"Ladrones, la puerta est¨¢ abierta"

El restaurante de Claudio Corral Mateo, de los de men¨² del d¨ªa que se despachan en pol¨ªgonos industriales, ha sufrido un total de 34 robos desde que abri¨® en 2005. Cinco de ellos en los ¨²ltimos 20 d¨ªas. Desesperado, el due?o ha colgado un cartel en la entrada: "Ladrones, si quer¨¦is robar est¨¢ abierta la puerta de la cocina. No romp¨¢is nada, tenemos que seguir trabajando, somos ocho familias". Corral tiene alarma, deja las m¨¢quinas tragaperras y de tabaco abiertas, compra a diario en el supermercado para no almacenar productos que le puedan sustraer, pero aun as¨ª los delincuentes no han parado de entrar de noche en su establecimiento. "Si no logran parar esta ola de robos echar¨¦ el cierre. Los ladrones van a poder conmigo", lamenta a media tarde en el comedor en el que hace un rato sirvi¨® 80 comidas, el de su local, La Joya II o Casa Claudio, como es conocido tambi¨¦n este restaurante de Arganda del Rey.

El due?o se ha gastado ya 6.000 euros en sistemas de seguridad

La Guardia Civil considera que el caso de este empresario es ¨²nico. "Se ha puesto un dispositivo especial en su zona pero se trata de un lugar (pol¨ªgono Coto de Cisneros) donde de noche no hay actividad y el sitio tiene muchas salidas. Los asaltantes lo tienen f¨¢cil para escapar", explica una portavoz del instituto armado.

Lo curioso es que ninguno de ellos se ha atrevido por ahora a entrar por la puerta que Corral deja abierta, suponiendo quiz¨¢ que se trate de una trampa. En realidad no lo es. Hace un mes le reventaron la ventana de la cocina, despu¨¦s accedieron por el tejado, m¨¢s tarde rompieron la puerta principal y por ¨²ltimo desmontando un acceso blindado. Los destrozos le han causado m¨¢s gastos que lo sustra¨ªdo en s¨ª. El due?o ha cambiado de sistema de seguridad y ha denunciado la mayor¨ªa de los asaltos en el cuartel.

As¨ª, Claudio Corral, en este negocio desde los a?os setenta, ha ido perdiendo poco a poco la fe. "Me deprimo cuando entro y veo todo revuelto, las botellas por el suelo, la m¨¢quina del tabaco destrozada. Estoy desmoralizado", prosigue, despu¨¦s de haberse gastado 6.000 euros en sistemas de seguridad que eviten m¨¢s robos y llamadas en mitad de la noche que le adviertan de que alguien ha entrado en su local.

Dice que le han llamado proponi¨¦ndole que instale c¨¢maras de seguridad. "Pero el due?o de otro restaurante me dijo que ¨¦l las tiene y los ladrones se burlaban frente a la c¨¢mara, haciendo cortes de manga. Eso ya no se puede consentir".