'Me interesa ahondar en la herida'
En el Sur se llenan las maletas de sue?os y se emprende el dif¨ªcil rumbo al Norte. Pero la realidad es que muchos de los que llegan a ese Norte imaginado e idealizado por la necesidad econ¨®mica acaban perdidos en ¨¦l. El escritor boliviano Edmundo Paz Sold¨¢n vive en Estados Unidos desde hace m¨¢s de dos d¨¦cadas, tiempo suficiente para observar c¨®mo el destino de millones de inmigrantes latinoamericanos acaba siendo fagocitado por ese inmenso pa¨ªs en el que la realidad y los sue?os dif¨ªcilmente se dan la mano. Y Norte, su novena novela, explora a trav¨¦s de tres personajes muy diferentes ese estado de p¨¦rdida en el que el inmigrante puede llegar a encontrarse, aunque el escritor ha optado por personajes extremos inspirados en personas reales a los que ha dotado de cierta carga simb¨®lica. Un asesino en serie, un artista que perdi¨® la raz¨®n y una estudiante de Literatura que opta por abandonar la academia para abrazar su verdadera pasi¨®n, el c¨®mic, son los tres pilares sobre los que se construye Norte, un libro que se desarrolla principalmente en la cabeza de los personajes y con el que Sold¨¢n se adentra por segunda vez en las entra?as de su pa¨ªs adoptivo, despu¨¦s de haberle dedicado siete novelas a su Bolivia natal (entre ellas las premiadas El delirio de Turing y D¨ªas de papel) y de haberse convertido con ellas en uno de los m¨¢ximos representantes de lo que se denomin¨® Generaci¨®n McOndo.
Este escritor, de 43 a?os, trabaja como profesor de Literatura Latinoamericana en la Universidad de Cornell (Ithaca) pero visit¨® Nueva York recientemente donde con aire risue?o y espont¨¢nea simpat¨ªa convers¨® con Babelia.
PREGUNTA. En Norte hay tres personajes sobre los que se construyen tres historias que de alguna manera llegan a cruzarse. Sin embargo, el personaje de Jes¨²s, el asesino en serie, es el que parece dominar el libro, o al menos es el que atrapa con mayor fuerza al lector...
RESPUESTA. A veces unos personajes adquieren m¨¢s protagonismo que otros. Al arrancar el libro esa no era la idea, pero a medida que avanzaba Jes¨²s se acab¨® imponiendo. Al terminar mi anterior novela, Los vivos y los muertos, sent¨ª que a¨²n me quedaba mucho por explorar en el ¨¢mbito de la violencia. Y con Jes¨²s, que est¨¢ inspirado en un asesino en serie real, he regresado a ese primer amor que tuve de adolescente hacia las novelas policiacas. Entonces lo que me interesaba era la soluci¨®n del caso y ahora en cambio lo que me atra¨ªa era ahondar en la mente del asesino.
P. Un inmigrante que ataca a mujeres blancas que viven cerca de las v¨ªas del tren... no es pol¨ªticamente muy correcto, ni es buena prensa para los inmigrantes...
R. Quer¨ªa que fuera un personaje que se defendiera por s¨ª solo pero que tambi¨¦n tuviera un valor simb¨®lico. Jes¨²s es la encarnaci¨®n literal de ese miedo que est¨¢ en el imaginario del americano medio, que piensa que el inmigrante ilegal va a entrar por la noche en su casa a violar a su mujer y a asesinar a su hija. Por eso me atra¨ªa esta figura, porque condensaba muchas de las cosas que no aparecen mucho en la discusi¨®n p¨²blica sobre la inmigraci¨®n pero que existen. Recientemente el Tea Party y ese lado republicano tan recalcitrante ha sacado esas fobias y esas ansiedades a la luz. Quer¨ªa narrar esa pesadilla, pero narrarla desde la cabeza del psic¨®pata, y no reducirla a una caricatura. Adem¨¢s, como escritor me interesa ahondar en la herida, en el conflicto que puede plantear lo pol¨ªticamente incorrecto. La novela se construye seg¨²n sus personajes. Me interesa c¨®mo son y si se defienden como personajes m¨¢s all¨¢ de que sus acciones sean despreciables. Eso es lo interesante de la literatura.
P. El otro protagonista es Mart¨ªn Ram¨ªrez, un artista real que acab¨® sus d¨ªas en un manicomio y que hu¨ªa de la realidad a trav¨¦s de sus dibujos...
R. Es una versi¨®n muy libre del personaje real, del que realmente tampoco se sabe mucho. Le¨ª sobre ¨¦l en un peri¨®dico en San Francisco y lo imagin¨¦ como otro inmigrante perdido en Estados Unidos, porque ese fue el germen de este libro, indagar en la vida de algunos de esos inmigrantes perdidos aqu¨ª. Al igual que Jes¨²s, Mart¨ªn Ram¨ªrez trataba de huir de una realidad abrumadora. Uno lo hac¨ªa a trav¨¦s del arte y la creaci¨®n y el otro a trav¨¦s de la destrucci¨®n. Y por ¨²ltimo est¨¢ Michelle, estudiante de Literatura pero tambi¨¦n dibujante de c¨®mics, que funciona como el punto de uni¨®n de las otras historias.
P. Es un escritor muy interesado en la pol¨ªtica, incluso lleg¨® a plantear dedicarse a ella antes de virar completamente hacia la literatura. Norte podr¨ªa haber sido una novela mucho m¨¢s pol¨ªtica, pero tom¨® un rumbo centrado en la psique de los protagonistas, ?por qu¨¦?
R. No quer¨ªa que la novela se convirtiera en un tratado sociol¨®gico. Uno de los personajes, el ranger, en un principio me sirvi¨® para exponer mis ideas sobre la frontera. Pero cuando me di cuenta de ese sesgo decid¨ª cortar esa voz, que era mucho m¨¢s pronunciada en las primeras versiones del libro. No quer¨ªa ser yo hablando a trav¨¦s del personaje. Por eso he preferido dejarlos en su perspectiva del d¨ªa a d¨ªa, donde no hay espacio para el an¨¢lisis 'macro' de la situaci¨®n.
P. ?Se ha planteado escribir una novela m¨¢s pol¨ªtica, m¨¢s de denuncia de la situaci¨®n del inmigrante en Estados Unidos?
R. En la materia del deseo aparece el drama del que vive ac¨¢ so?ando con Latinoam¨¦rica y que al regresar all¨¢ no se encuentra a gusto. Aunque esa novela gira m¨¢s en torno a la idea de inmigrante atrapado entre dos mundos. La que me estoy planteando ahora tambi¨¦n est¨¢ relacionada con psic¨®patas pero desde otra perspectiva. Es una novela de ciencia-ficci¨®n, pero en la que se habla de las guerras de Irak y Afganist¨¢n. Mis intereses est¨¢n muy unidos a lo que ocurre a mi alrededor y en estos momentos sobre lo que me apetece reflexionar es sobre la guerra.
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