La gimnasta infinita

Dice Bruno Grandi, presidente de la gimnasia mundial, que ¨¦l prefiere mujeres para su deporte antes que ni?as. Que su gimnasia es m¨¢s bella y que, aunque pierdan velocidad y les resulten arduas las piruetas m¨¢s dif¨ªciles, el cambio merece la pena. Por eso, y por la pol¨¦mica que arrastra un deporte cuyas estrellas son adolescentes con pinta de infantes sometidas a exigentes entrenamientos, el italiano ha elevado la mayor¨ªa de edad gimn¨¢stica hasta los 16 a?os. Ayer, primer d¨ªa de finales por aparatos de los Europeos, fue un d¨ªa bonito para Grandi. Gan¨® el salto la esbelt¨ªsima Sandra Izbasa, 1,65m y 20 a?os cumplidos. Y se llev¨® la plata Oksana Chusovitina que, camino de los 36, volvi¨® a demostrar que la gimnasia no solo es cosa de ni?as.

Mustafina se ha roto el ligamento anterior cruzado. Se pierde los Mundiales

Quien busque en Chusovitina una de esas mujeres que emocionan a Grandi se llevar¨¢ un chasco. Hay que fijarse en su cara, en su gesto adulto, para darse cuenta de su edad porque su cuerpo -1,50m y cuarenta y pocos kilos-, es similar al de sus rivales. Por eso es capaz de hacer algunos de los saltos m¨¢s d¨ªficiles, aunque ha perdido precisi¨®n. Ayer en Berl¨ªn nadie se atrevi¨® con el que rompi¨® a Aliya Mustafina el viernes. La mejor gimnasta del momento se ha roto el ligamento anterior cruzado, tiene para ocho meses y no podr¨¢ defender su t¨ªtulo mundial en octubre.

Lo que es increible en el caso de Chusovitina es que sigue siendo competitiva 24 a?os despu¨¦s de debutar, aunque ahora solo brille en su prueba favorita. Nacida en Bujara, la quinta ciudad de Uzbekist¨¢n, los ojeadores del equipo sovi¨¦tico le echaron el ojo antes de cumplir los 10 a?os y la llevaron a un torneo internacional dos despu¨¦s. Compiti¨® en los Mundiales de 1991 con la Uni¨®n Sovi¨¦tica y, en los Juegos de Barcelona, con aquella Comunidad de Estados Independientes que agrup¨® a los atletas del imperio ca¨ªdo en sus ¨²ltimos d¨ªas de gloria. Luego vivi¨® las estreches de la gimnasia en la Uzbekist¨¢n independiente, dio a luz en 1999 y cuando a su hijo le detectaron leucemia se fue a Alemania. Tan agradecida est¨¢ de que all¨ª sanara que compite por este pa¨ªs.

La vigente subcampeona ol¨ªmpica en salto es el caso extremo de una tendencia de los ¨²ltimos a?os. La brit¨¢nica Tweddle, otra veterana, aunque de 26 a?os, defendi¨® su t¨ªtulo en paralelas. Grandi puede sonre¨ªr.