Extravagancia de Aznar

Apenas unas horas despu¨¦s de que los tres grandes patrones de Occidente, el norteamericano Barack Obama, el brit¨¢nico David Cameron y el franc¨¦s Nicolas Sarkozy, declararan como ¨²nico fin posible de la operaci¨®n de la OTAN en Libia el derrocamiento de Muamar el Gadafi, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar criticaba ¨¢speramente ayer en Nueva York la acci¨®n de los aliados contra el dictador ¨¢rabe.

En una conferencia, el expresidente espa?ol atacaba a Estados Unidos y a los participantes en la operaci¨®n, entre los que figura Espa?a, por volverse contra el l¨ªder libio, al que calificaba de "amigo extravagante, pero amigo", con lo que se situaba en las ant¨ªpodas de la posici¨®n de los aliados favorable a la revuelta popular ¨¢rabe. Y, as¨ª, le parec¨ªa igual de censurable el visto bueno occidental al derrocamiento del egipcio Hosni Mubarak y del tunecino Ben Ali, ambos tambi¨¦n calificados por Aznar como amigos.

Esto ¨²ltimo es indudablemente cierto. Pero ocurre que las cosas han cambiado y el presidente Obama no es su antecesor George W. Bush -este tambi¨¦n gran amigo del exl¨ªder del PP-; ni la operaci¨®n libia comparable a la invasi¨®n norteamericana de Irak en 2003. La primera se desarrolla en cumplimiento de una resoluci¨®n de la ONU para proteger la vida de los civiles de la represi¨®n, mientras que la operaci¨®n contra Sadam Husein era puro aventurerismo de Washington, y en aquel momento tambi¨¦n de Londres.

Y para que no cupiera duda de que el objetivo principal de su cr¨ªtica era el Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, Aznar a?ad¨ªa que con el encarecimiento del dinero Espa?a tendr¨ªa grandes dificultades para enjugar su deuda externa. Con tan extravagante intervenci¨®n, Aznar se alinea, hasta extremos que mal pueden complacer al l¨ªder de su partido, Mariano Rajoy, con la extrema derecha republicana, que profesa una inquina al dem¨®crata Obama similar a la suya contra todo lo que suene a PSOE.

Los l¨ªderes occidentales, ante la evidencia de que los bombardeos contra las tropas libias no van a dar por s¨ª solos la victoria a los sublevados, deber¨¢n buscar ahora una nueva resoluci¨®n de la ONU que permita una acci¨®n m¨¢s decisiva, aunque seguramente manteniendo la exclusi¨®n de la participaci¨®n en combates terrestres. La prestaci¨®n espa?ola se reduce a vigilancia mar¨ªtima y patrullaje a¨¦reo, aunque Tr¨ªpoli haya empleado bombas de racimo de fabricaci¨®n espa?ola, prohibidas por convenio internacional. La venta del explosivo se habr¨ªa producido, en cualquier caso, antes de que Espa?a firmara ese acuerdo y destruyera sus existencias. Y mientras Aznar le¨ªa la cartilla a tirios y troyanos, el tirano machacaba a la poblaci¨®n de Misrata, ciudad en poder de los sublevados. La gesti¨®n occidental de la crisis es perfectamente criticable, pero no argumentando que el responsable del atentado de Lockerbie sea un amigo, ni siquiera un amigo extravagante.