en televisi¨®n, le reproch¨® "no jugar para el equipo, aunque sea por una sola vez".
A este rechazo le sucedieron otros. Otros ministros. Otros dirigentes, situados en el centro de la formaci¨®n de Sarkozy, desertaron de la convenci¨®n y anunciaron que tampoco ir¨ªan. El predebate se volvi¨® m¨¢s peligroso que el debate en s¨ª para Sarkozy, que contemplaba algo estupefacto como una iniciativa encaminada a devolverle votantes le restaba a¨²n m¨¢s popularidad.
El 29 de marzo, en una tribuna period¨ªstica, seis representantes de las seis principales iglesias en Francia (cat¨®lica, musulmana, jud¨ªa, protestante, budista y ortodoxa) rechazaron tambi¨¦n la convenci¨®n: "Durante este periodo electoral, habr¨ªa que evitar mezclar las cosas por los riesgos de estigmatizaci¨®n. El debate es un signo de salud y vitalidad. ?Pero lo debe organizar un partido pol¨ªtico en solitario?".
Para colmo, una encuesta publicada por Le Parisien el domingo mostraba que el tema del laicismo era de los que menos interesaban a los votantes de la derecha francesa, por detr¨¢s de asuntos como el paro, el nivel de vida o la subida de los precios.
Con todo, el debate se celebr¨® ayer y se cerr¨®, por fin, para alivio de la parte m¨¢s moderada de la derecha francesa, deseosa de pasar a otra cosa. Hubo dos mesas redondas a las que acudieron expertos, periodistas, pol¨ªticos y religiosos. Despu¨¦s, Cop¨¦ ley¨® las recomendaciones. Antes hab¨ªa asegurado: "No lo olvid¨¦is nunca: un problema de menos es un argumento menos para el Frente Nacional".
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