?pera con moraleja

Un ni?o sale a escena y en menos de un minuto le grita a su madre, lanza al gato por los aires, rompe el p¨¦ndulo del reloj y tira los deberes por el suelo. No es lo que podr¨ªamos decir un argumento arrollador, pero a Maurice Ravel (Ciboure, 1875- Par¨ªs, 1937) le sirvi¨® para montar una ¨®pera llena de detalles, con una m¨²sica rompedora incluso para el impresionismo y para dejar patente que no es el compositor fr¨ªo que ¨¦l quiso mostrar al mundo.

El ni?o y los sortilegios, que se estrena hoy, es una obra id¨®nea para que los m¨¢s peque?os -est¨¢ recomendada para mayores de 12 a?os- se adentren en el mundo, a veces distante, de la ¨®pera. La producci¨®n de la ?pera Nacional de Par¨ªs, programada por el Teatro Real, sale del coliseo de la plaza de Oriente para llegar hasta los Teatros del Canal, y los llena de entretenimiento para que en la platea no se vea ni un bostezo. Con texto de Colette y en una reducci¨®n para piano a cuatro manos, cello y flauta, esta ¨®pera afianza al introvertido Ravel como uno de los mejores m¨²sicos franceses de la historia.

El franc¨¦s compuso un libreto lleno de detalles y con m¨²sica rompedora

Al ni?o travieso, encerrado por su madre en su habitaci¨®n hasta la hora de la cena, se le van apareciendo en el escenario los objetos v¨ªctimas de su ira para pedirle explicaciones. El gato sin cola viene para maullarle -un aria basada solo en la palabra miau puede parecer una broma- y el ¨¢rbol sobre el que ha clavado su cuchillo aparece malherido y con el brazo en cabestrillo para suplicar clemencia. La puesta en escena, obra de Jean Liermier, es la de un cuento que recuerda a la casa de los Darling en Peter Pan, y los int¨¦rpretes no superan los 32 a?os, aunque ya son profesionales.

Pero que nadie piense que es una versi¨®n oper¨ªstica de La bella y la bestia en la que los objetos cantan hasta la redenci¨®n del ni?o: el compositor ha dejado un mensaje subyacente. El contexto del periodo de entreguerras en el que est¨¢ escrita refleja en cada momento a un Ravel que pasa de querer participar en la gran guerra, a pesar de no haber sido llamado a filas, a comprender que la paz y el respeto por la naturaleza son la ¨²nica v¨ªa hacia la salvaci¨®n. Una moraleja para ni?os que en nuestros d¨ªas a¨²n sirve como reflexi¨®n para los mayores.

El ni?o y los sortilegios, de Maurice Ravel. D¨ªas 7, 8, 9 y 10 de abril a las 12.00 y a las 19.30. Sala Verde de los Teatros del Canal (Cea Berm¨²dez, 1). Producci¨®n de la ?pera Nacional de Par¨ªs. Interpreta el Proyecto de ?pera-Estudio con j¨®venes cantantes. Precios: de siete a 25 euros.