La general que clav¨® a Gadafi en el suelo

Los aviones dirigidos por Margaret Woodward golpearon en Libia despu¨¦s de que m¨¢s de cien misiles Tomahawk reventaran las defensas de Gadafi. Su objetivo: conquistar la supremac¨ªa a¨¦rea sobre toda Libia antes de que el dictador liquidara a los ¨²ltimos rebeldes en Bengasi. La general de divisi¨®n Margaret H. Woodward comand¨® los bombarderos furtivos B2, los F-15 o los AC-130 de la Fuerza A¨¦rea estadounidense que ejecutaron la Operaci¨®n Amanecer de la Odisea, cumpliendo la Resoluci¨®n 1973 de Naciones Unidas en coordinaci¨®n con las Fuerzas A¨¦reas de Francia (las primeras en abrir fuego) y Reino Unido.

Es la primera vez que una mujer manda una operaci¨®n a¨¦rea de semejante potencia de fuego e importancia t¨¢ctica. Cuando ingres¨® en la US Air Force, las mujeres ten¨ªan vedado entrar en combate. A los 51 a?os, y m¨¢s bien a su pesar, Maggie Woodward protagoniz¨® entre el 19 y el 31 de marzo un cap¨ªtulo clave en la incorporaci¨®n de las mujeres a la guerra.

Se insinu¨® que no estaba preparada para la guerra. Los expertos reconocen ahora que la operaci¨®n fue un ¨¦xito

Al tel¨¦fono con EL PA?S, la general elude cualquier valoraci¨®n sobre el criterio o las intenciones del mando civil y destaca el "trabajo excelente de los 11.000 implicados" en el cumplimiento de la misi¨®n. Para los analistas militares es indudable que, pase lo que pase en Libia a partir de ahora, la operaci¨®n Amanecer de la Odisea fue un ¨¦xito: solo se perdi¨® un avi¨®n. El F-15E cay¨® sobre Libia por "fallos mec¨¢nicos", seg¨²n explican en la base alemana de Ramstein. All¨ª tiene Woodward bajo su mando la 17? Fuerza A¨¦rea de Estados Unidos. Los pilotos del cazabombardero se salvaron y pudieron ser rescatados, as¨ª que el rev¨¦s aliado se limita a los 31 millones de d¨®lares del aparato. La Alianza contuvo a las fuerzas de Gadafi a las puertas del basti¨®n rebelde y enterr¨® cualquier capacidad a¨¦rea del r¨¦gimen.

La general Woodward vive en Alemania desde junio pasado. Antes de la charla, una oficial previene: no se aceptan preguntas sobre las operaciones posteriores a Odyssey Dawn, que termin¨® el 31 de marzo, cuando la OTAN asumi¨® el mando. De fondo se escucha a la general, que reacciona con sorpresa guasona cuando le responden que "est¨¢ en su derecho de no contestar". Se pone al tel¨¦fono: su cordialidad queda expl¨ªcita desde que saluda intentando pronunciar bien el nombre de pila del interlocutor hasta que se despide dando las gracias en castellano. En las redes sociales circulan algunas fotos de ella sirviendo "un pavo aut¨¦ntico" a la tropa en la pasada celebraci¨®n de Acci¨®n de Gracias. Cuesta imaginar un rostro o una actitud m¨¢s amables para el Ej¨¦rcito m¨¢s potente del mundo.

Las aficiones de Maggie Woodward son "volar, montar a caballo, andar en bicicleta y viajar". La primera y la ¨²ltima quedaron bien servidas con su alistamiento en las Fuerzas A¨¦reas de Estados Unidos en 1983. Woodward hab¨ªa querido "ser piloto desde que era una ni?a". Su pasi¨®n por los aviones r¨¢pidos hizo que se decidiera a pilotar un T-38 como instructora, porque "era lo m¨¢s parecido a ser piloto de caza". Disciplinada, Woodward no critica "las pasadas normas que imped¨ªan a las mujeres entrar en combate" e insiste en que eran "tratadas de igual a igual, con absoluto respeto", pese a que estaban apartadas del combate. Dice que nunca sinti¨® "ning¨²n tipo de discriminaci¨®n". Hoy, la Fuerza A¨¦rea tiene mujeres "en todos los niveles jer¨¢rquicos y pilotando el 99% de los modelos de avi¨®n" con los que cuenta Estados Unidos. Las mujeres tienen ahora, "de verdad, las mismas posibilidades que los hombres". De pilotar, de combatir y de mandar, como es su caso.

Tras el inicio de Amanecer de la Odisea, un art¨ªculo en Foreign Policy (FP) explicaba en Internet que Woodward hab¨ªa asumido el mando de la 17? Fuerza A¨¦rea, "sobre todo para desempe?ar acciones de ayuda humanitaria" en ?frica. La 17? es parte de Africom, el mando estadounidense responsable de las acciones militares en los 53 pa¨ªses del continente africano. Seg¨²n suger¨ªa la pieza del experto militar Thomas E. Ricks en FP, la general Woodward se hab¨ªa visto envuelta en una guerra para la cual, como experta en transporte, aprovisionamiento y reabastecimiento en vuelo, podr¨ªa no estar preparada. Se desat¨® entre los lectores un debate sobre los prejuicios contra las mujeres en el Ej¨¦rcito. La propia Woodward lo ataja, lapidaria: "No le quepa duda: nada de lo que pasa en la Fuerza A¨¦rea de Estados Unidos responde a la casualidad". Reitera que todos los mandos est¨¢n preparados "para cualquier orden o contingencia que se les presente". Lo cual no le impide destacar que los altos oficiales de Estados Unidos no viven "deseando entrar en combate" y que Africom y la 17? bajo su mando "mantienen un compromiso con la prevenci¨®n de los conflictos armados" en ?frica. Es "una tarea sin fin". Respecto a la situaci¨®n en Costa de Marfil, Woodward insiste en su disposici¨®n a "colaborar con la ONU o con Francia" si se diera el caso.

La general Woodward no recuerda cu¨¢ndo sinti¨® por primera vez "el inter¨¦s por volar". Pero s¨ª recuerda c¨®mo, cuando era peque?a, su abuelo "le mostr¨® una vieja fotograf¨ªa de su antiguo avi¨®n de combate, que estaba decorado con pinturas en el morro" (que a menudo dan un nombre femenino a la m¨¢quina). El viejo Jenny, que era como se conoc¨ªa a los biplanos Curtiss JN-4 de la I Guerra Mundial, llevaba pintado el nombre Maggie. Es el diminutivo de Margaret, el mismo que puede leerse en la placa de identificaci¨®n sobre el uniforme de Woodward. Sus allegados la llaman as¨ª y tambi¨¦n los dem¨¢s pilotos durante las misiones de vuelo.

El abuelo apenas us¨® aquel Curtiss JN-4 en la I Guerra Mundial. "Lo mandaron a Francia en 1917 y...". Aqu¨ª se detuvo un instante la general que hace un par de semanas mand¨® decenas de los aviones m¨¢s sofisticados del mundo a arrojar m¨¢s de 750 bombas en cerca de 1.600 misiones a¨¦reas sobre Libia antes de concluir la frase: "... dir¨ªa que fue una verdadera suerte que la guerra terminara nada m¨¢s llegar ¨¦l al frente".