Registros de casas err¨®neos y joyas que desaparecen

Algunas de las quejas m¨¢s reiteradas por ciudadanos que padecen la maquinaria judicial es la p¨¦rdida o deterioro de los art¨ªculos (coches, joyas, ropas...) que la polic¨ªa requisa en sus investigaciones. Tambi¨¦n abundan las reclamaciones de familias que ven c¨®mo la polic¨ªa irrumpe en sus casas porque alguien puso mal la direcci¨®n. De entre las 316 reclamaciones que ten¨ªa registradas Justicia en 2010 por "funcionamiento anormal de la Administraci¨®n de Justicia" (en las que incluyen quejas por dilaciones indebidas de procesos, embargos y registros de casas equivocados, o testigos que sufren graves perjuicios tras ser citados a juicios que luego se suspenden), destacan las reclamaciones por p¨¦rdida o deterioro de art¨ªculos decomisados. Quedan en dep¨®sito judicial y cuando acaba el proceso nadie da cuenta de su paradero.

Justicia va a proponer 8.000 euros de indemnizaci¨®n para Francisco Jos¨¦ A. R. La polic¨ªa entr¨® en su casa y se incaut¨® de "un servidor local, un ordenador port¨¢til y diverso material inform¨¢tico, as¨ª como una centralita telef¨®nica". Cuatro a?os despu¨¦s, el juzgado le archiv¨® la causa y ¨¦l reclam¨® los enseres decomisados. Nada se sabe de su paradero.

Pero este es solo un ejemplo: hay casos de coches de lujo y barcos que acaban desguazados o deteriorados sin explicaci¨®n. A veces, por desidia. Ochenta y tres mil euros pide Inmaculada L. A. por la p¨¦rdida de las joyas que la Guardia Civil intervino en su casa de Marbella durante un registro. Los agentes decomisaron, adem¨¢s de las joyas, dos coches y dinero en efectivo. Tras un largo periplo judicial, fue absuelta. Los coches, aunque deteriorados, aparecieron; tambi¨¦n el dinero. De las joyas, nadie sabe nada.