At¨²n, la invasi¨®n 'pac¨ªfica'

El at¨²n constituye un producto clave en el conjunto de la industria conservera espa?ola y comunitaria, tanto desde la perspectiva de la materia prima utilizada por las empresas como por el volumen que supone en el empleo y las ventas agregadas del sector. Esta importancia se traslada a los pa¨ªses de la zona de ?frica, Caribe y Pac¨ªfico (ACP), as¨ª como a otros pa¨ªses con Sistema de Preferencia Arancelaria Generalizada (SPG) con elevadas exportaciones hacia el mercado comunitario y donde han hecho grandes inversiones empresas conserveras comunitarias y muy especialmente espa?olas.

Esta situaci¨®n del sector en la Uni¨®n Europea (UE) y en esos terceros pa¨ªses puede saltar por los aires, con los consiguientes efectos sobre la actividad industrial y el empleo, consecuencia de la aplicaci¨®n del Acuerdo de Asociaci¨®n Econ¨®mica suscrito entre la UE y los Estados del Pac¨ªfico, representados por las islas Fiyi y, sobre todo, por Pap¨²a Nueva Guinea.

Esos pa¨ªses podr¨¢n exportar sin arancel y control de capturas en origen

Su producci¨®n de conservas puede acaparar el 50% del mercado de la UE

El acuerdo con esos pa¨ªses, entre otros puntos, contiene dos cuestiones que pueden tener un efecto muy importante sobre el conjunto de la industria conservera comunitaria: la supresi¨®n de aranceles y la no obligaci¨®n de cumplir en origen las normas sobre capturas.

Tradicionalmente, en el marco de los compromisos comunitarios sobre sostenibilidad de los caladeros, para autorizar las importaciones de productos de la pesca transformados, Bruselas exig¨ªa a esos pa¨ªses la justificaci¨®n de que esos productos hubieran sido capturados de acuerdo con las normas internacionales establecidas, y que no proced¨ªan de barcos dedicados a la pesca ilegal, no declarada ni reglamentada. El nuevo acuerdo elimina esta condici¨®n de control.

Mientras para otros pa¨ªses que exportan productos de la pesca hacia la UE se mantiene esa exigencia, la supresi¨®n de la misma para las islas Fiyi y, sobre todo, para Pap¨²a Nueva Guinea puede dar lugar a que ese pa¨ªs se convierta en el punto donde acudan a descargar sus capturas de at¨²n todos los barcos que operan en la zona, lo hagan de forma legal o ilegal. Desde la perspectiva de la sostenibilidad de los caladeros del Pac¨ªfico, el acuerdo puede suponer un incentivo para el aumento de este tipo de pesquer¨ªas. Eso supondr¨ªa agravar m¨¢s la ya deteriorada situaci¨®n de los caladeros, con un impacto negativo sobre las comunidades pesqueras locales, que operan con barcos de menor tama?o, en beneficio de los grandes grupos mundiales de la pesca.

La otra modificaci¨®n que introduce el acuerdo es la eliminaci¨®n de los aranceles para ese tipo de exportaciones a los pa¨ªses comunitarios, frente al tipo del 24% que abonan los productos del at¨²n procedentes de otros pa¨ªses asi¨¢ticos, y muy especialmente de Tailandia, que es el mayor productor del mundo. Los pa¨ªses ACP o los que se benefician en la actualidad del Sistema de Preferencia Generalizada tampoco abonan aranceles por acceder al mercado comunitario, pero s¨ª deben cumplir las normas sobre el control de las capturas en origen.

Al margen del acuerdo, un tercer punto que tambi¨¦n juega a favor del desarrollo de la actividad industrial en esos pa¨ªses del Pac¨ªfico es la existencia de unas condiciones laborales muy bajas, lo que supone para las empresas unos mayores niveles de competitividad en los mercados comunitarios.

La existencia de estas condiciones ventajosas desde la pol¨ªtica de capturas, desembarques o arancelarias, ha despertado ya el inter¨¦s de las autoridades de Pap¨²a Nueva Guinea, pero tambi¨¦n de los grandes grupos conserveros del mundo.

Desde el Gobierno de ese pa¨ªs se ha desarrollado un espacio, la Pacific Marine Industrial Zone, donde los barcos de pesca extranjeros tengan los muelles y las instalaciones necesarios para el desarrollo de sus tareas de desembarque, as¨ª como terrenos adecuados para la construcci¨®n de las industrias transformadoras. En la actualidad, en esos Estados ya operan y ampliar¨¢n sus negocios grandes grupos mundiales de la pesca como Frabelle, R. D. Tuna Cannery, South Seas Tuna Company, PAFCO, Ocean Trade Company, Tosa Bussan Limited, Golden Ocean Fisheries, Hangton Pacific Company o Fiji Fish

Marketing Group.

Desde la Asociaci¨®n Nacional de Fabricantes de Conservas de Mariscos y Pescados de Espa?a (Anfaco) se considera que todas estas condiciones hacen atractiva la instalaci¨®n en ese pa¨ªs para cualquier empresa conservera, pero advierten de que ello supondr¨ªa una deslocalizaci¨®n mundial de las plantas de conservas. "La industria conservera espa?ola", se?ala Juan Vieites, secretario general de Anfaco, "no est¨¢ dispuesta a cerrar su actividad en Espa?a para ubicarse en otras latitudes como Pap¨²a Nueva Guinea", por lo que ello podr¨ªa suponer de desmantelamiento de una actividad econ¨®mica ubicaba especialmente en Galicia. "Reclamamos que no se produzca un trato discriminatorio que invite a cerrar el negocio y montarlo en otra parte", a?ade.

Por ese motivo, los industriales conserveros espa?oles han se?alado su sorpresa cuando el propio presidente de la Comisi¨®n Europea, Dur?o Barroso, les se?alaba recientemente que el acuerdo estaba generando unas muy buenas condiciones para la inversi¨®n en Pap¨²a Nueva Guinea.

Hoy el principal pa¨ªs productor de conservas de at¨²n es Tailandia, con un volumen de 400.000 toneladas, seguido de Espa?a, con 216.000 toneladas. Seg¨²n el acuerdo suscrito con la UE, se estima que Pap¨²a Nueva Guinea puede llegar a una producci¨®n de 400.000 toneladas, que en su mayor parte se exportar¨ªan a los pa¨ªses comunitarios. Eso supondr¨ªa copar m¨¢s del 50% de la demanda. Actualmente, la cuota de mercado de este pa¨ªs est¨¢ entre un 7% y un 8%.